"Queremos acabar con el cliché de que nuestra ropa es para gente pobre"

Boa Vida reabrió su tienda solidaria con una impactante promoción y todas las medidas de seguridad derivadas de la Covid-19
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photo_camera Lourdes Bustamante, detrás del mostrador, atendiendo ayer a una clienta. GONZALO GARCÍA

Con todas las prendas de ropa a un euro. Así abrió el pasado lunes la tienda solidaria que Boa Vida Inclusión Activa tiene en el número 35 de Santa Clara, aunque su regreso también viene marcado, evidentemente, por todas las medidas de higiene y seguridad derivadas de la Covid-19. "Ofrecemos los guantes y el hidrogel y, desde el jueves, exigimos que los clientes traigan mascarilla", explica Lourdes Bustamante, responsable del establecimiento. El local también cuenta con "las pegatinas que nos dio la Deputación" para señalizar el itinerario que deben seguir los usuarios para respetar la distancia interpersonal de dos metros. "Tenemos un aforo limitado a cinco personas y horario especial para los mayores de 65 años"".

Son muchos quienes esperaban con ansia la reapertura del local, en el que, además de ropa, calzado y complementos, también se pueden adquirir otros productos de segunda mano, desde juguetes a libros, pasando por objetos de decoración.

Es por eso que su existencia se antoja muy necesaria en estos tiempos marcados por la pandemia. En primer lugar, por quienes necesitan prendas de vestir gastando lo mínimo. "Viene la gente habitual, pero también he visto gente nueva, de otro target superior, mirando oportunidades". No en vano, subraya Bustamante, "tampoco lo enfocamos para gente necesitada, sino para quien apuesta por la reutilización y el reciclaje y pensamos que con esta pandemia nos tenemos que concienciar más por el cuidado del medio ambiente". Por eso pretenden "acabar con el cliché de que es para pobres", ya que "no vendemos nada roto ni sucio" y el objetivo es "dignificar" estas prendas que, "aunque tengan buen precio, no tienen por que ser malas".

PROTOCOLO. Por eso ahora, más que nunca, se intensifica el protocolo que se aplica a las prendas donadas, porque si otro servicio presta Boa Vida es el de ayudar a hacer sitio en sus hogares a las familias más afortunadas en pleno cambio de temporada, cuando los armarios y los trasteros se quedan pequeños. "La ropa debe venir en bolsas de plástico, que se entregan con guantes y mascarilla. Las rociamos con alcohol y las dejamos un mínimo de cinco días en cuarentena". Una vez colocada en tienda, toda la ropa se higieniza y se vaporiza con alcohol dos veces al día. El local también se desinfecta tres veces diarias.

"La gente tiene un poco de miedo y pregunta cómo hacemos". De hecho, "por una parte pensamos que igual no vendría nadie por el miedo a no saber la procedencia de la ropa, pero por otra, con esta crisis y la gente sin empleo, somos una buena opción". No se equivocaron, pues están recibiendo a unos 30 clientes diarios.

PÁGINA WEB. La pandemia, por otra parte, también les obligó a reestructurar espacios, mudando las oficinas para ampliar las instalaciones del almacén y habilitar el área para depositar las donaciones en cuarentena. "La necesidad agudiza el ingenio", subraya Bustamante. "Nada entra en tienda sin desinfectar".

Así, a pesar de la situación de incertidumbre actual, "tiramos para adelante", pues la intención "es que la tienda produzca para poder pagar los salarios, porque es sin ánimo de lucro, pero tampoco queremos entrar en pérdidas". Hasta el lunes 18 el personal estuvo acogido a un ERTE.

Desde la reapertura "no tenemos los ingresos deseados, pero tampoco estamos a cero. Siempre entra gente".

Otra de las novedades en las que están trabajando es la activación de una tienda online, una herramienta necesaria para la situación actual. "La gente vio que no era tan difícil. Ya teníamos ventas por wallapop, pero ahora tendremos nuestra propia plataforma".

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