"Las personas mayores deben seguir aisladas hasta que haya vacuna"

El jefe de Medicina Interna del Chup, Juan Carlos Rodríguez, es uno de los profesionales que creen que Pontevedra ha alcanzado el pico de contagios
Juan Carlos Rodríguez, jefe de Medicina Interna del Chup. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Juan Carlos Rodríguez, jefe de Medicina Interna del Chup. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El especialista en enfermedades infecciosas y jefe del servicio de Medicina Interna del Chup, Juan Carlos Rodríguez, es de los que atribuye los positivos y los fallecimientos más recientes ocurridos en Pontevedra al pico de la Covid-19. Y, como otros compañeros de profesión, comparte la opinión de que el área sanitaria tiene capacidad para hacer frente a la cresta de la epidemia.

Lo que más le preocupa es lo que ocurra a partir de mayo (da por hecho una tercera prórroga del confinamiento) y sobre todo de octubre, pues cree que "mientras no haya un 50% de la población española infectada, esto no se contiene". "Solo podrían cambiar las cosas una vacuna o un fármaco específico, pero eso va a tardar. Por eso es muy importante planificar en estos meses qué vamos a hacer".

Tal y como indicó hace unos días a este periódico, Rodríguez aboga por implantar planes de mitigación progresivos, que pasen por instaurar "cambios importantes en la conducta y en la forma de socializarse". En la práctica esto se traduciría en el uso colectivo de mascarillas en el ámbito público y laboral (tal y como recomiendan varios expertos internacionales y organismos como el Imperial College), la suspensión de actos multitudinarios, la salida progresiva de la población infantil para que se inmunice antes del invierno y la protección de los más débiles. "Las personas con estado de salud delicado y los ancianos prácticamente deberán permanecer en aislamiento hasta que haya vacuna, porque en estos pacientes la tasa de mortalidad es elevada, de hasta el 20% en mayores de 75 años".

En el ámbito laboral y con el fin de "evitar una crisis económica de enormes proporciones", Rodríguez apela al uso de equipos de mascarillas y al respeto de las distancias de seguridad, además de potenciar el teletrabajo.

Los antecedentes obligan a ser precavidos. "En la pandemia de la gripe de 1918 el virus disminuyó su actividad en verano para luego irrumpir de forma muy agresiva en invierno. Ahora hay más medios que entonces y mejor calidad de vida pero, si no hacemos algo, vamos a tener una cantidad enorme de problemas. Esta ola es preocupante pero, si no se toman las medidas adecuadas, lo peor está por llegar".

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