Un grupo de mariscadoras que faenaban en el banco de Lourizán salvaron este viernes a una hembra adulta de delfín mular que se había quedado varada sobre el arenal tras verse sorprendida por la bajamar.
El avistamiento se produjo sobre las 10 horas, cuando practicamente había concluido la jornada extractiva en la ría y varias mujeres recibieron la voz de alarma de un conductor que pasaba por la autovía y divisó al animal, inmóvil, en mitad del canal de la ría, a la altura de la fábrica de Celulosas. De inmediato se acercaron hasta el lugar y le proporcionaron las primeras atenciones, en coordinación con efectivos del Cemma, que ya habían sido alertados por el 112.
Mientras aguardaban por la llegada de los biólogos, las mariscadoras se volcaron en atenciones con el delfín, "que estaba bastante tranquilo aunque daba bastante penita verlo así, inmóvil e indefenso", según manifestó Maricarmen Vázquez, patrona mayor del pósito de Lourizán.
La subida de la marea y el refuerzo del operativo de rescate con Bomberos y miembros de Protección Civil, además de los propios del Cemma, permitió crear una barrera humana para orientar al delfín hacia el canal central de la ría, desde donde consiguió alcanzar el mar.
Alfredo López, del Cemma, explicó que la presencia de delfines tan cerca de la costa "aunque sorprendente, está siendo bastante habitual ultimamente, porque vienen persiguiendo alimento".
En el caso de esta hembra, de unos 3 metros de longitud y unos 350 kilos de peso, se sospecha que pudo verse sorprendida por la bajamar y al perder la referencia del canal central de la ría, desorientarse, lo que produciría el varamiento.
