Cuerpos 'instagrameables': sueño y martirio

Delgados y tonificados. Es como ansían verse los adolescentes, que, ante la continua exposición a imágenes idealizadas de los influencers, cada vez se muestran más preocupados por su físico. La insatisfacción también se palpa entre los pontevedreses.
Un grupo de adolescentes en una plaza de la Boa Vila. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Un grupo de adolescentes en una plaza de la Boa Vila. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Ser gordo o flaco, muy alto o demasiado bajo, tener los labios demasiado finos o excesivamente gruesos, la nariz o las orejas grandes, poco o mucho pecho... Todo puede causar complejo en la adolescencia, una etapa en la que el físico se hace especialmente relevante y se vincula directamente con la autoestima. Sin embargo, lo que siempre ha sido normal en esta etapa de la vida se está agudizando por el impacto de las redes sociales. Lo constatan numerosos estudios que relacionan el aumento de la preocupación de los adolescentes por su imagen corporal con el uso de las redes sociales.

Así, según refleja el proyecto DigitalFit: La influencia de las redes en la alimentación y el aspecto físico de los menores, impulsado por la Fundación Mapfre y la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), alrededor del 50 por ciento de los menores considera que "tener un buen físico" ayuda a ser más aceptado socialmente y, aunque el 63 por ciento afirma sentirse bastante o muy satisfecho con su cuerpo, un 12 por ciento está frustrado o ansioso por no poder alcanzar la imagen que transmiten los influencers a los que sigue. El estudio, realizado en España a 1.055 menores de entre 11 y 17 años, apunta también que el 28% de los menores siente que un cuerpo bello es un "cuerpo delgado y tonificado".

Más alarmantes son los datos de la encuesta Factores de riesgo de estudiantes de secundaria, realizada por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) en 2021. Este estudio eleva al 60% la cifra de adolescentes que están insatisfechos con su imagen corporal. Además, la encuesta revela que el aspecto físico es la principal causa de discriminación en ambos sexos, ya que el 53% de chicas y el 39% de chicos se han sentido discriminados por su aspecto físico.

La búsqueda de la ansiada delgadez en el caso de las chicas y la musculación en el de los chicos también tiene su reflejo en los gimnasios, donde el número de adolescentes que acude con regularidad va en continuo aumento, y en las clínicas de cirugía estética, a cuyos servicios recurrieron en 2018 (año de los últimos datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética) 8.000 menores en España, lo que supone el 1,9% del total y un incremento de seis décimas respecto a 2014.

Por último, las redes sociales también podrían estar detrás del aumento de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), unos de los problemas de salud mental que más han aumentado en los últimos años, especialmente en jóvenes de 12 a 21 años.

Pontevedra

La preocupación por su aspecto físico no es algo ajeno a los adolescentes pontevedreses, aunque Carmen Mayán, profesora del IES Luís Seoane con dos décadas de experiencia en las aulas, aclara que es algo que viene de lejos. "Agora fálase máis, pero de todo o que temos diante non é o que máis cambiou nos últimos tempos. Si que hai unha preocupación que se manifesta especialmente en determinados cursos e idades e entre as rapazas máis que entre os rapaces, pero non é unha novidade", afirma.

Carmen Mayán, profesora: "Os problemas chegan en 2º e 3º da ESO, cando se produce o seu cambio corporal e uns corpos van cara ao estereotipo e outros non"

En relación con la preocupación por el aspecto físico, como fenómeno más reciente destaca la inseguridad que sintieron muchos adolescentes cuando llegó el momento de quitarse las mascarillas tras la pandemia. "Despois dun ano sen verse, houbo rapaces que non querían quitala por vergoña a mostrar a súa cara. Foron uns meses de choque e aínda hai quen a segue levando porque se acostumou a ir oculto, pero son excepcións", precisa.

En lo que respecta a los vínculos entre la percepción de la imagen personal y las redes sociales, la docente observa dos situaciones en las aulas. "Por unha banda, cando lles preguntas na clase se realmente iso que proxectan eles no seu Instagram ou no seu TikTok son eles, identifican claramente que non e son capaces de verbalizar, sobre todo en grupo, que se corrixen con filtros, que sempre saen contentos... E iso si que lles acaba xerando ás veces un problema co seu físico e a súa realidade física, e vese tanto en rapaces como en rapazas. De aí veñen trastornos alimentarios. Todos os anos ves rapazas cuns cambios de dieta brutais, coas familias preocupadas porque non queren comer... Este tema do control do peso e da imaxe para as rapazas maniféstase en 2º e 3º da ESO, cando se produce o seu cambio corporal e uns corpos van cara ao estereotipo e outros non teñen nada que ver. É un periodo, que ás veces dura máis e outras menos, no que son máis conscientes do modelo que non poden acadar. Teñen unha inseguridade respecto aos demais, a como as miran, o que pensan delas... Entre os rapaces dáse menos, pero agora si se ve moito máis xeneralizado o tema da musculación. As poses en redes e tamén entre eles levan a que algúns se reforcen con iso. Sucede tamén en 2º e 3º da ESO, cando se manifestan as diferenzas de crecemento entre uns e outros", explica.

"Por outro lado –continúa Carmen Mayán–, hai un segundo grupo de rapaces e rapazas que se reforzan para o contrario. Son rapaces e rapazas que foron invisibles ata o de agora porque non respondían a eses estereotipos e agora se están visibilizando e se fortalecen uns aos outros. Iso vémolo, por exemplo, na forma de vestir. De repente temos rapazas con máis curvas que se mostran e buscan unha roupa que é exactamente igual ca da compañeira que ten dúas tallas menos. Non sei se lles custa, pero a imaxe que proxectan non é a imaxe dunha persoa máis insegura que esa persoa dunha talla inferior. Fortalécense entre eles", apunta.

