Piden cárcel para una empleada del hogar acusada de robar a una mujer dependiente en Pontevedra

La mujer habría sustraído joyas y dinero de la casa de la víctima, donde trabajó durante diez meses
Audiencia Provincial de Pontevedra. DAVID FREIRE
photo_camera Audiencia Provincial de Pontevedra. DAVID FREIRE

La Fiscalía solicita nueve años y medio de prisión para una empleada de hogar que será juzgada este martes en la Audiencia de Pontevedra acusada de haber robado joyas y dinero en el domicilio en el que trabajaba cuidando a una mujer dependiente.

Esta mujer, según recoge el fiscal en su escrito de acusación, trabajó diez meses en una casa de Pontevedra, realizando tareas de limpieza y cocina y atendiendo al cuidado personal de una señora con problemas de salud y con graves dificultades de movilidad.

La acusada tenía llaves de la vivienda y acceso a todas las dependencias del domicilio y, en ocasiones, también acompañaba a la señora a la que cuidaba a hacer gestiones bancarias.

Debido a esa buena relación entre ellas, relata el fiscal, la víctima facilitó a la empleada el PIN de su tarjeta bancaria y las claves de acceso a la banca electrónica.

Además, ésta sabía que en el salón del domicilio había una caja fuerte en la que la mujer guardaba joyas y objetos de valor y que la llave siempre estaba guardada en un bolso de mano que la víctima dejaba en el dormitorio principal.

Cuando dejó de trabajar para ella, la empleada del hogar siguió visitando a la señora con la excusa de llevarle comida o de ver cómo se encontraba, continúa la Fiscalía en su escrito de acusación, y guardó sin consentimiento una copia de las llaves de la vivienda.

La acusada, gracias a que conocía las costumbres fijas de la víctima y sus horarios de paseo, usó estas llaves para entrar a la vivienda y, tras abrir la caja fuerte, se apoderó de las joyas.

Del robo la mujer no se enteró hasta pasados unos meses cuando, al darse cuenta de que no tenía la llave de caja fuerte, la abrió con otra que le guardaba un amigo y comprobó que faltaba todo su contenido.

Las joyas, según asegura el fiscal, fueron vendidas en dos establecimientos de compraventa de Pontevedra y la acusada habría recibido por ellas cerca de 7.000 euros, a pesar de que el perito judicial las ha valorado en casi 14.000 euros.

A este delito de robo con fuerza, el fiscal añade un delito continuado de estafa, ya que la mujer habría realizado durante los meses que trabajó para la víctima hasta 23 transferencias de dinero mediante su cuenta de banca electrónica, quedándose con unos 10.400 euros.

La víctima también era titular de una cuenta bancaria en la que le ingresaban mensualmente una pensión de 553 euros y en la que tenía domiciliado los recibos de telefónica y de otros gastos menores y, de dicha cuenta, la acusada hizo unas 60 retiradas de dinero.

Cada una de ellas, según el fiscal, era una de media de 400 euros y la señora, hasta el momento, no ha recuperado nada, ni el dinero ni las joyas.

Vaciando las cuentas bancarias y vendiendo sus objetos de valor, afirma el representante del ministerio público, dejó a la víctima en una situación económica "muy delicada y precaria" al perder todo el dinero que tenía ahorrado para pagar el coste de la atención y ayuda que necesita "imperiosamente" para todo, incluidos los actos más básicos de higiene.

Junto con la pena de cárcel, cinco años por el robo y cuatro y medio por la estafa, la Fiscalía exige que la víctima sea indemnizada con unos 50.000 euros, que corresponden al dinero retirado de su cuenta bancaria, las transferencias fraudulentas y el valor de las joyas robadas.