El SOS de una familia afectada por los incendios de 2017 y rodeada de eucaliptos

La mujer y el hijo de Fito Alonso sufrieron hace dos años quemaduras de segundo grado al huir por un vial que aún hoy sigue plagado de maleza

La pista de acceso a la vivienda de Fito Alonso, de nuevo, infestada por los eucaliptos y la maleza. J. CERVERA
photo_camera La pista de acceso a la vivienda de Fito Alonso, de nuevo, infestada por los eucaliptos y la maleza. J. CERVERA

Afectados por los incendios y en el punto de mira de otras posibles oleadas de fuego que se produzcan en el futuro. Esta es la situación de Fito Alonso, su mujer y sus hijos, vecinos de Cortellas, en Soutomaior, que han saltado a la palestra para denunciar que las franjas de seguridad contra los incendios son de todo menos una realidad patente en el caso de su vivienda, situada en un extremo del pueblo y asediada por los eucaliptos.

La familia Alonso se hizo muy conocida en Soutomaior porque en la oleada de octubre de 2017 dos de los tres heridos de gravedad de toda la provincia fueron María y Belbo, madre e hijo que se vieron afectados por las llamas en plena huída a pie, por el camino de acceso a la vivienda. En ambos casos, los dos afectados estuvieron más de un mes ingresados en la Unidade de Queimados del CHUAC, recuperándose de varias operaciones de injerto y de quemaduras en segundo grado en gran parte de su cuerpo.

Casi dos años después, una de las principales preocupaciones del cabeza de familia es poder evitar que se repita un episodio similar, si se dan las peores condiciones, pero, para ello, es necesario que se retiren los eucaliptos y acacias, pese a los buenos propósitos de todo el mundo, tanto los árboles que fueron quemados por el fuego como sus rebrotes siguen esparciéndose en los alrededores de la vivienda sin que nadie les ponga freno.

"Ao principio, veu por aquí unha axente forestal que tivo oficina no Concello. En teoría era para iso das franxas de seguridade e estivo facendo planos e buscando propietarios. Eu ata colaborei para que localizaramos a todos os propietarios e tamén para que se determinase se o camiño que dá acceso á casa é veciñal ou municipal, pero co paso do tempo vimos que nada chegou a materializarse. Os donos das parcelas non foron denunciados e as árbores seguen onde están", se lamenta Alonso.

El vecino de Cortellas tomó, en los últimos meses, la iniciativa de dirigirse a varios de los dueños de las fincas de la zona. "Debe haber como 15 e puiden contactar con cinco deles. O resultado é que todos me din que si, pero non retiran nada. Os brotes estounos sacando eu a man, cando podo. Levo centos de brotes arrincados. Os eucaliptos que arderon seguen no sitio, e van caendo en días de vento coma estes desta semama. Ao final, teño que sacalos eu se quero que o acceso estea practicable", lamentó el vecino.

Para Fito Alonso resulta indignante "por unha banda, a falta de resposta das administracións, porque eu comecei por presentar escritos no Concello e o resultado está claro que non chega por esa vía, por moito que se diga" y, por otra parte "o estado de abandono no que está todo. Non só Cortellas, onde moitos veciños foron afectados, pero tamén son propietarios e non actúan. En Aranza e noutros puntos do Concello a situación é similar: nin se retirou o queimado, nin se repuxo nada do danado", lamenta. El vecino de Soutomaior urge una solución para su caso y para el del resto de núcleos afectados "antes de que volva a ser demasiado tarde".

Comentarios