Mayán pone el foco también en la vulnerabilidad de los adolescentes ante los comentarios negativos en redes sociales sobre su aspecto físico. "Presiona moitísimo o que lles digan nas redes. Hai rapaces e rapazas que se autodenominan haters con moito orgullo e que cada vez que alguén publica unha foto fan o comentario máis feridor e prodúcense reaccións que poden parecer desproporcionadas e por unha tontería, pero que para eles non o é. Non sei ata que punto ten que ver todo o tempo de pandemia no que se relacionaron só por redes, de maneira que para eles a realidade das redes xa é tan importante como a de verdade. No instituto hai moitas cousas de saúde mental que se nos están escapando –reconoce la docente–. Estamos moi superados ante cousas que non son grandes novidades. Estabamos acostumados a que desde a casa, as familias, e desde os coles controlabamos unha porcentaxe maioritaria dos referentes que chegaban aos rapaces e agora mesmo é todo o contrario".

Gimnasios

En cuanto a la asistencia de los adolescentes a los gimnasios por razones estéticas o para aumentar su masa muscular, en los centros deportivos de la ciudad, aunque son conscientes de que la imagen cada vez cobra más importancia entre los más jóvenes, no perciben un incremento notorio de este sector de la población en sus instalaciones. Por otra parte, el ingreso de los menores está regulado. Por ejemplo, en el caso de Supera 24H, solo pueden apuntarse los mayores de edad y si tienen menos de 18 años deben acudir con los padres y en BeOne Campolongo pueden acceder al gimnasio los mayores de 16 años, los de 14 y 15 necesitan autorización de sus padres y es necesario que sean abonados y los de 12 y 13 pueden entrar solo a hacer bicicleta o cinta y siempre acompañados de uno de los progenitores.

"Con motivo de la pandemia, cuando las federaciones todavía no funcionaban, sí que hubo un aumento de los menores. También se nota en los meses de julio y agosto, que es cuando paran las competiciones deportivas y vienen para no perder la forma. En el caso de los más pequeños, se trata de niños que traen sus mamás para hacer frente al sedentarismo", apuntan desde Campolongo.

Sobre la conveniencia de hacer pesas en edades tempranas, Alejandro Fernández, instructor de Supera, considera que "antes de los 16 hay otras actividades más recomendables que encerrarse en un gimnasio, como otros deportes o actividades al aire libre", si bien matiza que "no hay estudios que digan que puede ser perjudicial".

David Chapela, entrenador: "Antes de los 16 años hay actividades más recomendables que encerrarse en un gimnasio, como otros deportes o actividades al aire libre"

David Chapela, entrenador personal, es de la misma opinión. "No es contraproducente pero hasta los 14 o 15 años es mejor que hagan algún deporte que sea ameno, más jugado. Además no tiene sentido que un niño trabaje la ganancia de masa muscular como un adulto porque hormonalmente no está preparado. Sus músculos no se van a desarrollar como los de alguien de 20 años, pero trabajándolos de forma jugada sí se vuelven fuertes y eso no es malo", concluye.

"Odio mi físico"
Dibujar su cuerpo desnudo. Esa fue una de las actividades que tuvieron que realizar alumnos de secundaria de un instituto pontevedrés en el marco de una charla sobre autoestima, emociones y seguridad personal. Algunas respuestas de los estudiantes al comentar la actividad de forma anónima no dejan lugar a dudas: los adolescentes, especialmente las chicas, además de manifestar la "incomodidad" que les supuso tener que dibujarse desnudos, reflejan un alto nivel de insatisfacción personal con su aspecto. Estas son algunas de sus respuestas:

-"Me sentí incómoda porque odio mi físico (...). Desde que soy pequeña (era la rellenita de clase), me insultaban llamándome gorda y diciéndome si sigues con ese físico no te va a querer nadie, adelgaza, estás demasiado gorda, etc. Yo ese dibujo lo tiré porque soy incapaz de verlo".

-"Aparte de que no me gusta como soy ni me gusta mi apariencia, me costó mucho, la verdad (...). No me gusta enseñar mi cuerpo ni en un dibujo. Ese dibujo al terminar esa charla lo rompí y lo tiré a la basura".

-"Non me debuxei tal como era. Houbo algunhas partes que me fixeron sentir mal e incómoda. O debuxo só llo ensinei ás miñas dúas mellores amigas e téñoo na casa escondido para non velo".

-"Sentinme nervioso, con moito medo de que a xente criticase o meu corpo e o meu ser. Non me gustou moito ter que debuxarme, ademais da vergoña. Claramente custoume máis debuxar as miñas partes íntimas polo medo a ensinalo (...). Finalmente, dobreino e tireino ao lixo".

-"Non me gustou porque non me gustou o meu corpo ao debuxalo e tampouco me gustou o resultado. Ao chegar a casa vouno queimar. Odio ese debuxo".

-"Me sentí incómoda, pero al ver que mis amigos se dibujaban seguros me hizo sentir mejor (...). Cuando dibujaba cada parte de mi cuerpo lo dibujaba poco segura porque pensaba que era mentira (...). Cuando terminé el dibujo se lo enseñé a una amiga y luego lo doblé, me fui al baño, lo mojé, lo rompí y lo tiré".

-"Foi máis incómodo debuxar os meus muslos porque é a parte do meu corpo que menos me gusta. Conservo o debuxo pero dame vergoña ensinalo".

-"La gente se ponía a decir que su cuerpo era horrible y no me pareció bien porque todos los cuerpos son hermosos".

Comentarios