Solidaridad vecinal para sobrevivir a la sequía en el rural pontevedrés

Habitantes de As Covas (Tenorio) llevan varias semanas sin agua de las traídas y subsisten con la ayuda del Concello y con las garrafas que llenan en casas próximas ▶ Los meteorólogos aseguran que estamos ante la temporada sin agua más larga de los últimos años

Esmeralda (derecha) recibe una garrafa de su vecina Mercedes.JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Esmeralda (derecha) recibe una garrafa de su vecina Mercedes.JAVIER CERVERA-MERCADILLO

La inusual situación de sequía, "la más intensa y prolongada de los últimos años", según los expertos, que se vive en las Rías Baixas desde el verano pasado sigue acarreando consecuencias para los vecinos, en especial los de los núcleos rurales del extrarradio de la capital provincial. Hace diez días, este periódico desvelaba la dramática situación que vive una familia de Cerponzóns, que acude cada día al río para llenar una docena de garrafas de 25 litros ante la ausencia de suministro. Hoy revela la experiencia que están teniendo que afrontar al menos un centenar de vecinos más, en este caso de la parroquia de Tenorio (Cotobade), que, sin una gota de agua procedente de las traídas comunales, subsisten a través de los camiones cisterna (que llenan los depósitos y que tienen que regresar a los pocos días) y mediante la solidaridad del resto de habitantes del lugar, pues se da la circunstancia, al igual que ocurría en Cerponzóns, de que algunos vecinos disponen de agua y otros no, en función del estado del depósito comunal al que estén conectados y de la existencia o no de pozos privados.

Una de las personas que está sufriendo el drama de la sequía es Esmeralda, que explica que todo comenzó semanas atrás, cuando "estivemos tres días sen auga. Foi de repente. O depósito non tiña máis ca unhas gotiñas". La mujer, residente en el lugar de As Covas, conoce bien, por su experiencia, los ciclos que sigue el agua después del verano, y explica que "como non trona, non abren os depósitos. Esa fontiña de aquí (en alusión a un manantial que en su día debió brotar agua ubicado a pocos metros de su casa, del que ahora no sale ni una gota) nunca secara, e xa ves, non bota nin gota, está todo seco. Ao non tronar non se abren os mananciais", puntualiza.

Os veciños déixannos auga para beber, porque a dos camións cisterna non serve para o consumo



Mercedes, que vive puerta con puerta con Esmeralda, ofrece la otra cara de la moneda. "Nós si que temos auga. Temos outra traída". De su casa sale parte del líquido que utilizan Esmeralda y su familia para beber.  

"Estes veciños, que nos teñen dado para beber, contan con auga suficiente. Depende das traídas. A auga que nos traen dos camións cisterna non a bebemos. Temos que mercala embotellada en Pontevedra. Os veciños déixannos coller da súa para beber", añade Esmeralda, al tiempo que muestra su agradecimiento hacia Mercedes.

Temos tinas para recoller a pouca choiva que cae e así poder darlle aos animais



El Concello de Cotobade les ofrece una solución que hasta el momento está siendo suficiente en el caso de esta comunidad de aguas, formada por nueve familias. "Cando vemos que temos pouca a miña filla chama a Carballedo, ao Concello, e traen cisternas de agua. Veñen os camións e baléirana nos depósitos".

Muchos de los habitantes de los núcleos rurales, tanto del término municipal de Pontevedra como del extrarradio, que tienen problemas de abastecimiento, están recurriendo a la construcción de pozos o a la profundización de los mismos, ya sea en los montes (donde se ubican las citadas captaciones de las comunidades de aguas), ya sea en los propios terrenos de cada uno. "Con el pozo tenemos suficiente por ahora, pero veremos en adelante", señalaba un vecino de Alcouce, en Vilaboa, que reconocía que «"están funcionando los contadores; tenemos restricciones en cuanto al número de litros por vivienda".

Mientras, en Tenorio, Esmeralda tira de ingenio para poder dar de beber a los animales sin tener que acudir a la solidaridad de sus vecinos ni al líquido embotellado. "Este capacho está para recoller auga da chuvia. Haina que coller de donde se poida, e neses días que non tiñamos nada botamos man das tinas, que empregamos para regar ou para darlle de comer aos animais".

Unións Agrarias teme el cierre de explotaciones ganaderas en la provincia



Llueve poco y mal. En el último año hidrológico (de octubre a octubre) ha llovido 106 días en la provincia, esto es, un 50 por ciento menos de lo habitual. Los meteorólogos apuntan que estamos ante una de las sequías más largas de los últimos años, "lloviendo poco y mal". Así lo señala Carlos Balseiro, meteorólogo de Cuatrogotas.com, que subraya la peculiaridad de esta temporada especialmente seca. "Es grave y es rara. Muy excepcional. Pasamos temporadas que no llueve, luego llueve en cantidades altas pero no lo suficiente para que el agua llegue a los ríos. Está el terreno tan seco que absorbe todo. Y la situación no se soluciona". Es lo que los agricultores definen como "llover mal", aclara el meteorólogo. 

Quienes estudian el comportamiento de las lluvias en esta zona aseguran que las Rías Baixas están siendo especialmente perjudicadas por la ausencia de precipitaciones. Beni Guimeráns, pontevedrés aficionado a la meteorología, recuerda otras temporadas con escasez de lluvia en los últimos años. "Aunque como este año no. Arrastramos un déficit de agua durante 18 meses consecutivos", señala.
De los últimos años, Guimeráns recuerda la sequía de 2004-2005, que duró 11 meses, y la última gran sequía, en 2011, que se prolongó siete.

Comentarios