La zona central de la plaza circular se reabrió al tráfico peatonal el lunes por la tarde. Pero aún faltan por ejecutar las cuatro esquinas de este céntrico cruce. Allí se colocará un nuevo pavimento, lo que ha obligado a demoler parte de las aceras del entronque de las tres calles que desembocan en él.
Gómez Junquera informó de que las telas verdes que ahora tapan este trazado se retirarán para no tapar los escaparates y reducir así los efectos negativos de las obras. Una vez concluida esta actuación, el siguiente paso será pulir el hormigón para mejorar la imagen de este ámbito. "O tráfico rodado non se vai modificar. Vai quedar unha praza con preferencia peonil que conectará o ensanche de Benito Corbal co centro histórico", destacó el edil del BNG, que reconoció que esta actuación "resultou moito máis complexa" de lo previsto.
Las obras, que empezaron el pasado 27 de enero, iban a consistir en un cambio de pavimento, el cuarto hecho en la misma zona desde 2014. Pero un pozo en mal estado obligó a ampliar el proyecto del cruce, que presentaba riesgo de colapso. Así, el Concello decidió renovar los servicios subterráneos, sustituyendo 42 metros de tuberías y dándoles un nuevo trazado, con dos puntos de entrada ante posibles revisiones o reparaciones futuras.
La obra costará finalmente 70.044 euros. De ellos, 48.000 euros se corresponden con el contrato original, adjudicado a Covsa, que también se hizo cargo del proyecto modificado por otros 20.592 euros. Diego Piay se encargó del control arqueológico requerido por Patrimonio por 1.452 euros.