HACE ALGO más de tres años saltó a la política nacional de la mano de Mariano Rajoy y se convirtió en uno de los rostros de la renovación del PP. Hoy recorre el país con los consejos de su mentor bajo el brazo, entre el conflicto catalán y las elecciones andaluzas. Andrea Levy (Barcelona, 1984) participa esta mañana en el foro Mujeres del siglo XXI. "Es importante hacer esta clase de actos para seguir incidiendo en la visibilidad de las mujeres en el entorno profesional", dice.
Siguen haciendo falta iniciativas como esta.
Es evidente que se ha trabajado mucho, se han removido muchas barreras, pero aún quedan muchas por remover. Sigue siendo importante poner el foco en la profesionalidad, la valía y el talento de las mujeres. Muchas veces se deja en un segundo plano por cuestiones que tienen que ver con las costumbres y hábitos, que son los que tenemos que ir cambiando mediante educación para que ese 50% de la población tenga su lugar destacado en las obligaciones profesionales.
Se define como una defensora de la igualdad y se la considera una de las voces críticas del partido.
Muchas veces se tiende a pensar que un partido político debe ser algo monolítico y granítico. Creo que no. La política es la capacidad de dialogar y de llegar a consensos mediante discrepacias que tienen que ser voces polifónicas que agranden el Partido Popular. Yo no aspiro a que todo el mundo me vote, pero sí a gobernar para una mayoría o para todos los españoles. Eso hace que muchas veces debamos tener capacidad de autocrítica, que no es más que la reflexión de ver si estamos haciendo las cosas bien. Siempre que he puesto el acento en algo que no me ha gustado, lo he hecho en la convicción de que estaba ayudando al partido, posicionándome al lado pero para seguir hacia delante.
¿En el tema de la igualdad hay más fricción en su partido?
El PP ha sido siempre un partido con cantera de mujeres que han ocupado lugares de responsabilidad política de primer nivel. No podemos permitir que la lucha de las mujeres y hombres por la igualdad de oportunidades de origen, de la que bebe el feminismo, sea una etiqueta patrimonio de la izquierda. Desde luego, las mujeres del PP la abanderamos con la misma defensa y el mismo ímpetu.
¿Qué opina de las palabras de Casado sobre volver a la ley del aborto de 1985?
Se refiere al recurso que el PP presentó hace unos años a la actual ley del PSOE, entre otras cuestiones, porque no nos gustaba la idea de que las menores de 16 años no tuvieran que tener el consentimiento de sus padres para llevar a cabo una circunstancia que es traumática. Lo importante es que la mujer se sienta amparada sanitariamente y jurídicamente en situaciones de vulnerabilidad y poner el foco en que tiene que haber una educación sexual que conciencie a nuestros jóvenes sobre cuáles son todos los métodos para no llegar a esa situación.
Ha dicho que esta estamos en «la era pop» de la política, que estamos convirtiendo la política en "un producto de consumo".
Porque antes de que acabe de hablar, mis fotos tienen que estar en las redes. Los políticos estamos desvistiendo nuestra intimidad. Me preocupa que haya políticos que prefieran ese márketing a la capacidad de hacer una buena política, buena gestión y que trabajamos muy duro para que las cosas salgan bien, aunque no demos bien en cámara. Hay que devolver la confianza de servicio público. Los que tenemos esa vocación lo hacemos. No es fácil ser del PP en Cataluña y si no tuviera convicciones que me hicieran defender mis principios de manera sólida no lo haría.
"Rajoy me aconsejó que no pierda el aire de provincia, que te da el valor de lo importante"
En su blog escribe "(...) En estos últimos años hemos vivido en una coctelera en permanente agitación: repetición de elecciones, aplicación del 155…" ¿Tiene la sensación de estar haciendo un máster en política?
Totalmente. Desde el año 2015 no he tenido un desayuno tranquilo. Te levantas cada mañana y hay un nuevo acontecimiento. Esa velocidad que está adquiriendo la política está dejando huérfano un espacio de reflexión que debería llevar a que los políticos consiguiésemos esos grandes consensos que han hecho avanzar a nuestra sociedad. Yo reclamo que la política se atempere. Los políticos debemos hacernos responsables de bajar ese nivel de crispación.
¿Rajoy o Casado?
Yo le debo a Rajoy que me nombrase cuando era una desconocida, y le debo los consejos de una persona que lo ha sido todo en política. Su manera de entender la política y la importancia que le daba a las cosas. Siempre recuerdo la anécdota de que había llevado la luz a muchas aldeas de Pontevedra y eso era más importante que todo lo de las redes sociales, por ejemplo. Y a Pablo Casado también le estoy agradecida por esa capacidad de volver a ilusionar, de defender el centroderecha, que sea capaz de competir con el modelo que tenemos ahora de izquierda, que está poniendo en juego nuestro modelo democrático, institucional, territorial y económico.
¿Le ha dado algún consejo Mariano Rajoy?
Sí, sobre todo siempre hablaba de lo importante que es mantener el aire de provincia, aunque vivas permanentemente en Madrid, porque es lo que te da la medida de todas las cosas, lo que te pone los pies en el suelo y te enseña el valor de las cosas importantes.
¿Qué le han contado de Pontevedra?
Pues que tenemos un candidato que se llama Rafa y que aporta un proyecto de renovación y, sobre todo, un proyecto que pretende hacer remontar al Partido Popular en Pontevedra y poner el énfasis en aquellas cuestiones que el alcalde actual, que por cierto ya lleva veinte años, ha dejado descuidadas en la ciudad. Es cierto que Pontevedra es una ciudad referente, muy bonita. Da gusto pasear por Pontevedra, pero no puede ser que aquí se desprecie al sector empresarial. No puede ser que tengamos esos datos malos de empleo. Rafa es muy consciente de que, aparte de cuidar la ciudad para los pontevedreses, tiene que hacer de ella una ciudad abierta, que recupere la pujanza económica y que apueste por el empleo, la economía y el turismo.
