La asociación de hostelería de Pontevedra (Hoempo) convocó este lunes una nueva manifestación en defensa del sector, que contó con un importante respaldo por parte de los trabajadores y los empresarios de la ciudad y de sus alrededores. Cientos de empresarios, proveedores y clientes —1.500 según Hoempo— se sumaron a la marcha, que partió de la sede de la Xunta y tras un recorrido por la ciudad, llegó hasta el Concello, entre consignas de "Somos o motor da nosa cidade, somos saúde, somos solución" o "Hostelería somos todos".
Una vez en el Rexistro, los convocantes solicitaron la exención de las tasas municipales de este año y también las de 2021. "Son tiempos muy duros y necesitamos a nuestra administración más cercana, como hemos estado siempre para ella. Lo que solicitamos es una necesidad, es duro tener que llegar a pedir", argumentan.
Los hosteleros reclaman ayudas y beneficios fiscales para poder superar las pérdidas que acarrea el cierre decretado por la Xunta y expresaron su profundo malestar por "la injusta criminalización del sector", cuya muerte económica no dudaron en escenificar, ataúd incluido.
FEIJÓO. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, dijo por su parte que el Gobierno gallego alberga "la esperanza de poder ser más generosos con levantar ciertas restricciones y reabrir la hostelería en ciertas zonas, como en O Carballiño, pero no lo podemos garantizar en ningún caso". El mandatario gallego basó ese esperanzador mensaje en la positiva evolución de las cifras en Galicia, con menos infectados que hace siete días y con una menor presión asistencial. "Si esta semana y la próxima las cosas van como han ido en las últimas, habrá bastantes territorios que hoy están perimetralmente cerrados que podrán reabrir su ámbito territorial y su hostelería", dijo.
En cualquier caso, Feijóo insistió en apelar a la prudencia, al señalar que "las cosas están bien pero no lo suficiente como para dar ninguna confirmación. En una pandemia como esta, hacer previsiones a diez días vista es un poco irresponsable". Al mismo tiempo, el titular de la Xunta anunció que a partir de esta semana se empezarán a abonar las ayudas prometidas a los hosteleros afectados por el cierre, que oscilan entre los 5.000 y los 9.000 euros. "A ver se a xestión a podemos facer de forma rápida e eficaz", esbozó.
