PONTEVEDRANDO... Cervexa Meiga

La XX Feira Franca de Meiga

Por primera vez esta marca podrá ser degustada en formato botella
Luís Tilve, uno de los propietarios de Cervexa Meiga. GONZALO GARCÍA
photo_camera Luís Tilve, uno de los propietarios de Cervexa Meiga. GONZALO GARCÍA

Dice Luís Tilve, uno de los propietarios de Cervexa Meiga, que lo suyo "é facer moita calidade en pequeñas cantidades". Lleva haciendo eso desde hace 17 años, primero de manera amateur y los últimos 5 con su propia cervecería, que comparte al 50% con su socio Andrés Granero.

Éste va a ser el tercer año consecutivo que la Feira Franca tiene su propia cerveza, pero por primera vez se podrá degustar embotellada, pues hasta la presente edición sólo se podía degustar en barril, en el propio puesto que Meiga monta en la Praza de España. Este año, cerca de treinta locales de hostelería de Pontevedra la venden desde hace unos días. Si la quiere probar no tarde demasiado, que está volando. "Está tendo maior aceptación da esperada", dice Tilve, que reconoce que el Concello tiene buena parte de culpa. "Para nós era importante que o Concello nos cedese o logo oficial da XX Feira Franca para a etiqueta, e todo foron facilidades".

Se trata de una cerveza con cuerpo, hecha con cebada, trigo y avena, 5º de alcohol y mucho sabor. Vale la pena, hágame caso. Y lo más importante es que es una edición limitada e irrepetible. Tilve prefiere describirla como "unha cervexa efémera. Son 500 litros. Cando se acabe, acabouse. Esa receita nunca máis a volvemos utilizar. O que non disfrute da Feira Franca, non poderá bebela".

Para los cerveceros de Meiga la Feira Franca es importante: "É unha das festas máis importantes da nosa cidade e quixemos unirnos embotellando por vez primeira unha cervexa especial. Para nós antes era unha festa para desfrutala vivíndoa. Desde hai tres anos a desfrutamos traballando, que é outro xeito de vivila. Nos gusta que a xente se achegue ao noso posto a probala e este ano ademáis metémonos no lío de espallala en botella por toda a cidade. Moito traballo, pero é a nosa paixón e a nosa contribución a esta festa coa que estamos comprometidos a morte".

Las ediciones especiales, o cervezas efímeras son una de las especialidades de Meiga. Producir de manera artesanal tiene estas ventajas. "E que é moi triste beber sempre a mesma cervexa, como sería triste comer xoubas tódolos días. Aos verdadeiros amantes da cervexa góstalles a variedade. Probar cousas diferentes. Por iso os artesanos atopamos un oco no mercado, porque ofrecemos calidade e variedade".

Meiga vende sus cervezas por todo nuestro país, pero el 75% de su producción, unos 2.000 litros al mes, se queda en nuestra comarca. "Facémola con moito cariño porque é para os nosos veciños e veciñas. Buscamos materia prima de primeira calidade porque somos unha microcervexería e poñemos nisto toda a nosa paixón". No lo hacen por dinero, dice. Si fuera por dinero, Tilve seguiría ejerciendo su profesión de ingeniero industrial, donde ganaba mucho más. Pero un buen día decidió dejarlo todo para dedicarse a lo que más le gustaba en esta vida, que era hacer cerveza, así que habló con Andrés Granero y montaron Meiga.

"A sensación que experimentas cando alguén che di que disfruta dunha cervexa túa, iso non se paga con cartos". Tienen su fábrica en A Caeira, pero yo me encuentro con él en A Verdura, en Os Carballos, donde probamos la XX Feira Franca y es cierto que cuando le digo que es una cervexa muy buena, al hombre se le ilumina la cara. Luego, cuando llegó Gonzalo, el fotógrafo, se la dimos a probar y coincidió. Es una cerveza increíble, y a Tilve se le vuelve a iluminar la cara.

Así que ya sabe usted. Si se pasea estos días por la zona, pídala y pruébela. Será un buen prólogo a la Feira Franca y ya está volando. Los locales que ya la tienen en venta dicen que está volando.

Lo que nos ofrece Meiga con esta XX Feira Franca es una experiencia única para quienes somos amantes de la buena cerveza. Y me gusta la idea de hacer cervezas irrepetibles con recetas que nunca más se utilizarán, porque por buena que sea, la del próximo año será diferente pero igual de buena o mejor. Esas cosas que sólo se pueden probar una vez en la vida, como un privilegio que nos conceden estos maestros cerveceros sólo para quienes quieran ir ambientándose o directamente disfrutar de la fiesta. Y cuando se acabe, se acabó para siempre.

Pruébela, no sea irresponsable. Le juro por Dios que vale la pena. Y disfrute usted de la XX Feira Franca, de las dos: de la cerveza y de la fiesta.

Comentarios