En tiempos de Covid, con dificultades económicas, preocupaciones y desmotivación, la receta del mago Pedro Volta para seguir avanzando es ilusionarse de nuevo y dejarse sorprender. La magia, recomendada para niños y adultos, parece una de las opciones más saludables para activar el sistema de nuevo.
¿Cómo espera vivir estas fiestas de la nueva normalidad?
No han supuesto un cambio importante para mi porque llevo cuatro años pasando los veranos en Peñíscola, donde hago un show y dirijo la parte artística del Museo de la Magia. Este verano como hay menos volumen de trabajo, decidí quedarme en Pontevedra, y estoy muy ilusionado por formar parte del programa de las fiestas. Dentro de esta situación tan complicada, el lado positivo es que por fin puedo disfrutar de mi ciudad en verano.
¿La mascarilla cambia el modo de actuar o de recibir el calor del público?
La magia es muy expresiva, todo el formato en sí, yo aunque cuento historias, no baso mi show únicamente en palabras. Y me apoyo también en que la magia es muy visual, aunque con la mascarilla se elimine parte de la expresión, hay otros recursos que permiten que llegue igual, como la música que crea momentos emocionantes. Además, me acostumbro fácilmente porque los magos estamos habituados a hacer cosas raras, así que ponerme la mascarilla es importante para que todo vaya bien.
¿La magia es un espectáculo para todas las edades?
Si, concretamente mi magia es un espectáculo familiar y adulto, no solo infantil. El adulto se va a sorprender muchísimo, hay momentos impactantes y les van a gustar las referencias, porque yo hago una magia que está muy inspirada en las películas y en las series, llena de atrezzo. Por ejemplo, el martes voy a interpretar un número que preparé para estrenar aquí en Pontevedra, inspirado en la serie La casa de papel. Es la primera vez que lo hago y llevo semanas ensayando , creo que va a quedar muy chulo. Me motiva estar en mi ciudad, para hacer cosas nuevas e ilusionantes.
¿Por qué fascina tanto la magia?
Porque la magia nos recuerda algo muy importante que es el estar ilusionados, cuando nos hacemos adultos vamos perdiendo fuelle por las circunstancias de la vida, y ahora posiblemente estamos en un momento en el que hay mucha gente desmotivada, con pocas ganas. Pero la magia te recuerda que siempre te puedes seguir sorprendiendo. Los niños, por ejemplo, a lo largo del día observan todo con mucha atención y se dejan sorprender. Los adultos anhelamos eso, y la magia gusta porque causa ese efecto que existía en la infancia y surge en medio de la rutina y las complicaciones. Sería muy difícil vivir sin magia o ilusión, no me puedo imaginar un mundo donde los niños se educan sin ello, que creo que se traduce en la el sentimiento de esperanza en el futuro.
"No me puedo imaginar un mundo donde los niños se educan sin magia, ella se traduce en esperanza en el futuro"
¿A día de hoy es viable dedicarse a ser creador de ilusiones?
Hoy en día cualquier profesión liberal, que dependa un poco de ti, requiere de una pasión extraordinaria. Es mucho tiempo durante toda una vida, no existe un horario laboral, no se desconecta al salir del trabajo, y eso solo se puede hacer con ganas. Mi trabajo no es diferente al de un arquitecto, un pinto o un escritor. Hay que buscar la parte profesional y artística, desarrollarla y luego convertirla en profesión para rentabilizarla y ganarte la vida con ello. Al final es una decisión personal: buscar seguridad en un trabajo estable o vivir en la incertidumbre y disfrutar mucho de lo que haces, aunque el mundo artístico es muy sufrido. Hasta que no haces una cosa y la desarrollas y la presentas al público, hay mucha tensión. Pero esa tensión nos gusta, la adrenalina llega a ser de algún modo adictiva.
¿Qué trucos tienen más éxito entre el público?
Yo soy comunicador, y siempre busco que mi magia este adornada con una historia. También hago algún número de escapismo, pese a que tuve un accidente. Pero un buen truco me parece la magia con historia, muy de película, como un encantamiento y con ritmo. Me gusta sorprender, que la gente se quede pensando "cómo lo habrá hecho", es lo que espero provocar en Pontevedra con el número de La Casa de Papel.
¿A quién tiene como referencia?
Son muchas, porque he tenido la suerte de trabajar con distintos magos. Yunke (de El Hormiguero) es mi mentor. Podría nombrar a cuatro grandes magos que admiro: en España, Juan Tamariz y Pepe Carro, y a nivel internacional, David Copperfield y Lance Burton. Copperfield es mi referente y su concepción de como estructurar los números, de como envolver las historias, el tempo que utiliza en cada número...
¿Qué truco de magia hace falta hoy en día dada la situación que vivimos?
El truco hoy en día es tener ilusión, sino nos volvemos apáticos y se debilita nuestro sistema inmunológico a falta de motivación. La magia es tener fe en el futuro y esperanza en que puedes cambiar las cosas.
