"Si me robas, mato a tu mujer, a tus hijos, al gato, si lo tienes, y después a ti"

El cocinero del New Polar, que era confidente de la Uco, insistió ante el tribunal que introdujo la cocaína en el pesquero bajo coacción
El cocinero del buque, que era confidente y al que se le acusa de introducir el alijo en Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera El cocinero del buque, que era confidente y al que se le acusa de introducir el alijo en Pontevedra. GONZALO GARCÍA

"Ya arriesgué mi vida bastante, suerte que estoy hoy aquí". Manuel M.M., cocinero del buque New Polar que llegó a Cangas desde Montevideo con 30 kilos de cocaína en su despensa, insistió en la segunda sesión del juicio por los hechos en que actuó bajo coacción y amenazas muy graves para introducir la droga en el pesquero.

"Yo esto no suelo usarlo, lo uso para quien me roba. Si tú me robas, te mato. Mato a tu mujer, a tus hijos, a tu gato, si lo tienes, y después a ti". Con estas palabras, uno de los dueños de las sustancias, que se cargaron en la capital uruguaya y cuyos supuestos destinatarios estaban en Galicia, le habría dejado claro qué le sucedería si se perdía por algún motivo la sustancia ilícita. "Yo sonreí, y él me dijo: qué huevos tienes, gallego". Todo ello según la versión expuesta por el presunto narco-cocinero, que también era confidente de la Unidad Central Operativa (Uco) de la Guardia Civil, ante las preguntas de los letrados de la defensa.

"Esto es para ti, tienes que llevarlo", le dijeron, según su testimonio. "Si no lo llevas, te matan a ti y me matan a mí", le dijeron, según esa misma versión.

Un aspecto que debería quedar aclarado durante la jornada de este miércoles (cuando se espera que comparezcan los agentes de la Uco) es la intervención, o no, de los mismos en lo sucedido. "Siempre me prometieron que me cubrirían las espaldas", añadió el acusado, que se enfrenta a elevadas penas de prisión por lo sucedido.

El principal investigado se quejó del trato recibido una vez que fue detenido, dado que él pensaba que "estaría cubierto". "Me dijeron que estaba todo arreglado, que solo tenía que ratificar mi declaración en (el juzgado de) Cangas. Mi delito es haber trabajado fielmente para la Guardia Civil".

Este martes también intervinieron otros acusados, entre ellos Luis, el segundo de los marineros investigados, que explicó que el New Polar tenía a 57 o 58 tripulantes, de los cuales "solo seis o siete" tenían acceso a la gamuza seca, el lugar refrigerado de la despensa donde se llevaba tanto el pescado como, en este caso, la cocaína. Sobre su ubicación, Manuel, su responsable, dijo que "estaban en una esquina, a la derecha, tapados con cartones, ocultos".

Luis fue interpelado sobre su intervención a la hora de mover las mochilas en las que se guardaban los paquetes de cocaína, una vez en el puerto de Cangas. "Manuel me llamó, ya estando yo en mi casa, para que le sacase las bolsas que había dejado en el barco, pero le dije que yo no sacaba nada. Ya había visto que la Guardia Civil le estaba registrando sus pertenencias y no quería saber nada". Este acusado explicó, por otra parte, que "por lo demás, yo no conozco a nadie de aquí" (en alusión al resto de investigados, presuntamente relacionados con la recepción y distribución de la cocaína).

Luis dijo que movió las bolsas con la droga creyendo que eran calamares de un punto a otro por indicación de Manuel. Pero esas bolsas aparecieron en otro lugar, según la Guardia Civil.