La demora en la concreción de las medidas sanitarias por parte del Gobierno central ha pillado a contrapié a muchas peluquerías. El sector se divide entre las que están dispuestas a retomar desde este lunes su actividad y las que no lo harán hasta, al menos, la semana que viene.
Es el caso de la Peluquería Arume, situada en Cobián Roffignac, que prefiere reabrir cuando tenga todas las garantías tanto para su clientela como para sus trabajadores.
En Pontevedra hay más de un centenar de negocios de este tipo. Casi todos están cerrando agendas con cita previa para atender a sus clientes. Entre ellos figuran las cadenas Carlos Conde y Carlos Pons.