Vox no habría conseguido un escaño por Pontevedra ni con el doble de votos

Podemos se queda a 23.000 votos del segundo parlamentario y Da Silva, a 30.000 de lograrlo ▶El Partido Popular habría necesitado más de 40.000 papeletas adicionales para jugarse con el PSOE el último diputado en disputa

Imagen de las votaciones celebradas el pasado domingo en Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera Imagen de las votaciones celebradas el pasado domingo en Pontevedra. GONZALO GARCÍA

Mayor participación, menos abstenciones y, sin embargo, diputados con un coste electoral menor para los partidos. La Ley D'Hont provoca estas paradojas. El primer escaño de estas elecciones en Pontevedra (el que más votos precisa) se lo anotó el pasado domingo el PSOE, con sus 184.662 votos totales. Fue el precio en sufragios del puesto que ocupará Olga Alonso y, curiosamente, resultó más barato que hace tres años, en la última convocatoria de unas elecciones generales. Entonces el primer sillón en las Cortes se lo quedó Ana Pastor (PP) con los 206.732 apoyos alcanzados por los populares en la provincia.

Por contra, la última butaca del hemiciclo en juego en esta provincia, la más barata según la misma regla electoral, costó el domingo más sufragios que en 2016. También fue a parar a manos socialistas. Es la que se adjudicó Ángeles Marra, con un precio de 61.554 sufragios. Hace tres años hicieron falta 2.547 votos menos, es decir, 59.007, para ocupar este sillón en Madrid. Fue la cifra que le bastó al socialista pontevedrés Guillermo Meijón para ingresar en la Cámara Baja.

Ley D'Hont elecciones generales 2016 y 2019 en Pontevedra

En algunas citas electorales, los partidos se sitúan al borde de arrebatarle un escaño a sus rivales. Ciudadanos, por ejemplo, se quedó a once mil sufragios de obtener un diputado por Pontevedra en 2016.

No fue el caso en esta ocasión. Quien estuvo más cerca de disputar esa última plaza para el Parlamento Nacional resultó ser Podemos. Pero a la formación morada, que el domingo rondó los cien mil votos en la provincia, le faltaron 23.112 más para arrebatarle el tercer diputado al PSOE.

Y en el BNG, su cabeza de lista, Carme da Silva, habría precisado 29.635 votos más para disputarle la misma plaza a la socialista Ángeles Marra. El Partido Popular, según la Ley D'Hont, se quedó esta vez muy lejos del tercer escaño que sí logró en junio de 2016. A los populares, que pasaron de cosechar 206.732 sufragios hace tres años a solo 142.941 ahora, le hubieran sido necesarios 41.724 votos más para sentar a tres parlamentarios pontevedreses en Madrid en lugar de a los dos que logró ubicar.

Esta vez votaron en toda la provincia 33.443 personas más que en la última convocatoria a urnas, y se abstuvieron 33.429 electores menos. En total, 580.291 ciudadanos se acercaron el domingo a ejercer su derecho democrático a elegir, un 75,1% del censo o, lo que es lo mismo, casi cinco puntos más que hace tres años.

En esta ocasión la diputada de Podemos Yolanda Díaz fue la tercera más cara de los siete electos. La segunda después de la socialista Olga Alonso fue Ana Pastor, cuyo escaño costó esta vez los 142.941 votos totales del Partido Popular en Pontevedra.

La realidad es que la Ley Electoral le pone prácticamente imposible a ningún partido hacerse con un escaño de los siete disponibles en la provincia por debajo de los 60.000 votos. Únicamente con una participación por debajo del 50% el precio de los últimos diputados se situaría en el entorno de los 40.000 sufragios.

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