"Manuel se sentía totalmente amenazado por Marcos, y su temor se cumplió"

Tanto los amigos de la víctima del crimen de Ponte Caldelas como el detective que contrató subrayan el pánico que el fallecido le tenía al homicida confeso
El acusado, Marcos Vidal, durante la segunda sesión de la vista oral que se sigue contra él en la Audiencia. GONZALO GARCÍA
photo_camera El acusado, Marcos Vidal, durante la segunda sesión de la vista oral que se sigue contra él en la Audiencia. GONZALO GARCÍA

La segunda sesión del juicio por el conocido como crimen de Ponte Caldelas, en el que Marcos Vidal confesó haber dado muerte por celos al marido de su amante, dejó una cuestión bien clara: que el fallecido, Manuel Rivas, le tenía pánico a quien finalmente fue su homicida, hasta el punto de reconocer a sus amistades que vivía bajo una constante sensación de amenaza.

Así lo corroboraron tanto los amigos del difunto como el detective privado que había contratado para investigar las supuestas infidelidades de su esposa, Sandra Martínez. "Casi no hizo falta ni investigar porque era evidente que sí existieron", declaró el profesional ante el jurado de la Audiencia Provincial que dirimirá este caso.

"Nos dijo: 'Fui a casa de Sandra a ver si estaba con alguien, y al primero que saliese de allí lo mataba. Y así lo hice"

Un amigo de Manuel narró que lo vio "un poco nervioso los últimos quince días. Le rayaron el coche y le pincharon las ruedas" y le llegó a admitir que "era por Marcos", pues no aceptaba que Sandra hubiese regresado con su marido, después de haber tenido una relación de varios meses con el acusado.

También incidió en el control que la ahora viuda ejercía sobre la víctima. "Él nos decía que ella lo tenía controlado y que lo mejor era que le hiciera caso. Cuando lo llamaba por teléfono, acudía al instante", apuntó.

El joven puso de manifiesto los vaivenes sentimentales de la pareja, que tanto atravesaba una crisis como se reconciliaba al cabo de un tiempo. En una de esas etapas entró en escena Marcos Vidal, quien insiste en haber dado muerte a Manuel porque se sintió engañado y manipulado por Sandra.

Aunque durante el juicio la mujer negó haber tenido ningún tipo de relación consentida con el joven, una camarera declaró el martes que cuando acudían a su cafetería ambos se comportaban "como una pareja normal, se daban cariños en público y no se ocultaban".

AMENAZADO. Una de las declaraciones más relevantes de la veintena de testigos que este martes desfilaron por la Audiencia fue el de un detective privado, contratado por Manuel, al sospechar que su mujer se estaba viendo con Marcos. "Eso se comprobó rápidamente", dijo, para acto seguido centrarse en el temor que su cliente sentía hacia el acusado.

"Me enseñó mensajes amenazantes y me dijo que habían tenido algún roce. Se sentía totalmente amenazado y su temor finalmente se cumplió", apuntó.

También le trasladó sus sospechas de que Marcos estaba detrás de la destrucción de las ruedas de su coche, "por lo que cada día lo aparcaba en un sitio diferente".

CONFESÓ AL INSTANTE. También declararon los guardias civiles que participaron en la detención del sospechoso y la posterior investigación del crimen. Uno de ellos relató que nada más ser arrestado, Marcos les confesó que había matado a Manuel por celos. "Nos dijo que fue a casa de Sandra a ver si había alguien con ella y que al primero que saliese de allí, lo mataba". Sobre el ataque, también fue elocuente: "Admitió que le di varias veces y lo dejé listo".

Los psicólogos que atendieron a Sandra y a Marcos cerraron el largo turno de testificales. La primera dijo que la mujer encajaba en el perfil de maltratada psicológicamente, por lo que dio aviso a la Policía Nacional, aunque no se tomaron medidas. "Ella quería terminar la relación pero tenía un apego ambivalente". apuntó.

El segundo dijo que Marcos se había recuperado de la depresión que le produjo la ruptura con Sandra, "hasta que la volvió a ver meses antes del suceso". El juicio continúa este miércoles con los forenses.

DIEGO REBOREDO. ABOGADO DEFENSOR DE MARCOS VIDAL
"Marcos iba a responder a todos, pero se derrumbó al oír el relato de hechos"

Diego Reboredo, abogado defensor de Marcos Vidal. GONZALO GARCÍA

El abogado de Marcos Vidal admitió este martes sentirse sorprendido por la decisión de su cliente de no contestar a ninguna pregunta. "La idea inicial era responder a todas las partes pero bueno, su negativa también es comprensible, dado el estado en que se encuentra".

Agregó que "él ha reconocido que ha cometido un hecho muy grave y se vino abajo escuchando las acusaciones, no tanto por las penas que se le piden (25 y 20 años de prisión) como por el propio relato de hechos".

Destacó la confesión efectuada por el acusado en todo momento, tanto a la operadora del 112 con la que habla como con el agente de la Central de la Guardia Civil al que le facilita los datos de lo ocurrido.

Sobre las intensas sesiones de mañana y tarde en la Audiencia, Diego Reboredo destacó que se debe a que el 28 de noviembre se cumplirán cuatro años desde el homicidio de Manuel Rivas, "y si para entonces no hay sentencia, se deberá decretar libertad para una persona que es autora confesa de un crimen".

Al mismo tiempo, subrayó que la declaración de la viuda y ex amante de su cliente "no se sostiene porque miente".