La provincia de Pontevedra es, junto con la de A Coruña, la que tiene una mayor presencia de hogares en los que hay algunha persona asalariada. De hecho, en todas las comarcas pontevedresas el porcentaje de familias en las que al menos uno de sus miembros cobra un sueldo por cuenta ajena supera el 50%, al contrario de lo que ocurre en Lugo y Ourense, donde, a excepción de las zonas de Lugo central, A Mariña y la capital ourensana, ni siquiera la mitad de los hogares dispone de por lo menos un salario.
Por áreas, O Morrazo es la que lidera el ranking provincial, pues allí entra algún sueldo en el 65% de las viviendas. En el entorno de la capital del Lérez, en Caldas y O Salnés, esa ratio se sitúa en torno al 62%; en Vigo es del 60%, en los concellos más próximos a Portugal se sitúa en el 56% y la zona Nororiental (Deza, Tabeirós y Terra de Montes) ocupa el último puesto, ya que allí únicamente el 51% de los hogares ingresa dinero a cambio de un trabajo en una empresa.
En este balance tiene mucho que ver la tasa de envejecimiento de la población, teniendo en cuenta que en los territorios más envejecidos hay más pensionistas y menos ciudadanos trabajando para un contratador.
Todas estas cifras se extraen del estudio de salarios publicado ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE) sobre los datos del año 2017, y de él también se concluye que en la provincia solo el 25% de los hogares (es decir, 89.582) vive exclusivamente de sus salarios, mientras que el resto cobra algún tipo de prestación, alquiler, trabajo por cuenta propia o renta de otro tipo. Además del aumento de pensionistas, las crisis económica y las elevadas tasas de desempleo de los últimos años empujaron a muchos a buscarse fuentes de ingresos alternativas o bien a solicitar ayudas a la Administración. De hecho, en el año 2007 había en Pontevedra más familias (prácticamente un 30%) que se arreglaban solo con sus sueldos y en una década ese porcentaje descendió casi un 5%.
De igual manera, en las viviendas en las que la principal fuente de entrada de dinero fue el trabajo por cuenta ajena, los ingresos medios mensuales en 2017 ascendieron a 2.486 euros, una cifra bastante superior a la de las casas donde el sustento dependió del esfuerzo de uno o varios autónomos (2.199 euros) o del cobro de prestaciones (1.649 euros).
Pero, en general, ¿cuánto ingresaron de media los hogares gallegos? De acuerdo con el estudio publicado por el IGE, en el año 2017 se produjo un incremento del 3,59%, pasando de 2.007 euros en el ejercicio de 2016 a una media de 2.079 euros, según dicha fuente.
TIPOLOGÍAS DE HOGARES. "Neste último ano todos os tipos de fogares viron incrementados os seus ingresos medios mensuais, agora ben, os compostos por unha parella con fillos son os únicos que aínda non acadaron os niveis do ano 2007", precisa.
Concretamente, el Instituto Galego de Estatística indica que la media de ingresos de las parejas con hijos asciende a 2.579 euros y puntualiza que la cifra es más baja para las parejas sin hijos (2.047 euros), que no cuentan con los mismos beneficios fiscales. En los hogares monoparentales la media se sitúa en 1.729 euros, si bien quienes lo tienen más complicado son las personas que viven solas, pues en esos casos los ingresos medios por hogar unipersonal se quedan en 1.114 euros.
Aquí, el número de pensiones ascendió un 0,5%, hasta alcanzar las 764.793 unidades. Por provincias, A Coruña, con 877,16 euros, y Pontevedra, con 875,14, se mantienen como las que presentan las prestaciones medias más altas de la comunidad autónoma.
Las de jubilación (con una media de 1.005,40 euros en Pontevedra) siguen siendo las más numerosas, seguidas por las de viudedad (596,28 euros) y las de incapacidad permanente (872,94 euros).
Eran el 67,4% de las 249.974 firmas operativas, un total que se redujo en 574 unidades productivas con respecto al año anterior. Este descenso atestigua que, con la recuperación del empleo asalariado, el emprendimiento ha perdido tirón.
Del análisis de los datos también se extrae que el 96,2% de las unidades productivas son microempresas con menos de diez empleados y los servicios son el sector con mayor nivel de minifundismo.
