Un camión Mercedes 1844 llegó en agosto de 2017 a una nave de Caldas de Reis con un gran alijo de heroína. La Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de Pontevedra tenía constancia de ello tras una laboriosa investigación que permitió la aprehensión de la droga (60 kilos, la mayor cantidad de caballo decomisado aquel año en España) y la detención de hasta doce personas, incluidos varios gallegos y los miembros de la organización búlgara encargada del transporte de las sustancias estupefacientes.
Un año y medio después de los hechos y con la vista oral aún por señalar, el Fondo de Gestión de Bienes Decomisados impulsado por la Fundación Galega Contra o Narcotráfico (con el apoyo del Colegio de Procuradores de A Coruña y la Fiscalía Antidroga de Pontevedra) ha conseguido que la Justicia acepte subastar el vehículo sin esperar a que continúe depreciándose guardado en un almacén. El objetivo, recaudar dinero para la lucha contra la droga y las víctimas de las adicciones.
El camión, matriculado en el año 2011, está valorado en 20.000 euros. Sin estar en perfecto estado de revista, sí está en condiciones de ser vendido en puja pública, por un precio que, de salida, se fija en 9.000 euros. Los interesados tienen trece días, desde este viernes, para formalizar sus ofertas a través del portal del Colegio de Procuradores de A Coruña, sabiendo que deben ingresar un depósito de 1.000 euros.
LA OPERACIÓN. El dispositivo policial que desembocó en la incautación del camión que ahora se subasta acabó con una estructura criminal de origen búlgaro y sus socios gallegos (entre ellos un abogado con despacho en Vigo).
Los investigados podrían estar trabajando no solo en la acreditada introducción en Galicia de una importante cantidad de heroína (60 kilos valorados en unos tres millones de euros), sino también en el intento de introducción de un gran cargamento de cocaína por vía marítima.
Las pesquisas, coordinadas por el Juzgado de Instrucción 1 de Vigo, determinaron que los sospechosos llegaron a entregar 160.000 euros a sus socios en Sudamérica, algo que no fue suficiente para convencerles y llevar adelante el ilícito negocio.
La vista oral llevará al banquillo de los acusados a doce individuos que se enfrentan a penas que superan, en algunos casos, los diez años de cárcel.