Pero es verdad que tanto reportaje es bueno, porque nos da la medida del interés que suscitamos por ahí adelante. Aparte de eso, gracias a Dios, la vida pasa felizmente si hay amor. No era eso, lo siento. Aparte de eso, quiero decir, nuestro alcalde Miguel Anxo Lores participará como ponente en otro congreso internacional, en este caso el organizado por la Fundación Arquitectura y Sociedad, que lleva el lema de La ciudad que queremos. La mayoría de los ponentes, que proceden de medio mundo son afamadas y afamados arquitectos, urbanistas, economistas o ingenieros; también hay algunos que proceden del mundo de la política, como el exalcalde de Barcelona Joan Clos y el exministro Carlos Solchaga. Y luego está Lores.
Pasó algo parecido en París en 2018, donde también participó en un congreso y acabó con el público en el bolsillo, lo mismo entre los especialistas que participaban el propio congreso como entre la chavalada de La Sorbona. Tanto éste de ahora, que se celebrará en Pamplona, como el de París, tienen la finalidad de preguntarse cómo deben ser las ciudades del futuro. Participan grandes expertos que cavilan y teorizan mucho y si acaso presentan alguna propuesta. Luego llega Lores, les pone un power point de Pontevedra mientras va explicando lo que ha hecho aquí y quedan todos alucinados, no sólo por lo que ven sino por la naturalidad con la que el alcalde expone el asunto.
Ahí partimos con ventaja. Rodeado de investigadores y catedráticos, los mayores expertos mundiales en urbanismo y arquitectura, llega uno que es alcalde de 90.000 ciudadanos y les demuestra que todo aquello sobre lo que tanto trabajan y en lo que tanto piensan lo llevamos haciendo aquí desde hace 22 años y eso ayuda mucho, pues no va allí con un proyecto o con una idea, como todos los demás, sino con hechos.
Y luego los sorprende con la contundencia con la que resuelve sus dudas. Si alguien le pregunta qué hace una señora que compra un coche y no tiene dónde aparcarlo, suelta una respuesta del tipo: "E se merca unha vaca en lugar dun coche, ten que buscarlle o alcalde un oco para aparcala?". Y aún así no paran de interesarse por cada detalle del proceso que hicimos en Pontevedra. Por mucho que lo machaquen a preguntas tiene respuesta para todas porque tiene la experiencia de haber resuelto en la práctica aquello sobre lo que el resto de ponentes y el público todavía no tienen respuestas.
Así que Lores llega y dice: "Faise de tal xeito se hai vontade de facelo". Cuenta también con el factor sorpresa: nadie espera lo que va allí a enseñar. Muchos se preguntan qué hace un alcalde de una ciudad mediana entre expertos de reconocido prestigio internacional, los popes del urbanismo, hasta que empieza a enseñar imágenes de Pontevedra y a soltar cifras, a hablar de calmado de tráfico, de recuperación de espacios públicos, de emisiones mínimas de CO2, de reciclado, de seguridad de niños y niñas que van solas al cole caminando y de lo que surja y a los tres minutos ya ven que el hombre sabe perfectamente de lo que habla porque lleva media vida currando de eso. A estas alturas de la película, siempre lo digo, cualquier vecino de Pontevedra, o vecina, no olvidemos el lenguaje inclusivo, tiene algo de urbanista. Casi estaría por decir que hay un par de miles de pontevedreses que saldrían airosos de uno de esos congresos, que podríamos ir turnándonos, aunque mejor que siga yendo Lores, que para eso lideró el proceso y se lo sabe de memoria.
Y estas son buenas cosas para el vecindario de Pontevedra, no sólo porque nos pone a una altura a la que no hemos estado jamás y muy por encima de las ciudades con las que podemos compararnos, que son muchas, por no decir todas, sino porque el modelo deslumbra allí donde se expone. En Celaya, México, hizo Lores una presentación antes de una cena y acabaron convocando un pleno extraordinario a la mañana siguiente para darle las llaves de la ciudad, que sólo las tenía Butragueño.
Así que felicitémonos por la difusión que se nos da y por la repercusión que nuestra ciudad y nuestro modelo alcanzan entre los más prestigiosos foros a nivel universal.
