"Los contenidos no pueden fluir en clase si los alumnos no están bien emocionalmente"

La educación emocional centra el curso que la psicóloga Iria Calleja imparte desde el martes en el centro pontevedrés de la Uned. En él tratará de enseñar a distinguir las emociones para evitar conflictos y se centrará en el pensamiento crítico "para que la gente sepa leer entre líneas"

Educando las emociones: recursos útiles es el título del curso que la psicóloga Iria Calleja impartirá desde hoy hasta el 20 de diciembre en el centro asociado a la Uned en Pontevedra. Está enfocado al público en general, pero especialmente a docentes, psicólogos y estudiantes de Psicología. "El año pasado lo hicimos en Tui y acudieron un montón de familias. Fue una cosa que inicialmente me sorprendió bastante. La mayoría me decía que tanto en casa como en la escuela no habían recibido una buena educación emocional. Entonces no querían repetir el mismo error con sus hijos. Fue una idea que me gustó muchísimo. Me pareció de mucha generosidad por parte de las familias".

¿Qué es la educación emocional?

La educación emocional consiste en saber comprender las propias emociones y las ajenas. Se suelen confundir las emociones, por ejemplo la ansiedad con la ira. A veces hay síntomas físicos que se interpretan como ansiedad (taquicardia, sudoración o temblor de manos) y se acaba modificando el comportamiento. Te pueden crear un conflicto con otras personas. Pretendemos que la gente sepa identificarlas y ajustarlas al tono, al contexto... No puedes comportarte igual en un entorno de confianza o de ocio que en un entorno laboral o de estudios. Y sin embargo hay gente que tiene esa idea desajustada.

¿Con qué recursos se educan las emociones?

Yo trabajo mucho con material audiovisual. Tenemos un montón de recursos en el cine, la literatura, los cómics... Podemos coger modelos ajustados o patológicos e identificar qué es lo correcto y qué no. Es una manera gráfica de verlo y ver en qué conflicto puede desembocar. Por ejemplo en Tui utilizamos un par de sketch de Groucho Marx en el que acaba montando un conflicto internacional porque estaba airado. Ahí vemos como la emoción antecede al comportamiento y en un momento dado te puede crear un conflicto. Es muy importante como tú interpretas las emociones de los demás. Nos centramos mucho en el pensamiento crítico. Saber identificar el mensaje que te están mandando, quién te lo manda, para qué lo hace y qué pretende de ti. Que la gente sepa leer entre líneas a nivel de información, de publicidad...

Ponga un ejemplo.

Hay muchas cosas que circulan por las redes sociales pero nadie se para a buscar la fuente original. Simplemente si el mensaje coincide o entona con tus ideas o tu estado emocional directamente lo compartes. Esto pasa incluso con personas que son muy inteligentes, pero no están siendo críticas. Están repicando un mensaje que no saben de donde viene ni qué objetivo tiene.

Es decir, que la emociones nublan la conciencia.

Sí, sí. Exactamente. Hay grandes firmas de publicidad que son verdaderas especialistas en esto. Crean un concepto emocional para que empatices con él y no pienses más. En este mundo en que vivimos, hipertecnológico, en el que estamos tan comunicados, esta parte crítica es muy importante y también que se trabaje en la escuela. Ahora empieza a hacerse. Uno de los valores transversales que propone el marco educativo europeo es el pensamiento crítico en el aula. En Secundaria es más fácil trabajarlo porque los alumnos ya tienen el pensamiento más formado y son capaces de plantearse conceptos. En Primaria es más complicado, pero también se empieza a hacer.

Pensamiento crítico "Por las redes sociales circulan muchas cosas y nadie se para a buscar la fuente original, ni siquiera gente muy inteligente"

¿Y cómo se podría hacer con niños más pequeños?

Por ejemplo eligiendo una noticia adaptada a su nivel. Planteándoles un conflicto de ideas o que incluso hayan tenido en el aula e intentando que se vean en dos puntos de vista. Haciendo mediación.

¿Cree que en la escuela se le presta suficiente atención a las emociones o los docentes se limitan a dar sus clases sin más?

Yo creo que se está haciendo cada vez más. Se ha entendido que los contenidos no pueden fluir si hay mal ambiente en clase, si los niños no están bien emocionalmente. Deben tener confianza suficiente con su tutor, que es una figura muy importante, porque tiene que construir una persona sana a nivel no solo físico y mental, si no también social. Tienen una hora semanal para trabajar este tipo de aspectos. En los años 70 se llevó a cabo el experimento de Seligman. Este científico metió una rata en una jaula de Skinner y le dio descargas eléctricas de forma aleatoria. La rata se sintió indefensa, sufrió una depresión crónica y se dejó morir. Si eso sucede con una rata, ¿qué puede suceder con un niño? La escuela tiene que funcionar como un mecanismo de compensación. Es decir, si al niño le está pasando algo el tutor lo nota, porque lo primero que sucede es que bajan los resultados escolares y la atención. En Galicia se están implantando desde hace años servicios de mediación entre iguales. Son los propios alumnos los que gestionan los conflictos de sus compañeros.

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