El de este domingo fue el día más caluroso de la pandemia. La estación meteorológica de Campolongo alcanzó los 29,9 grados y para este lunes se esperan de nuevo temperaturas veraniegas. La jornada de domingo animó a muchos pontevedreses a acercarse a los entornos naturales a pasear, hacer ejercicio al aire libre o disfrutar de las terrazas.
La Illa das Esculturas y las inmediaciones de la playa fluvial acogieron mucha actividad durante todo el día. Lo mismo los paseos junto al Lérez y el Gafos, el entorno del parque de Lourido, en Poio, y, por supuesto, las playas.
Lourido, Mogor o Silgar fueron algunas de las más concurridas en las que se vio a numerosas personas caminando por sus orillas, casi siempre vestidas, mascarilla en boca, niños y niñas mojándose, lavándose las manos en sus fuentes y contando las horas para poder darse el primer chapuzón, que en Pontevedra, con el inicio de la fase 2 del estado de alarma, podrá ser este lunes, eso sí, siempre manteniendo la distancia de dos metros y medidas de higiene.
Otra de las estampas que dejó este domingo fue el de la celebración de misas en las iglesias de la ciudad con todas las medidas de precaución activadas. Los feligreses acudieron con tapabocas, respetando la distancia social de dos metros entre unos y otros y evitando el contacto.
Aunque a primera hora las calles de Pontevedra permanecían vacías a causa de las elevadas temperaturas, conforme fue avanzando la tarde se llenaron de gente. También en el municipio marinense fueron muchos los que eligieron las plazas para tomar un refresco en una de las –todavía– pocas terrazas que se encuentran abiertas. Entre los veladores se vieron más mascarillas y pequeños grupos de amigos tratando de guardar las distancias y a la vez disfrutar de un típico domingo de sol... en tiempos de coronavirus.
Con respecto al deporte no profesional que no requiera contacto físico, podrá realizarse en grupo de 6 a 23 horas, a excepción de la franja que corresponde a los mayores de 70 años, de 10 a 12 horas y de 19 a 20 horas