A PUNTO de terminar un curso marcado por la covid-19, ¿qué balance hace como educadora y presidenta de una institución que cuenta con 15.000 alumnos?
El balance es muy positivo, a pesar de las circunstancias tan difíciles que hemos vivido. Todo el sistema ha tenido que transformarse de una manera muy acelerada y ha supuesto una oportunidad para aprender y desarrollar un modelo educativo basado en algunas competencias que nosotros ya veníamos trabajando. En la institución SEK ya contábamos con las plataformas y el uso de las tecnologías. Esa transición de la formación presencial a la formación en remoto en 48 horas se hizo de una manera casi automática y el primer día de confinamiento todas las aulas estaban trabajando. La primera reacción que tuvo la comunidad frente a una situación que era de emergencia, y que creímos que iba a durar quince días, fue buenísima. Luego, como se prolongó, fuimos adaptándonos, para mejorar el modelo. Al principio casi se traduce el modelo del aula al aula remota y luego se va evolucionando ese modelo aprovechando la riqueza que tiene el medio digital haciendo una transformación muchísimo más profunda. Se ha compartido mucho, han colaborado mucho entre los centros de la institución y hemos funcionado como una comunidad de aprendizaje en la que todos hemos demostrado tener capacidad de aprender.
¿Cómo se ha adaptado el sistema educativo a la situación?
Sobre todo los alumnos, que han tenido una reacción extraordinaria, a nivel país, y en el caso de la institución SEK han mostrado flexibilidad. Son los más preparados para las disrupciones que van a vivir. Los profesores son los otros héroes de la pandemia, su trabajo a lo mejor es más silencioso pero ha sido inmenso, no han tenido límites de hora, de dedicación...Han establecido una relación más cercana con los alumnos. El esfuerzo ha sido extraordinario. Las familias también han aprendido, se han adaptado a una circunstancia totalmente nueva, los padres y madres han entendido mejor el trabajo que hacen sus hijos en el colegio y han asumido el rol de colaboradores. Y hemos aprendido como institución. Es importante que también sepamos modelar esos valores que queremos aportar a nuestros alumnos, como innovación, creatividad, adaptación para dar respuesta a lo desconocido...
Ha dicho en alguna entrevista que se ha terminado el modelo tradicional de educación. ¿Hacia qué modelo vamos?
A lo largo de este año hemos demostrado que hemos avanzado. Algo bueno tiene que salir de una situación tan tremenda. El modelo tradicional que había hecho crisis, que no daba respuestas a los alumnos porque no permitía personalizar el proceso de aprendizaje como nos gustaría hacerlo, crear itinerarios más personales, ser más flexibles, utilizar de una manera más inteligente los recursos tecnológicos, desarrollar las competencias del siglo XXI y que sabemos que son importantes, comunicación, resiliencia, flexibilidad, todo eso se ha visto acelerado por toda esta situación. Hemos tenido que avanzar en modelos metodológicos porque la traducción literal de lo que hacíamos en el aula no funcionaba. Todo eso ha sido un acelerador del cambio educativo y lo que tenemos ahora es el reto de no olvidar nada de lo que hemos aprendido. La escuela es un lugar para ser. Durante muchos años nos hemos centrado demasiado en el aprendizaje de contenidos cuando la escuela está para otras cosas que son las que hemos echado de menos durante la pandemia.
La respuesta del sistema educativo en general ha sido muy positiva.
Sí. Como país hemos sido de los pocos que ha abierto la escuela todos los días del año, el valor que hemos tenido como sistema educativo de país de no cerrar las escuelas ha sido un mérito educativo extraordinario que veremos en el futuro como algo muy positivo en el equilibrio emocional de los niños.
Los gobiernos deben tomar nota para impulsar ese cambio.
Yo creo que los gobiernos están haciendo una lectura en este sentido. Se están haciendo varios estudios en muchos países, pero está todo todavía muy reciente. Más que nunca los sistemas educativos a nivel internacional han colaborado porque todos teníamos los mismos problemas. El desarrollo dela LOMLOE también tiene que tener en cuenta todo lo que ha ocurrido.
¿Qué opinión le merece la nueva ley educativa que ha generado en contra la educación concertada?
Al final el debate se circunscribe a determinados elementos que pueden ser más polémicos por su carga política. A mí me gustaría que en todo este debate de la ley se hable de educación y no del componente político. El sistema tiene una oportunidad de oro de transformación. En cuanto a la concertada, corremos el riesgo de pensar que la educación concertada, que nació para dar respuesta a cuestiones que no contemplaba la pública, como la religión, se convierta en la educación pública de calidad. Yo apuesto porque la educación pública sea de calidad.
Con nueve colegios en España. Grancia, Irlanda y Catar y la Universidad Camilo José Cela en Madrid, ¿qué diferencia la institución educativa que preside de otras?
Nuestro rasgo principal es que tenemos una tradición de innovación y servicio a la sociedad a través de cada uno de los alumnos. Somos una institución que aprende y lo ha hecho y lo ha demostrado durante la pandemia. Y esa capacidad de aprender y de adaptarnos a las nuevas circunstancias nos ha llevado a ser pioneros. SEK Atlántico, en Pontevedra, responde a las necesidades del contexto en el que está. No hay dos colegios iguales aunque todos compartan un ideario y un sistema de trabajo, unos valores.
Global Education Forum. "Vamos a abordar la transformación de la educación superir en el foro de octubre"
Nieves Segovia fundó y promueve el Global Education Forum, una comunidad de innovadores en educación y el SEK Lab, una aceleradora de Edtech. La innovación es más necesaria hoy que nunca.
Absolutamente, innovar cada día es más sinónimo de aprender. La innovación educativa es la palanca para la transformación del sistema. Ves que salen proyectos fantásticos de nuestros alumnos, muchos con carga social, estoy orgullosa de eso. SekLab es una aceleradora de proyectos Edtech que nos ha permitido entender toda la información que pasa fuera del ecosisteman educativo, aprendemos juntos. Cada año se presentan muchas, y trabajamos con ellos. Vamos a lanzar en octubre la tercera edición del Global Education Forum en el que vamos a hablar de la transformación que está empezando a vivir la educación superior. El espíritu de este foro, que es abierto a la ciudadanía, es que sea una conversación alrededor de la transformación de la educación superior que ya se había iniciado y que la pandemia ha acelerado. Estamos invitando a expertos nacionales y queremos que esa conversación se inicie antes en las redes. Será un evento gratuito para hablar de educación superior, que es donde es más fácilmente poner en marcha nuevas propuestas a través de las nuevas tecnologías.
