No pararán las protestas. La asociación de empresarios de la hostelería de Pontevedra, Poio y Marín (Hoempo) anunció que las protestas del sector van para largo porque asumen que sus peticiones "no se van a solucionar ahora". De este modo, este lunes fue el tercero consecutivo en el que se produjeron movilizaciones de cocineros, restauradores, camareros o empresarios del sector para pedir un plan de rescate a la hostelería. "Estas restricciones mandan a miles de familias a la pobreza, van a crear dos Españas: la de los funcionarios que cobran a final de mes y la de los que tienen que ir al Banco de Alimentos para comer", explicaba la portavoz de Hoempo, Elena Vitoria, durante la manifestación.
La protesta partió de la delegación de la Xunta en Campolongo, desde donde se dirigió al Concello de Pontevedra, al Pazo Provincial de la Deputación y a la Subdelegación del Gobierno para exigir, ante las diferentes administraciones, una serie de medidas que ayuden a los empresarios y trabajadores de bares y restaurantes a capear el temporal mientras sus negocios están cerrados.
El argumento que defendían los participantes en la protesta era que, teniendo sus locales cerrados, es imposible seguir asumiendo los gastos. "Las ayudas no son ayudas, son parches con letra pequeña", explicaba Elena Vitoria, que se refería a las aglomeraciones del pasado fin de semana en el comercio con motivo del Black Friday. "Queremos que nos abran y nos dejen trabajar, tenemos el mismo derecho que los demás y el virus no entiende de horarios, de lugares ni de tipos de empresas", explicaba la portavoz del colectivo.
Además de la marcha, la protesta estuvo acompañada por proveedores y distribuidores de material y servicios a la hostelería. Así, una caravana de vehículos de distribución de bebidas protagonizaron una protesta por las calles céntricas de la ciudad de forma paralela a la manifestación a pie, en la que se reunieron centenares de personas. Ante el Concello de Pontevedra, los hosteleros escenificaron su muerte tirándose en el suelo. En este sentido, Vitoria defendía que "la economía también es salud y esto acarreará también una ola de depresiones y suicidios".
Los hosteleros de toda Galicia se reunieron con la Xunta para estudiar las propuestas ante una posible desescalada. "Nuestra impresión es que nos llevará a la ruina", explicaron miembros de Hoempo sobre los planes del Ejecutivo autonómico.
MÁS PROTESTAS. Hoempo continuará en los próximos días su calendario de movilizaciones, de modo que este lunes anunció nuevas protestas para esta semana y la que viene. La primera de ellas será una caravana de vehículos por los municipios de Poio, Marín y Pontevedra, Esta saldrá el jueves, a las 11.00 horas, de la explanada de A Seca, en Poio.
El próximo lunes continuarán las protestas con una nueva manifestación que, esta vez, se llevará a cabo en el término municipal de Poio. "Esperamos que luego vayamos dejando estas protestas porque podamos abrir, pero no queremos perder impulso porque esto va para largo", explicaban.
"Queremos que el Concello responda ya"
Los hosteleros insistieron este lunes en pedir al Concello que los exonere del pago de ciertas tasas e impuestos en el contexto de la pandemia. "Queremos que nos escuchen y vamos a obligar al Concello a hablar, que nos respondan y nos exoneren ya", explicaba la portavoz de Hoempo.
En este sentido, la portavoz del Gobierno municipal, Anabel Gulías, repitió que el Concello tiene "unha postura clara" que no pasa por la supresión de tasas. "Cremos que temos que tomar as mellores decisións aínda que non sexan as máis fáciles", explicó la edil. En este sentido, el Concello aporta ayudas directas a las empresas de la ciudad que van supeditadas a la realización de inversiones. En este sentido, los hosteleros lamentan que en su situación no pueden acometer reformas o ningún otro proyecto al estar cerrados y no estar ingresando nada.
"Facémonos cargo da situación da xente á que lle obrigan a pechar, pero certos anuncios supoñen na práctica unha axuda mínima", indicaba Anabel Gulías, que subrayó que la clave es el refuerzo de la sanidad para mantener a raya la pandemia.
