El mercadillo de antigüedades se quedará en Serra de forma temporal

El Concello mantendrá la lista de 54 puestos que se hizo en 2015 cuando el rastro se trasladó de A Verdura al Mercado para controlar la venta
Los vendedores ambulantes celebraron este martes una asamblea en la Rúa Serra, frente al Mercado. DAVID FREIRE
photo_camera Los vendedores ambulantes celebraron este martes una asamblea en la Rúa Serra, frente al Mercado. DAVID FREIRE

El mercadillo de antigüedades de Pontevedra podrá celebrarse el próximo domingo. La Concellería de Promoción Económica ha dejado sin efecto la polémica instrucción, hecha pública el pasado fin de semana, que prohibía la celebración de esta feria a partir del 1 de septiembre. El rastrillo dominical se mantendrá en la Rúa Serra, pero de forma temporal, hasta que no se encuentre una nueva ubicación. Y lo hará sin apenas cambios.

El Concello mantendrá el mismo sistema de control del rastrillo dominical. La Policía Local revisará este domingo los carnés y la distribución de los ambulantes en la calle que hay frente a la Praza de Abastos para que no obstaculicen el acceso al inmueble, concretamente a los ascensores. Los agentes también velarán porque los artículos que se comercialicen cumplan con una serie de mínimos. La venta de ropa, calzado o aparatos electrónicos no está permitida.

El departamento que dirige la concejala socialista Yoya Blanco utilizará la lista de 54 puestos que se hizo en 2015 para controlar la asistencia. Aquel registro fue impulsado por el entonces edil de Mercados, el nacionalista Vicente Legísima García, que en noviembre de aquel año trasladó el mercadillo de antigüedades de la Praza da Verdura a la Rúa Serra para resolver el conflicto territorial entre hosteleros y comerciantes.

Aquel documento fue custodiado por el Centro Comercial Urbano Zona Monumental (CCU ZM) por ser el promotor de la feria, que este colectivo empresarial creó en 1997 para dinamizar un casco viejo por el que todavía pasaban coches y que era un punto negro de tráfico y consumo de drogas.

La relación de los vendedores que tenían permiso para vender en el rastro acabó perdiéndose. Zona Monumental asumió el extravío hasta este martes al mediodía, momento en el que el documento "apareció".

Estas tarjetas identificativas serán las que la Policía Local revise el próximo domingo. El sector reconoce que algunas de las personas que figuraban en el listado inicial, 54 en total, ya no ejercen esta actividad económica, por lo que el número de asistentes podría ser inferior a esta cifra.

ASAMBLEA. Los vendedores tienen ante sí varios retos tras la amenaza de cierre por parte del Concello. Uno de los más urgentes es la creación de una asociación para que haya uno o más portavoces que hagan de interlocutores con la Concellería de Promoción Económica.

Un numeroso grupo de ellos celebró ayer una asamblea en la Rúa Serra para analizar su situación y ponerse de acuerdo en qué zona ocupará cada uno en el rastrillo dominical. Otro de los asuntos que fueron objeto de debate fue la «confección» de una lista definitiva de vendedores. Así lo confirmó uno de ellos, Alberto Martínez, que apoya que el Gobierno local regule su actividad para que "se arregle todo esto".

El próximo paso del sector será trasladar su postura a la edil Yoya Blanco, a la que Martínez agradece "el trato y las formas". Precisamente esto último es de lo que se ha quejado toda la oposición, al considerar que la concejala socialista se ha visto obligada a rectificar su decisión de suprimir el rastrillo, que primero tildó de "ilegal" por incumplir la normativa y no pagar las correspondientes tasas municipales y que ahora acepta como válido.

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