Miguel Domínguez Vaz: "Convertimos el hospital en un referente siendo siempre pioneros"

El reconocido traumatólogo es uno de los siete galardonador por Amigos de Pontevedra
Javi 12.30 DIARIO. Entrevista a Miguel Domínguez Vaz, premio Amigos de Pontevedra. Inés Fernández (618869399)
photo_camera Miguel Domínguez Vas en las calles de la ciudad pontevedresa. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

SU MAYOR PASIÓN siempre ha sido la medicina. Por ello, Miguel Domínguez Vaz ha dedicado gran parte de su vida a ejercer esta profesión a través de la gestión del Hospital Miguel Domínguez, que en la actualidad se ha convertido en un referente médico. El traumatólogo pontevedrés ha estado también muy unido a la ciudad a través de la política y el deporte, llegando a convertirse en vicepresidente de la Deputación y presidente del equipo de fútbol local. Su trayectoria personal y profesional unánimemente reconocida lo ha llevado a ser uno de los siente seleccionados con el reconocimiento ofrecido por la asociación Amigos de Pontevedra.

¿Cómo se siente tras haber sido uno de los galardonados con el premio de la Asociación Amigos de Pontevedra?
Cuando te lo comunican te recorren unos sentimientos de emoción y de agradecimiento. Al final es un orgullo que la gente de tu ciudad te reconozca la trayectoria de toda una vida.

¿Se lo esperaba?
No, para nada. Hubo épocas en las que tuve mucha actividad pero ahora que ya estoy jubilado no esperaba algo así. La verdad es que ha sido una sorpresa.

La trayectoria de Miguel Domínguez Vaz ha estado ligada a la ciudad a través del hospital Miguel Domínguez, pero también por su actividad política y su vínculo con el Pontevedra CF, del que fue presidente

A nivel profesional, cuenta con un doctorado en Medicina y una especialización en Traumatología ¿qué le llevó a cursar sus estudios en el campo médico?
La figura de mi padre fue fundamental en mi trayectoria. Él fue un gran traumatólogo y una persona muy activa así que desde pequeño no pensé nunca en ninguna otra cosa que no fuera ser médico y, concretamente, traumatólogo.

Su padre, Miguel Domínguez Rodríguez , al igual que usted ha estado siempre muy vinculado con esta ciudad.
Mi padre era un asturiano que vino a Pontevedra hace muchos años. Era una persona muy activa en la ciudad que, además de fundar el Hospital Miguel Domínguez, ocupó muchos cargos en el mismo. En lo relacionado con el deporte, fue presidente del Club Náutico de Sanxenxo, del Club de Tenis de Pontevedra y del club de fútbol de la ciudad. También participó en el ámbito periodístico, convirtiéndose en el primer presidente del consejo de la segunda etapa del Diario de Pontevedra.

Usted, junto a sus hermanos ha vivido el nacimiento y crecimiento del Hospital Domínguez, que fundó su padre en 1948.
El hospital se inauguró oficialmente el 16 de julio de hace 70 años. Y ese día me bauticé yo allí. Desde entonces tuve toda una vida ligada al hospital y, naturalmente, de niño vi los primeros pasos de crecimiento con mi padre y, después, los últimos los viví más de cerca junto a mi hermano Rafael.

Es un orgullo que la gente de tu ciudad te reconozca la trayectoria de toda una vida

También ha dirigido durante varios años la gestión del hospital. ¿Ha sido complicado estar al cargo de la entidad?
Durante más de veinte años dejé la medicina para encargarme de la gestión. Es verdad que fue más bonito ejercer como traumatólogo. Ser gerente fue más una obligación que una devoción. Aún así, también tenía sus compensaciones. Entre ellas, ver que los proyectos salían adelante. La verdad es que lo llevé bien aunque también con momentos de dificultades.

En la actualidad este centro médico forma parte del grupo Quirón Salud, y es un referente en sanidad privada en Galicia y España, ¿cómo se siente al oír esto?
Nosotros dejamos un hospital que era de los mejores de Galicia, tanto en tecnología como en recursos humanos. Lo que ocurre es que todos los que tienen negocios familiares saben que hay un plus de cariño por la empresa. Pero los sentimientos no deben nublar la razón. Y, la verdad, es que es imposible competir ahora mismo. En ese momento, no solamente teníamos en juego un patrimonio personal y de la familia sino el trabajo de 350 personas en este caso.

En política, la época para mí más agradable fue cuando estuve de vicepresidente en la Deputación de Pontevedra

¿Cómo se ha llegado a convertir el hospital en un referente en el mundo de la medicina?
Con mucho esfuerzo y, además, siendo pioneros en muchas ocasiones. Por ejemplo, adelantándonos a todo el mundo en la tecnología. Aquí tuvimos un escáner y una resonancia magnética, antes incluso que en Montecelo. Cuando montamos la resonancia magnética yo creo que era la segunda que había en toda Galicia. Eso, junto al personal que siempre trabajó con mucho entusiasmo por el hospital, fue lo que poco a poco fue consiguiendo convertirlo en un referente en toda Galicia y más allá. Incluso ganamos, en dos ocasiones, concursos de lista de espera de la sanidad portuguesa. Fue un hospital muy acreditado y lo sigue siendo en la actualidad.

También ha estado presente en la política, ¿este campo también es uno de sus intereses principales?
La política no tenía nada que ver con mi familia. Fue algo diferente y me gustaron mucho los años que pase en este ámbito. La época para mí más agradable fue cuando fui vicepresidente de la Deputación, concretamente responsable del área de Deportes. Pero en todos los lados estuve muy bien, tanto cuando estuve en el Ayuntamiento como en el Parlamento.

Entre la medicina, el fútbol y la política, ¿con qué etapa se quedaría?
Mi vida fue la medicina. Es verdad que desde distintas posiciones, pero siempre mi mayor interés fue el campo médico. Aún así, no renunciaba a ninguna de las otras dos etapas porque fueron muy agradables. Estas supusieron un esfuerzo extra pero al final siempre tiene su recompensa.

"Mi padre fue quien me transmitió la pasión por el Pontevedra CF"
¿Su interés por los deportes le viene desde tiempo atrás?
Sí, la verdad es que de joven tenía muchas aficiones, entre ellas, me encantaba el tenis. Siempre practiqué este deporte aunque no era el único que me gustaba. Hice muchos deportes de mar pero tenía devoción, especialmente, por el fútbol. La verdad es que de niño jugaba partidos de fútbol o tenis por cualquier parte de la ciudad.

Ha presidido durante algunos años el Pontevedra CF e incluso lo llevó a Segunda B en 1984, ¿qué le llevó a tener esta fuerte afición por este deporte?
El fútbol me gustó desde siempre, tengo fotos desde muy pequeñito con un balón. Además, mi padre ya había sido presidente del club. Él con mucho más mérito que yo, ya que lo ascendió a primera división.

¿Qué fue lo que le incitó a convertirse en presidente del equipo de fútbol?
Antes de eso yo ya había sido mé-dico del equipo. Conocía muy bien el fútbol y al Pontevedra y creía que podía aportar algo. Creer en el equipo fue lo que me llevó hasta allí. Además estaba rodeado de una gran junta directiva y eso me dio todavía más ánimo.

¿Realizó más actividades ligadas con el equipo granate durante esta etapa de su vida?
Sí, durante este periodo también escribí el libro de los 50 primeros años de su historia, el cual me llevó mucho trabajo. Cuando me metí a hacerlo no sabía que me iba a requerir tanto esfuerzo.

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