Más risas que lágrimas al pisar las aulas seis meses después (con mascarilla)

La incorporación escalonada contribuyó a que los centros vivieran sin agobios el inicio de un curso marcado por el protocolo anticovid
Escolares de Primaria de Barcelos en sus pupitres. DAVID FREIRE
photo_camera Alumnos del CEIP de Barcelos entrando ayer al colegio.

Sin besos ni abrazos, con alegría, algo de emoción y alguna lagrimita, entre los más pequeños, que presumieron de mascarilla al reencontrarse con sus compañeros seis meses después de que la pandemia de coronavirus los mandase a casa de un día para otro. Así se vivió este jueves la vuelta a clase en los colegios de Pontevedra, a los que estaba llamado el alumnado de 4º y 5º de Infantil y de 1º, 2º y 3º de Primaria. Hoy se incorporarán los de 6º de Infantil y 4º, 5º y 6º de Primaria. En total serán 71.176 escolares de centros públicos y concertados en la provincia, toda vez que los de los privados ya adelantaron el regreso. En el municipio pontevedrés están matriculados 7.914.

Casi todos los directores consultados coincidieron en que tanto la incorporación escalonada como los horarios separados por niveles, con los niños colocados en filas ordenadas, contribuyeron a que no se produjeran aglomeraciones y se pudiera mantener la distancia de seguridad. "Los niños llegaron puntuales, felices de volver a reencontrarse con sus compañeros y profesores, expectantes, sorprendidos ante los nuevos colores y mentalizados de lo que pueden y no pueden hacer", explicaron en el CEIP San Benito de Lérez, donde hubo "algún lloro, pero en general no". "Tanto niños como padres se comportaron de manera responsable -destacaron en el CEIP de Cabanas-. Los niños nos han dado una lección a todos". En el concertado Doroteas, no obstante, «hubo algún que otro problema con los típicos besos de última hora", ya que "los padres también tienen que saber cómo comportarse".

David CEIP Barcelos: volta ao cole. Entrada escalonada, mascarillas, etc, jueves, 10 sept · 9:00–10:00

"¿Los niños? Felices como perdices, evidentemente. No pudimos empezar mejor", apuntó la directora del CEIP de Barcelos.

Los colegios cuentan con señalización para marcar los itinerarios de las filas de escolares y permitir la separación necesaria, así como dispensadores de hidrogel, y los recreos se realizan en horarios y espacios diferenciados, sin pelotas y evitando juegos de contacto. Asimismo, este jueves empezó a trabajar el persona contratado a mayores para desinfectar los centros públicos durante el horario lectivo.

Con todo esto, superaron el primer día, aunque, como apunta algún director, «habrá que ir viendo mañana y el resto de días cuando se incorporen los demás grupos».

AUSENCIAS. Todo dependerá también de la cifra de alumnos cuyas familias decidan enviarlos al colegio por miedo al contagio, como ocurrió en el CEIP A Xunqueira I, donde también algunos padres prefirieron "esperar a que se incorporen el resto de sus hijos". Las bajas de este jueves también estuvieron motivadas por la huelga de profesores convocada por los sindicatos, con el apoyo de las federaciones de ANPA gallegas. Así, en el CEIP Manuel Vidal Portela, no acudió ni la mitad del alumnado convocado. "A verdadeira proba vai ser mañá", apuntó su director, Arsenio Núñez. "Notamos moita colaboración por parte das familias, foron moi cumpridoras".

David Peregrina: DUAS cousas: 1. está convocada unha concentración de profesores pola folga (pode que haxa familias tamen e estarán deputados do BNG) e 2. pais de Barcelos protestan polo recorte dunha aula (con manifesto), jueves, 10 sept · 11:30–11:30

Si hubo bajas en los pupitres también las hubo entre el equipo docente. La Consellería, que afirmó rotundamente que el curso comezó "con normalidade", cifró en un 12,16% el porcentaje del personal docente que secundó el paro, una cifra que en la provincia de Pontevedra sube al 12,24%. Así, la Xunta agradeció "a responsabilidade" de los maestros, que "na súa gran maioría acudiron ao seu posto de traballo para contribuír a darlle normalidade ao inicio do curso escolar". Los servicios mínimos marcados, abusivos según los sindicatos, pero "avalados polo TSXG", puntualiza la Xunta, se cumplieron "sen incidencias".

Educación destaca que son unas "circunstancias excepcionais nas que o papel de cada membro da comunidade educativa é fundamental para sacar adiante con éxito o curso académico preservando, á vez, a seguridade sanitaria e a calidade educativa".

El seguimiento de la huelga fue desigual por parte del profesorado pontevedrés. Hubo centros en los que faltaron uno, dos o cuatro docentes, o incluso ninguno, frente a otros en los que secundó el paro hasta el 40% de la plantilla. La huelga se completó con una concentración de protesta en A Peregrina, en la que se exigió "ensino presencial e con seguridade" y "negociación, non imposición".

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