Poio tiene la ratio de médicos más baja de la comarca y Vilaboa la más elevada

La proporción en la capital del Lérez es de un facultativo de atención general por cada 1.800 habitantes; en Marín es de uno para 1.522 y en Ponte Caldelas, para 1.830 ▶En el concello poiense tocan a un doctor para cada 2.127 empadronados

Personal sanitario con un paciente en un centro de salud del entorno de Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera Personal sanitario con un paciente en un centro de salud del entorno de Pontevedra. GONZALO GARCÍA

En las últimas semanas se han multiplicado las protestas del personal sanitario del Sergas en toda Galicia, unas reivindicaciones que han tenido especial visibilidad en el área de Vigo con la dimisión de varios profesionales y que desde esta semana se han intensificado en toda la comunidad autónoma con el inicio de una huelga por parte del personal de los Puntos de Atención Continuada a nivel gallego para, entre otras medidas, exigir más medios a la Xunta.

En el caso de la comarca de Pontevedra, los ocho municipios que la integran cuentan con un total de 17 centros de salud, de los cuales uno (el de A Parda) funciona también como PAC. Esos 17 consultorios suman una plantilla de 71 médicos de Atención Primaria, de acuerdo con los datos de la web del Servizo Galego de Saúde, lo que implica una media de un facultativo general por cada 1.761 vecinos, teniendo en cuenta que todo el territorio comarcal cuenta 125.032 habitantes (según la última actualización del censo, publicada el pasado día 2 por el INE).

Con todo, la situación no es igual en todos los concellos.

Poio es, con diferencia, el que presenta la peor ratio, puesto que allí la proporción es de un médico para cada 2.127 habitantes, si bien es cierto que hay algunos ciudadanos empadronados en este municipio que tienen su médico en Pontevedra, sobre todo en el centro Virgen Peregrina. Así, la proporción en Poio es la más descompensada de la comarca, ya que cuenta con una población oficial de 17.018 habitantes y tan solo dispone de ocho facultativos de atención general: uno en el consultorio de Raxó, dos en el de Combarro, cuatro en el del Anafáns y otra que se reparte entre estos dos últimos centros en función del día de la semana. De hecho, Anafáns contaba en el pasado con cinco médicos de Atención Primaria de lunes a viernes, pero en los últimos tiempos se produjeron varias jubilaciones y una de ellas fue cubierta por una profesional que dos días a la semana atiende a sus pacientes en este consultorio y los otros tres lo hace en el de Combarro.

Cerdedo-Cotobade dispone de un médico de familia por cada 1.453 habitantes y en A Lama la proporción es de uno por cada 1.215

En realidad, Anafáns cubre una población bastante mayor que los otros dos centros de salud, por lo que allí la ratio de médico por habitante es aún más floja y, de hecho, esto ha sido objeto de quejas vecinales a causa de las listas de espera que ha acumulado en numerosas ocasiones. El mes pasado, el BNG de Poio inició una campaña reivindicativa para exigir a la Xunta mejoras en el servicio sanitario, sobre todo en este consultorio y en el de Combarro. Los nacionalistas consideran necesaria la ampliación del personal y medidas para reducir las esperas para obtener una cita médica. «Agora mesmo, as listas de agarda para unha consulta son de entorno aos quince días», afirmaba la semana pasada el concejal Xosé Luis Martínez Blanco.

Y, ¿qué sucede en los demás concellos de la comarca? En la ciudad capitalina la proporción (contabilizando su censo de 82.802 habitantes y los datos de facultativos contenidos en la web del Sergas), la ratio es de un médico general para cada 1.800 vecinos, aunque la cifra es aproximada a causa de que no todos los empadronados tienen el médico en su concello de residencia oficial.

En concreto, Pontevedra cuenta con cinco centros de salud que suman 46 médicos generales: el de Lérez tiene una plantilla de siete, el de Monte Porreiro dispone de dos, el consultorio de Ponte Sampaio tiene uno, el de A Parda suma 13 y el Virxe Peregrina tiene 23, según la página del Servizo Galego de Saúde. Además, a estos 46 facultativos se añaden diez internos residentes, de acuerdo con la misma fuente.

El ayuntamiento donde la proporción resulta más favorable es Vilaboa, cuyos 5.954 habitantes tocan a un médicod e Familia para cada 1.190, contando los cuatro que consultan en el centro vilaboés y el que lo hace en Cobres.

Tampoco está mal la ratio en A Lama, que con dos faculativos generales toca a uno para cada 1.215 vecinos. No obstante, el inconveniente en este caso es la dispersión geográfica, al igual que sucede en la mayor parte de las zonas rurales. Ese es también el problema en Cerdedo-Cotobade, un concello con 5.815 vecinos, pero distribuidos a lo largo de 214,5 kilómetros cuadrados. Este posee tres centros de salud: el de Carballedo (con dos médicos según el Sergas), el de Cerdedo (con uno) y el de Tenorio (con uno), lo que deriva en una proporción de un profesional para cada 1.453 habitantes. En Barro, Campo Lameiro y Ponte Caldelas salen a algo más de un médico por cada 1.800 empadronados, ya que estos tres ayuntamientos cuentan con un único centro de salud cada uno: el primero con dos médicos generales, el segundo con uno y el tercero con tres.

Fuera de la comarca de Pontevedra, pero dentro de su área de influencia, Marín tiene una ratio de un facultativo de Atención Primaria por cada 1.522 habitantes, ya que dispone de dos centros de salud (en Marín y en Seixo), con 14 y dos facultativos, respectivamente. No obstante, según la web del Sergas, en el primero también trabajan diez internos residentes que alivian la carga de trabajo.

En Sanxenxo la proporción es mayor: un médico para cada 1.721 censados, contando los ocho profesionales del centro de Baltar y los dos del de Vilalonga.

Más allá de los datos oficiales, en ocasiones la cobertura se resiente a causa de bajas o ausencias que no se cubren a diario en cualquiera de estas localidades.

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