Las hipotecas sobre viviendas frenan su ritmo de crecimiento en la provincia

Un hombre mira el escaparate de una inmobiliaria en la ciudad. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

En la primera mitad del año se suscribieron 2.128, un 2,2% más que en el mismo período de 2017 ▶ El salto es mucho menor que el registrado en el ejercicio anterior, cuando la firma de créditos para la compra de casas había subido un 77%

Los pontevedreses continúan comprando más viviendas y firmando más hipotecas que durante los años de la crisis, aunque las cifras son bastante similares a las registradas el ejercicio pasado. Así lo muestran los datos publicados hace días por el Instituto Nacional de Estadística (INE), según los cuales, en la primera mitad de este año se suscribieron en la provincia 2.128 créditos hipotecarios para la compra de casas, un 2,2% más que los firmados en el mismo período de 2017.

Si bien la cifra es positiva y evidencia una progresiva recuperación tanto del mercado inmobiliario como de la confianza de los consumidores, el nivel de crecimiento dista mucho del registrado el año anterior.

La diferencia entre el primer semestre de 2017 y el de 2016 había sido del 77%, pues se había pasado de 1.174 hipotecas a 2.081. Ese fue un auténtico salto que hizo evidente el cambio de ciclo en el sector y, aunque en los últimos seis meses esa tendencia ha continuado su evolución ascendente, el crecimiento ha sido bastante más pausado.

El importe medio de los préstamos para viviendas firmados en el territorio pontevedrés en junio ascendió a 96.900 euros pontevedra| estado del sector inmobiliario

Además de la recuperación económica, la flexibilización en la concesión de préstamos por parte de las entidades bancarias sigue siendo la clave y esos cambios se notan no solo en las inmobiliarias existentes en la provincia, mucho más activas que hace años, sino también en el propio sector de la construcción que, a diferencia de los momentos de crisis, ahora vuelve a dar señales de vida.

Según el INE, el importe medio de las hipotecas sobre viviendas suscritas en el conjunto de los municipios pontevedreses durante el mes de junio ascendió a 96.900 euros, una cifra que se queda por debajo de la media gallega, situada en 98.986 euros.

En comparación con las demás provincias, A Coruña fue la que registró el mayor incremento en el volumen de hipotecas sobre hogares, pasando de las 2.613 firmadas en el primer semestre de 2017 a las 2.836 de los mismos meses de este año, lo que supone un 8,5% más.

En el caso de Ourense, los números son mucho más discretos, aunque la variación también fue al alza (de 462 el año pasado a 490 este, un 6% más).

La nota negativa se produjo en la provincia de Lugo, donde el mercado inmobiliario no acaba de levantar cabeza. Allí, en la primera mitad de este año se firmaron un 24% menos de préstamos sobre viviendas que en el mismo período de 2017, pues de 653 se bajó a 500.

El incremento del número de créditos fue mayor en A Coruña, del 8,5%, y en Ourense, del 6%; mientras que en Lugo bajó un 24%

 

FINCAS. En lo que respecta al territorio pontevedrés, no solo aumentó el número de créditos concedidos para la adquisición de casas, sino también para la compra de fincas en general, tanto urbanas como rústicas.

En la primera mitad del año se firmaron 3.338, un 4,7% más que durante esos meses de 2017. En la provincia herculina el incremento fue del 9,5%, en la ourensana del 14,9% y en tierras lucenses se registró nuevamente una caída, en este caso del 18%.

EJECUCIONES. Pero no todos los datos de Galicia son positivos. Además de aumentar la concesión de créditos, también lo hicieron las ejecuciones hipotecarias. Esta misma semana el INE hizo público un balance que muestra que, durante el segundo trimestre de este año, estas crecieron un 60% en el conjunto de la Comunidad.

Este dato ha llevado a fuerzas como Esquerda Unida a afirmar que «o empeoramento das condicións laborais en canto a salarios e a temporalidade e o desemprego non permiten afrontar o pagamento das hipotecas dos galegos, excluídos do dereito a ter unha vivenda digna».

Así lo indicó la coordinadora nacional del partido, Eva Solla, quien responsabilizó de ello a las «políticas económicas da dereita», que, en palabras suyas, «fan da vivenda un negocio e non un dereito básico».