Pontevedrando... Resultado del compost

Gon 18.00. MERCADOD E ABASTOS primera recollida de residuo orgánico do Plan Composta, lunes, 6 jul · 18:00–18:00
photo_camera Recogida de residuos orgánicos en el Mercado. GONZALO GARCÍA

Lo del compostaxe en Pontevedra fue como el parto de una elefanta tras un proceso de gestación largo y complicado. Hasta cierta oposición vecinal hubo al principio con todo y alguna protesta. Se entiende que las novedades den miedo, a mí me pasa mucho y a usted igual, pero hubo mucha desinformación y esos miedos no estaban en absoluto justificados, como el tiempo demostró. Suele pasar eso en Pontevedra, no sé por qué.

Ahora empezamos a ver los resultados en cifras que ya fueron publicadas aquí hace unos días. El plan de reciclaje en el centro alcanza hoy a 2.144 domicilios y 221 negocios. Bueno, no está mal teniendo en cuenta que la pandemia trastocó eso y todo lo demás por el mundo adelante. Hay ya 91 contenedores marrones y los que habrá que poner porque 91 no son ni de lejos suficientes, pues de momento sólo se cubren 70 calles y en Pontevedra hay unas cuantas más. Pero se avanza a buen ritmo. Hay que tener en cuenta que no hay demasiadas experiencias cercanas. Somos la primera de las siete grandes ciudades que se metió en el reciclaje de los residuos orgánicos y una de las primerísimas del Estado español, así que como en tantas cosas en esta también nos tocó empezar de cero y buscar el camino correcto.

Por suerte, también se involucró la Deputación y ahora ya hay tropecientos concellos de la provincia que también andan con planes de compostaje. Digo tropecientos porque no me sé la cifra exacta y acabo antes poniendo tropecientos que buscando el dato, para qué nos vamos a engañar. El caso es que son un montón. Así a ojo, unos tropecientos.

Bien, el BNG lleva el ecologismo en su ADN. El alcalde Lores pasó una noche en comisaría por pegar carteles contra Ence y eran los años 70, cuando Yoko Ono rompió a The Beatles e hizo bien. Mire a los Stones, que ahí siguen, que cualquier día empiezan a cumplir un siglo de vida y tendremos que mandar al alcalde en autobús hasta Fisterra y que desde ahí vaya nadando a Londres con el ramo de flores, que una ciudad de la dimensión de Pontevedra, óigame usted, no está para pagar ni un bocadillo de mortadela. Con suerte en la mansión de Mick Jagger le regalan unas pastas y una taza de té para coger fuerzas para la vuelta.

Así que la lucha por una ciudad limpia y sana, hoy perfectamente englobada en el Efecto PO2, empezó desde el día primero de su primer mandato, cuando ni existía el compostaje como servicio público ni como apuesta medioambiental en ningún lugar de este pobre planeta. Seguimos: en esos 91 contenedores marrones se han recogido 81,95 toneladas de residuos orgánicos, casi a razón de un kilo por habitante del municipio. No está nada mal teniendo en cuenta que a muchas calles todavía no ha llegado el servicio y que hay que adherirse voluntariamente, solicitándolo, lo que debe hacer usted en la web del Concello. Y esa cifra no incluye ni los datos de los composteiros individuales que están repartidos por las parroquias ni las islas como la de Eduardo Pondal, que se cuentan aparte.

El nuevo contrato de basuras, que se está redactando ahora mismo, incluirá la instalación de la planta de compostaxe de A Canicouva y cerraremos el ciclo de fabricación de compost, un fertilizante natural y de enorme calidad. También contempla que compostar sea obligatorio, lo que es buena noticia, pues seremos la primera ciudad del país que cumplirá con todos los estándares exigidos y exigibles internacionalmente. Lo que nosotros hicimos porque quisimos lo tendrán que hacer a la fuerza todos los demás. Eso es porque se nos da bien ser pioneros en hacer cosas buenas.

El objetivo final está cada vez más cerca. Nos llevó años, más de lo que esperábamos. No fue fácil. Se trataba de cambiar las rutinas de la ciudadanía y eso de cambiar de costumbres siempre es complicado, individual y colectivamente. Y hubo que hacer algunos cambios sobre la marcha hasta encontrar el modelo final adecuado y eso hay que hacerlo con la debida cautela porque en asuntos así no se pueden cometer errores. Y la apuesta era complicada porque se hablaba de basura, no de calles ni de coches, cuyos beneficios se ven desde el día en que se inaugura una obra y todos los días en adelante. Pues ahí están los resultados. Ahora ya podemos ver el beneficio y entender por qué sé hacía y para qué. Para ser una ciudad todavía más limpia y menos contaminante que recicla sus residuos orgánicos y los convierte en un abono bestial. Así que los montes y los cultivos de nuestro municipio serán alimentados por vecinas y vecinos, y eso es algo hermoso.

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