"A horta do Carlos Oroza é unha aula máis e cultivarase para as clases de setembro"

El confinamiento impide cuidar la huerta del instituto de hostelería, por lo que los cultivos de primavera "están perdidos nun 80%", incluyendo el proyecto de investigación con guisantes lágrima
La huerta del Carlos Oroza, justo la semana anterior al confinamiento. CEDIDA
photo_camera El espacio, justo la semana anterior al confinamiento. CEDIDA

"Poñeremos todos os medios a disposición para reactivar e dinamizar a horta de cara ao vindeiro curso, para volver como un recurso educativo para todo o alumnado do centro", afirma el director del CIFP Carlos Oroza, Manuel Hermo. "Nestes momentos quen ten unha horta ten unha xoia, non só como despensa, senón tamén como terapia fronte ao confinamento".

Estado actual de la huerta del Carlos Oroza. CEDIDAHermo es prácticamente la única persona que puede acercarse a la huerta educativa de la escuela de hostelería de Pontevedra desde el pasado 13 de marzo, aunque solo para echarle un vistazo. Una vez decretado el estado de alarma y la suspensión de las clases presenciales, el trabajo se frenó en seco y la naturaleza sigue su curso ajena a los cuidados que demanda un espacio de estas características –en la imagen anexa, el estado actual que presenta–. En sus 200 metros cuadrados alberga una enorme variedad de cultivos que no solo abastecen la cocina del centro, sino que forman parte del currículum de varias materias.

Experiencia
Ricardo Fernández: "Imos polo quinto ano, así que xa sabemos que plantar e como para telo todo listo para o vindeiro cuso"

En primera línea está –o, más bien, estaba– el profesor Ricardo Fernández Guerra, quien coincide con Hermo en que "este confinamento puxo en valor a horta". Con el cambio a la teledocencia, su alumnado cambió la vivencia directa de la huerta y sus productos por una versión virtual que les hace valorar todavía más la importancia de este espacio. El docente explica que hace 40 días, cuando nadie imaginaba el alcance de la situación, "quedou preparada a sementeira de primavera, nos bancais e no invernadoiro", pero ahora "está todo medrando sen control", tal como advierte en los vídeos que le envía el director. "As especies de primavera están perdidas nun 80%", lamenta. Eran tomates tempranos, zanahorais, calabazas, varios tipos de lechuga y cilantro que protagonizarían las clases y las recetas de mayo.

INVESTIGACIÓN. Fernández Guerra siente "moitísima rabia" por el descalabro del proyecto de investigación que el Carlos Oroza tenía en marcha junto a la Misión Biológica de Galicia y el chef Javier Olleros (Culler de Pau), que consistía en experimentar con un tipo de semilla "que só teñen na Misión Biolóxica", la del guisante lágrima. La plantaron el mismo día en los bancales y el invernadero para estudiar su evolución. Ya no será posible este año.

Fácil y rentable
Las próximas plantaciones serán de varios tipos de tomates y frutos rojos, así como de flores de 'sabugueiro'

Así que solo queda mirar al futuro, esto es, el próximo curso. Pero para que la huerta, un aula con todas las letras, esté lista para recibir al alumnado en septiembre, será necesario ponerse manos a la obra durante el verano, una época en la que, pese a las vacaciones, "iamos tres ou catro veces por semana". El profesor espera que este año pueda repetirse el plan. "Imos polo quinto ano, así que xa sabemos que plantar e como para telo todo listo", es decir, centrándose en especies fáciles de cuidar y con amplio rendimiento en la cocina.

Se trata, por ejemplo, de cuatro tipos de tomateras cuya cosecha también se podrá envasar y congelar y de frutos como frambuesas, bayas, arándanos, moras o physalis, así como hierbas aromáticas o flores de sabugueiro, que son comestibles". "Esperemos poder volver pronto, pois hai que cortar a herba, xa que as plantacións están medrando de xeito descontrolado, e tamén remover a terra e botar o compost", apunta Fernández.

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