La incidencia en la ciudad de la huelga en Renfe se reduce a tres trenes anulados

La protesta, que defiende el carácter público del servicio "ante la privatización de algunos trabajos", supuso la cancelación de 33 transportes en Galicia, la mayoría de media distancia

Usuarios de la estación de trenes Pontevedra, accediendo al interior de las instalaciones. GONZALO GARCÍA
photo_camera Usuarios de la estación Pontevedra, accediendo este miércoles al interior de las instalaciones. GONZALO GARCÍA

Los andenes de la estación pontevedresa apenas se percataron este miércoles de que había una huelga a nivel nacional. De hecho, tan solo tres transportes tuvieron que ser anulados a raíz de la protesta convocada por el sindicato CGT, mientras que algún Alvia con destino Madrid sufrió leves retrasos.

Pese a que la empresa aseguró este miércoles no disponer de información de las incidencias desglosada por localidades, otras fuentes revelaron que los convoyes afectados fueron un Pontevedra-Vigo, un Pontevedra-Monforte del día 30 y un Monforte-Pontevedra de primera hora de la mañana. A mayores, hubo algunas demoras en el viaje Pontevedra-Monforte de las 21.28 horas.

A nivel de la comunidad autónoma, un total de 33 trenes no circularon en la víspera de Todos los Santos, que se suman a los 14 trenes de largo recorrido que la operadora canceló desde la noche del 30 de octubre y durante la jornada del 31; día en que tres trenes circularon con retrasos.

En el conjunto del Estado, Renfe ha cancelado la circulación de 87 trenes de Alta Velocidad y Larga Distancia para el miércoles, el 21,6% de los inicialmente programados, ante la convocatoria de una jornada de huelga.

Así lo establece el decreto de servicios mínimos dictado por el Ministerio de Fomento ante este paro que, por tratarse de una víspera de puente, garantizaba un mayor porcentaje de trenes AVE que de Cercanías.

En el caso de Galicia, el primero de los cancelados fue el tren que sale de Vigo-Guixar a las 9,20 horas hasta Valença do Minho y el último que no circuló es el de las 15,10 horas entre O Carballiño y Ourense.

Con respecto a los servicios mínimos, la regulación actual asegura la circulación del 78% de los trenes AVE y Larga Distancia habituales, mientras que en el caso de los núcleos de cercanías garantiza hasta un 75% del servicio habitual en horas puntas, y el 50% de las circulaciones el resto del día.

Fomento considera imprescindible estos porcentajes "para no dañar derechos fundamentales de los ciudadanos y la sociedad y respetar el derecho a la huelga", toda vez que se ha convocado "en un día de excepcional movimiento de viajeros".

En su decreto de mínimos, Fomento argumenta que "al tratarse de un día de excepcional movimiento de viajeros, que han realizado la reserva del billete con gran antelación, de no establecer mínimos en los servicios de largo recorrido podría causarse un especial trastorno a los viajeros, dado que, a pesar de que existen otros modos de transporte, no todos los trayectos quedan igualmente cubiertos".

"Ello afecta fundamentalmente y de forma especial a las personas que no tengan vehículo propio o accesos a otros medios de transporte, así como a las personas mayores o con movilidad reducida", explica el Ministerio.

MEDIA DISTANCIA. Por este motivo, la mayor incidencia de la huelga se registró en los trenes de Media Distancia, los de trayectos regionales, dado que, según la carta de servicios mínimos, se cancelaron 208 circulaciones, el 35,3% de las habituales, y se garantizaron las 65% restantes. En el caso del servicio de mercancías, los servicios mínimos garantizaron algo más de la cuarta parte (el 26%) de los tráficos habituales.

Para los viajeros afectados por los trenes cancelados, Renfe ofrece , siempre que sea posible, viajar en otro tren de los garantizados en servicios mínimos.

Asimismo, también plantea la posibilidad de anular el billete o cambiarlo para otra fecha, en ambos casos sin coste alguno, según informó la compañía, que "lamenta las molestias que la convocatoria cause a los viajeros".

El paro convocado por CGT pretende reivindicar el servicio ferroviario público ante la próxima liberalización del transporte de viajeros y la privatización de algunos trabajos.