"Nacer en España no quiere decir que seas español"

Nació en Madrid pero fue registrado en la embajada de Guinea. Las trabas para obtener un DNI le impiden acceder a la Once
Lucas Brye Ondo, posando este martes en la Praza de Barcelos. DAVID FREIRE
photo_camera Lucas Brye Ondo, posando este martes en la Praza de Barcelos. DAVID FREIRE

"Nacer en España no quiere decir que seas español". Es la frase que Lucas Brye Ondo lleva grabada a fuego y así la repite una y otra vez cada vez que muestra su NIE. La Administración se la ha repetido cientos de veces.

Este madrileño afincado en Pontevedra hace más de una década está pagando cara la factura que le dejó su abuela, una mujer ya fallecida, cuando hace 39 años –nada más nacer y con la mejor de las intenciones– decidió registrarlo en Guinea Ecuatorial, país natal de la familia de Lucas. Por eso, a pesar de constar en todos sus documentos que su lugar de nacimiento es España, no se le considera español.

La cuestión se agravó cuando Lucas, hace ya 20 años, sufrió una parálisis que le dejó ciego. Ahora, con un 97% de invalidez certificada, no puede acceder a la Once por no poseer DNI. Un detalle que está convirtiendo su vida en un auténtico infierno.

"Las normas que tiene la Once es que si no tengo el DNI español no puedo entrar", señala este joven, añadiendo que "no entiendo que no me dejen hacer el DNI. Las asistentas sociales conocen mi caso, tengo la partida de nacimiento de Madrid, la fotocopia del libro de familia de Madrid, tengo todos los papeles españoles, incluso los papeles de acogida de la Generalitat de Catalunya. La Policía a veces se sorprende pero nadie me ayuda a solucionarlo". Es considerado guineano sin ni siquiera conocer Guinea.

La vida de Lucas se complicó cuando era solo un niño y falleció su madre. Entonces cogió sus cosas y se marchó a Barcelona con su padrastro. Tras vivir una infancia complicada, regresó a Madrid para empezar una nueva vida junto a su pareja, pero un día cualquiera, la Policía le dio el alto para pedirle la documentación. "La tenía caducada y me detuvieron, me llevaron al calabozo y me abrieron un expediente de expulsión". Ese hito marcó un antes y un después y ese antecedente policial lo arrastra a día de hoy como un motivo más para no obtener su DNI.

El objetivo de Lucas pasa por poder demostrar que es un español más y que conste como tal, para poder acceder a la Once e integrarse así como cualquier persona ciega. "Quiero aprender braille, quiero vivir, quiero trabajar, quiero tener un futuro y tener la posibilidad de ganarme la vida, sin tener que estar dependiendo", apunta. Lucas está cargando con unos orígenes con los que, a pesar de estar orgulloso, siente que le están frenando a la hora de hacer su vida. "No entiendo el problema. En mi NIE pone que nací en Madrid pero por detrás pone que la nacionalidad es Guinea Ecuatorial, y yo no he pisado nunca suelo guineano".

UN ÁNGEL DE LA GUARDA. Hace dos años se cruzó en su camino Ángeles Fondevila, una mujer comprometida con la causa y enemiga declarada de las injusticias, que desde el primer día ayuda a Lucas a que su vida sea un poco mejor en Pontevedra. Amoldado a la Boa Vila y considerándose un pontevedrés más, asegura que se desenvuelve "mucho mejor que en Madrid porque es más pequeño" pero le queda mucho camino por recorrer todavía.

La propia Ángeles se encarga de facilitar la vida de Lucas y tenderle una mano puesto que "es una persona bellísima, incapaz de hacer mal", es por eso que no entiende que no se le eche una mano para que pueda llevar una vida dentro de la normalidad establecida para una persona con su discapacidad. "Le cuesta moverse solo y necesita ayuda. Cobra 400 euros, paga 200 por la habitación y nadie le tiende la mano", relata Ángeles, que este martes acompañaba a Lucas a la Praza de Barcelos para reunirse con nosotros. "Ojalá perteneciese a la Once, y seguramente no estaríamos viviendo todo esto".

Ahora ámbos mantienen la esperanza de que algún día cambien las normas y pueda llevar en su bolsillo un DNI que le acredite como español para acceder a la Once como un invidente más, indistintamente de sus orígenes.

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