Los investigadores de la unidad Greco Galicia están seguros de que un joven, vecino de Sanxenxo y originario de Francia, era el lugarteniente de Lorenzo Toledano, recientemente condenado a doce años y medio de prisión por la organización de dos grandes alijos de hachís que fueron interceptados por la Policía Nacional de Pontevedra en las inmediaciones del Estrecho. La Audiencia Nacional, sin embargo, considera que "no formaba parte de la organización", a pesar de entender que está acreditado que era "la persona encargada de vigilar la sustancia hasta llegar a tierra una vez introducida en la embarcación". El tribunal, que se refiere a 2,9 toneladas incautadas en 2015, impone una pena de tres años y medio de cárcel al citado francés afincado en O Salnés, con el argumento de la confesión como vía para fijar una condena que ha caído como un jarro de agua fría entre quienes permanecieron durante meses siguiendo la pista de individuos que, según piensan, tenían capacidad para transportar grandes cantidades de hachís en el Mediterráneo, pero también importantes partidas de cocaína procedentes de Sudamérica.
Sea como fuere, después de un operativo que acabó con 21 investigados y que se desgajó en la vía judicial en varios procedimientos distintos, lo cierto es que buena parte de los investigados fueron desvinculados de la organización criminal que, según policías y fiscal, conformaban todos ellos.
De ese modo, Lorenzo Toledano fue condenado a doce años de cárcel, Francisco José P.A. recibió trece, Román C.F.seis y medio y Francisco Javier Fernández Pomares, alias "Peque" (que heredó el apodo de su padre y que se considera la segunda cabeza del entramado junto a Toledano), nueve años.
El resto de individuos que fueron detenidos en distintas latitudes -Extremadura, Madrid, Andalucía y Galicia, además de en altamar- se beneficiaron del sistema penal español de una forma similar al ahora condenado, con penas que posiblemente le permitan eludir la cárcel.
