Las lonjas de la ría despiden abril con un nuevo desplome de facturación

La rula del Mercado de Abastos no generó ingresos por falta de mercancía y la de Campelo se resintió de forma notable por el parón del marisqueo, que no faena desde el 13 de marzo
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photo_camera La venta de choco se ha convertido en casi la única actividad de la lonja de Campelo. RAFA FARIÑA

El sector del mar sigue tocado por la crisis generada por la pandemia del coronavirus. Así lo ponen de manifiesto los últimos datos de la Xunta sobre las lonjas de la ría, que despidieron abril con un nuevo desplome de ventas y facturación.

La que más sufrió esta situación fue la del Mercado de Abastos de Pontevedra. El mes pasado no generó ingresos por falta de mercancía. "Cerrada no estuvo, pero no hubo subasta porque no vinieron los marineros", explica Maricarmen Santos, una vendedora de la Plaza.

Las otras cinco rulas también vieron caer su volumen de negocio. De los 943.886,96 euros generados en abril de 2019 se pasó a los 265.976,16 euros contabilizados el mes pasado, lo que supone un descenso cercano al 72%. La misma tendencia a la baja se registró en el tonelaje de mercancía vendida, que se redujo en más de la mitad: de 182.393,97 a 81.882,18 kilos en el último año.

La instalación que más se resintió durante el período de la alerta sanitaria fue la de Campelo, cuya subasta tiene una gran dependencia del marisqueo. El sector se encuentra parado desde el 13 de marzo por temor a la Covid-19 y, como consecuencia de ello, no se ha vendido ni una sola almeja. La subasta de esta lonja, situada en el concello de Poio, cerró abril con 14.211,47 euros, casi un 97% menos que los 436.438,73 euros del mismo mes del año pasado.

La venta de choco se ha convertido casi en la única fuente de ingresos de la rula poiense, cuya plantilla está afectada por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte). Este cefalópodo generó 13.919,55 euros, lo que representa el 97,9% del total.

Las tres cofradías, la de San Gregorio de Raxó, la de San Telmo de Pontevedra y la de San Andrés de Lourizán, todavía no han decidido si regresan al trabajo, como sí han hecho la semana pasada los mariscadores de Arousa. En la ría de Pontevedra, el sector emplea a más de medio millar de personas: 420 trabajadores que faenan a pie de playa y un centenar que lo hacen a flote, desde sus embarcaciones. Para garantizar algún tipo de ingresos a las familias que viven del mar, los pósitos pontevedreses han tramitado el cobro de prestaciones económicas durante el parón.

A pesar de esta situación, los doce vigilantes de las cofradías mantienen el control sobre las playas para evitar que los furtivos esquilmen los bancos de almeja.

MARÍN RESISTIÓ MEJOR. El descenso de facturación también ha sido notable en las lonjas de Portonovo y Bueu, cuyos ingresos cayeron en un 75,74 y un 62,63%, respectivamente.

La subasta de la rula sanxenxina generó 22.074,28 euros durante el mes pasado. En abril de 2019, el volumen fue muy superior al alcanzar los 91.010,94 euros.

En la rula morracense se lograron ventas por valor de 68.485,96 euros, una cantidad inferior a los 183.311,93 euros contabilizados en el mismo período del ejercicio anterior.

Aldán-Hío también vio mermada su actividad económica, que pasó de 40.164,52 a 24.694,12 euros en un año.

La lonja de la ría que mejor resistió la caída fue la de Marín. En esta instalación se comercializaron hasta 56 especies distintas de pescado y marisco durante el mes de abril. La subasta de los 53.927,03 kilos de mercancía del mar generaron un movimiento económico de 136.510,33 euros, un 29,25% menos que durante el mes de abril de 2019. Entonces, esta rula generó 192.960,84 euros.

LOS PRECIOS, MÁS BAJOS. Los precios de venta en lonja también han sufrido un descenso durante el mes pasado.

Las rulas de la ría (excluyendo la del Mercado de Abastos de Pontevedra) marcaron valores medios de 4,6 euros por kilo frente a los 5,56 euros de abril de 2019.

El pulpo fue la especie que más dinero movió
El pulpo se ha convertido en la especie que más dinero ha movido durante el pasado mes de abril en las lonjas de la ría de Pontevedra. Las rulas de Aldán-Hío, Bueu, Campelo, Marín y Portonovo subastaron 9.488,70 kilos de este cefalópodo por 64.577,62 euros. A esta cifra se suman los 5.845,66 euros facturados por ventas de pulpo cabezón.

Merluza y rapantes. La merluza y los rapantes ocupan el segundo y tercer puesto de esta lista al facturar 24.968,64 y 24.929,88 euros, respectivamente. En cuarta posición de rentabilidad se situó el choco, que generó 24.862,95 euros.