Dicen que en la variedad está el gusto. Si es verdad o no ya es otro debate, pero así decidió enfocar Pontevedra este viernes de las fiestas de A Peregrina: con magia, la vuelta de los piratas, conciertos, desconciertos y pasacalles que ya empiezan a ser la banda sonora oficial de los cafés a media mañana.
[La casa de los ingleses. JOSÉ LUIZ OUBIÑA]
La ciudad, así, vivió un día de lo más completo: los ya comentados pasacalles amenizaron el oído y la vista de aquellos que se los encontraron tanto de mañana como de tarde, junto a una comanda dedicada al público infantil que tenía en los minions la elección de su temática. La magia, a su vez, tampoco defraudó: la Praza de A Pedreira volvió a ser testigo de otros sombreros a los que no parecen agotárseles los trucos. Los ilusionistas Fani Triana, primero, y Martín Camiña, después, se encargaron de demostrar, una vez más, que ni todo es lo que parece ni tendría gracia que así lo fuese.
[Emilio Rúa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA]
Vai de Música, por otro lado, puso el toque de humor a la tarde en el jardín del río del Gafos, donde el espectáculo de Félix Rodríguez despertó las risas de los espectadores. Una función, Desconcerto, a la que después se le quitaría la primera sílaba para dar paso a la música: La casa de los ingleses en la Ferrería, Pel e Pau en Praza España y Emilio Rúa en las pistas de Campolongo fueron los grupos protagonistas de la noche. Unos conciertos por los que, de seguro, se pasó la pirata Lola, quien volvió este viernes al parque de Amalia Álvarez con Ven Trebellar.