Mónica Arrizabalaga, periodista y autora de 'España: la historia imaginada'

"La historia de Benito Soto me cautivó por completo"

El pirata pontevedrés es uno de los personajes que protagonizan el libro que Arrizabalaga acaba de publicar con Espasa. "¡Cómo no incluirlo! Es una auténtica leyenda" ►De los amantes de Teruel a la reina Lupa, la autora recopila en esta obra mitos españoles desde la Antigua Grecia a la actualidad

 

La periodista navarra Mónica Arrizabalaga. JOSÉ CORRIENTE
photo_camera La periodista navarra Mónica Arrizabalaga. JOSÉ CORRIENTE

"Se miente más de la cuenta por falta de fantasía: también la verdad se inventa". Una cita de Antonio Machado le sirve a la periodista Mónica Arrizabalaga (Pamplona, 1973) para abrir su libro España: la historia imaginada (Espasa, 2018), en el que recopila leyendas históricas como la del Cid Campeador y otras contemporáneas como la de la chica de la curva. Pero en medio se cuela Benito Soto.

¿Hay una historia de España imaginada?

¡Hay muchas! Las leyendas forman parte tanto de lo que nos hubiera gustado ser, de lo que soñamos, como de lo que esperamos y de lo que nos da miedo. Sí, efectivamente en España hay una historia imaginada.

Muertos vivientes, vampiros, bandidos, piratas, extraterrestres. De todo hay en su libro.

¿Sabes qué pasa? Que yo he intentado que en el libro hubiese leyendas y mitos de diferentes épocas. Es cierto que la Edad Media fue una época fecunda en este tipo de historias, pero quería mostrar que hoy en día siguen naciendo y difundiéndose. Así que los relatos medievales se mezclan con algunos que parecen de ciencia ficción.

En realidad, muchos de los protagonistas de su libro son muy conocidos: El Cid, la Reina Lupa, los amantes de Teruel...

Claro. Porque son muy nuestros. Están muy relacionados con la idea que tenemos los españoles de nosotros mismos, de lo que somos, con nuestra memoria y nuestra forma de entender el mundo. Muchos de los personajes que aparecen en el libro son históricos, reales, aunque algunas cosas que se han contado sobre ellos no lo sean.

Y en medio de todos ellos aparece un pontevedrés, el pirata Benito Soto.

Es que la suya es una historia apasionante. Un pirata siempre es un personaje que atrae mucho. Pero es que aquí estamos hablando del hombre en el que dicen que se inspiró Espronceda para escribir esos versos que todos aprendemos de niños: "Bajel pirata que llaman, por su bravura, el Temido". Me cautivó por completo.

"Nos creemos muy diferentes a los habitantes de la Edad Media, pero quizás no lo somos tanto. Al fin y al cabo, vivimos en la época de las fake news"

¿De dónde surgió la idea para el libro?

Surgió de una serie de artículos que me encargaron sobre leyendas, hace unos años, para el periódico ABC. La verdad es que al principio me sorprendió un poco el encargo: al fin y al cabo yo soy periodista y me estaban pidiendo que escribiese sobre algo que ya sabía que no era verdad. Empecé a documentarme, a llamar a gente, a investigar... Cuando llevaba unos cuantos publicados, me llamaron de la editorial para publicar un libro.

Precisamente, en el prólogo del libro, Luis Díaz Viana reflexiona sobre los límites de la verdad.

Yo sentí desde el principio que me adentraba en un terreno ambiguo, un terreno fronterizo entre los hechos históricos reales y los imaginados, lo acontecido y la fantasía. Había un interés por saber cuánto había de verdad en las historias. Mi conclusión es que muchas veces en estos mitos lo que hay son medias verdades. Puede que el relato no sea cierto, pero sí que retrata, de alguna manera, el momento en el que se contruyó.

¿Siguen generándose hoy leyendas como en la Edad Media?

Por supuesto. He incluido en el libro algunas. ¿Quién no ha oído hablar de la chica de la curva o de los ladrones de órganos? Vivimos en una época en la que se originan leyendas constantemente. Creemos que estamos mejor educados que en la época medieval y es verdad que manejamos más conocimiento, pero Internet se ha revelado como un espacio fructífero para este tipo de historias que, además, se difunden rapidísimo. Al fin y al cabo vivimos en la época de las fake news.

Y de la posverdad.

Efectivamente. Nos vemos a nosotros mismos muy diferentes a aquellos habitantes de la España de la Edad Media, pero quizás no lo somos tanto. Varían los personajes o el contexto de las historias, en aquel momento quizás muy centradas en el ámbito religioso, pero se mantienen otras constantes. ¡Y tampoco te creas! Hace cuatro días estuve leyendo una historia de una figura de un santo que parece que lloraba sangre. Así que... En la Edad Media quizás no todos se creían al pie de la letra absolutamente todo lo que les contaban, pero de lo que se trataba era de difundir un mensaje que había detrás de todas esas leyendas. Y está claro que funcionaba.

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