El plan para cerrar al tráfico el atrio donde está situada la capilla de San Mauro cuenta con el visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio. Este organismo, dependiente de la Consellería de Cultura, informó tanto al Arzobispado de Santiago de Compostela –propietario del recinto– como al Concello de la concesión de la preceptiva autorización.
La medida, reivindicada por vecinos del barrio de San Mauro, será efectiva antes del próximo 15 de enero, festividad del patrón. La empresa BIC Materiales y Conservación, S.L. está a la espera de recibir los seis bolardos de piedra que cerrarán el acceso al atrio por la entrada situada en la parte más próxima al cementerio municipal. Solo podrán entrar en el campo de San Mauro (como popularmente le denominan los residentes en el barrio) los vehículos de servicios religiosos que se celebren en la ermita (en la actualidad solo funerales). En este caso, los coches fúnebres accederán al recinto por la entrada más cercana al pequeño templo, que tendrá una cadena sujeta en sus extremos por dos bolardos metálicos.
La firma BIC Materiales y Conservación está a la espera de que las lluvias concedan una tregua para efectuar los trabajos correspondientes a la colocación de los pivotes de piedra, que estarán sujetos al suelo con mortero.
La eliminación del tráfico es el paso previo a la colocación del crucero que fue restaurado después de los destrozos que sufrió en distintas ocasiones tras ser derribado por diferentes vehículos. La cruz y el capitel ya habían sido recuperados en 2012, mientras que la rehabilitación de la vara tuvo que esperar varios años hasta que una compañía aseguradora se hiciese cargo del pago de los daños.
La empresa encargada de la recuperación y colocación del crucero en su lugar original (la base de piedra está desplazada debido al golpe que le dio un coche) anunciará en su momento el día en que entrará en vigor el cierre del atrio para que los conductores que venían utilizándolo como aparcamiento disuasorio eviten dejar estacionados sus vehículos en el recinto (algunos de ellos incluso taponaban las dos entradas de la ermita).
De esta forma, los vecinos esperan que el atrio de San Mauro esté libre de coches, furgonetas y camiones antes del 15 de enero, fecha en la que está prevista la celebración de los actos religiosos dedicados al patrón, consistentes en una misa solemne y en una procesión por el entorno de la capilla.
