El recibo de la luz sigue siendo un lastre

Familias y empresarios no ven suficiente la supresión del impuesto de generación para abaratar el precio de la electricidad ► La energía hoy en día cuesta 40 euros más al mes que en 2003

No es suficiente. Esa es la conclusión de familias y empresas ante la medida tomada por el Gobierno de anular el impuesto de generación para bajar el precio de la luz. Asumir el coste del recibo eléctrico cuesta cada vez más y Pontevedra no es ajena a las consecuencias de la subida del precio de la energía, que en los últimos días alcanzó picos históricos.

El Ministerio para la Transición Ecológica calcula que la suspensión del impuesto del 7% a la generación eléctrica, que anunció el pasado miércoles, supondrá una rebaja de entre el 2,5 y el 4% en la factura doméstica y de alrededor de entre el 5% y el 5,5% en la del gran consumidor industrial. Aún así, la factura de la luz seguirá siendo una losa para muchos hogares.

La propuesta de Facua iba más llá y consistía en aplicar al consumo eléctrico un Iva del 4%. Sin embargo, el Gobierno indicó que es difícil porque es un ingreso propio de la UE y, además, la Comisión Europea no es partidaria de cambiarlo ni de hacer fraccionamientos por tipo de consumidor.

El recibo de la luz de un usuario medio ha subido un 85,7% en solo 15 años, encareciéndose más de 37 euros, según datos de Facua-Consumidores en Acción.

Pagué más de los que solía, no sé si es por la subida o porque en verano los frigoríficos gastan más. cuenta la propietaria de A Ferrolana

En concreto, con las tarifas vigentes en agosto de este año, la factura mensual representa 80,73 euros, frente a los 43,47 euros que suponía en 2003. Facua señala que en España el usuario medio consume 366 kilovatios hora (kWh) mensuales y tiene una potencia contratada de 4,4 kW. Así, tomando como referencia las tarifas semirreguladas vigentes en los meses de agosto, el recibo ha pasado de los 43,47 euros de 2003 a 55,31 euros en 2008, 74,81 euros en 2013 y 80,73 euros en 2018, una escalada imparable que cada vez cuesta más asumir.

En Pontevedra, tanto las familias como los empresarios no son ajenos a la subida de la factura de la luz. "Yo no sé si es porque en verano los frigoríficos funcionan más o porque sube la luz, pero este mes pagué 30 euros más de lo que pago habitualmente", indica la propietaria de la tienda de ultramarinos A Ferrolana. Un descenso de en torno al 5% en el recibo mensual no impedirá que familias y negocios sigan rascándose los bolsillos.


En el hogar
"Os pequenos xa están adoutrinados para aforrar"
Iago Tomé y Gena Silva

Familia numerosa

Poner la lavadora, planchar, conectar un calefactor, encender la vitrocerámica o enchufar un deshumidificador son gestos que se repiten a diario en un hogar en el que convive una pareja con cuatro hijos como la de Iago Tomé y Gena Silva, que viven en Campelo (Poio). Padres de familia numerosa, se las arreglan como pueden para minimizar los gastos en electricidad. "Os pequenos xa están adoutrinados para aforrar, repetímoslles moitas veces que hai que apagar as luces e non malgastar e andamos detrás deles polos corredores para que apaguen as luces", explica Tomé.

A veces ahorrar es difícil porque "é imprescindible encender certos aparatos para o día a día, e máis no inverno", cuenta. De este modo, lamenta que "os salarios son os mesmos que hai 20 anos, ou incluso menores, e o prezo da luz non fai máis que subir. Nós podemos pagala, pero imaxino outra xente en peor situación que a nosa que terá que facer esforzos para chegar a fin de mes", explica Tomé, que es patrón de barco. Su mujer es mariscadora.

Una de las medidas que ha tomado la familia para ahorrar en el coste de la luz es instalar una caldera de gasóleo para no tener que conectar estufas eléctricas que consumen mucha electricidad. "Antes no inverno tiñamos que poñer unha estufa cando era hora de bañarse ou conectar o deshumidificador nos días de máis chuvia e a factura da luz disparábase cada mes por enriba dos 200 euros", explica.

De este modo, durante el verano el dinero destinado a pagar la electricidad es menor, ya que se necesitan menos aparatos. Tomé calcula que destina mensualmente entre 120 y 180 euros a la luz, aunque la cantidad es mayor en el invierno. "Agora comeza a escola e vén o mal tempo, os rapaces mánchanse con calquera cousa e hai que poñer lavadoras case todos os días. Ademais, aínda que temos un lugar onde tender a roupa e intentamos colgala alí, moitas veces hai que poñer a secadora para que seque a tempo", explica. En un hogar como el suyo las mantas no son suficientes para afrontar los meses de frío. "Nunha casa na que viven nenos tes que poñer a calefacción, xa non vale facer o mesmo que cando eu era pequeno, cando nos metiamos os cinco irmáns na mesma cama e nos dabamos calor os uns aos outros", cuenta entre risas.

Otro de los factores que hacen que suba el consumo en la casa de los Tomé Silva es el cambio de hora. "A partir de finais de outubro ou novembro faise antes de noite e úsase máis a luz, e entón notámolo máis", explica Tomé.


En las empresas
"Gasto más de 600 euros al mes entre las facturas de luz y gas"
José Manuel López

Propietario de Chicken Grill

De momento no ha notado la subida del precio de la luz en las facturas, pero el coste de la electricidad y el gas siempre le ha supuesto un desembolso importante cada mes. "Aquí hay muchos aparatos que funcionan con gas y sumando una y otra factura al final son unos 600 euros al mes", explica José Manuel López, propietario de un establecimiento de comida para llevar que sirve pollos asados y otros platos al horno.

En el negocio de López es difícil ahorrar en energía, porque hay electrodomésticos que tienen que estar encendidos todo el día. "Los frigoríficos, por ejemplo, tienen que estar siempre funcionando y los hornos los enciendo sobre las siete de la mañana y están fundionando hasta las diez; tratas de gastar lo menos posible, pero es imposible recortar el consumo", explica. Con tres horas de funcionamiento al día, el gas que consumen los hornos y la cocina le suponen a López pagar unos 300 euros al mes. Lo mismo ocurre con la electricidad. Así, además de frigoríficos, en su local tiene expositores que mantienen la comida caliente y funcionan conectados a la red eléctrica. "La factura de la luz suele ser también de algo más de 300 euros, algunos meses son 50 euros más o 20 euros menos, pero de 300 no baja nunca". A pesar de que el precio de la luz se ha disparado en las últimas semanas, José Manuel López, que lleva seis años regentando el local Chicken Grill (en la avenida 12 de Novembro), todavía no lo ha notado en la factura. "Igual cuando llegue la próxima noto la diferencia", cuenta.