Ratifican la pena de 14 años de prisión para los acusados de dar una paliza a un párroco de Vigo

El sacerdote, al resistirse e intentar impedir el robo, fue tirado al suelo, donde le propinaron varias patadas y golpes en la cabeza, causándole graves secuelas

Sede del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. ADP
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El Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG) ha desestimado el recurso de apelación contra la sentencia que condenó a 14 años de prisión a cada uno de los dos acusados de agredir y robar en octubre de 2016 al párroco de la iglesia de Santa Rita, en Vigo, al que causaron graves secuelas.

En su fallo, cuyo contenido ha sido divulgado este lunes, el TSXG considera que "no cabe duda alguna de que propinar patadas y golpes en la cabeza a una persona de edad avanzada (80 años) que se encuentra tirada en el suelo es una actuación que crea, objetivamente, un riesgo de causar graves lesiones y secuelas al agredido".

En la sentencia original, la Audiencia de Pontevedra aludía a un dolo eventual al considerar que los agresores, al atizar al cura cuando estaba en el suelo, "aceptaron las consecuencias de sus actos y que era posible utilizar una violencia de menor intensidad para llegar a la sustracción integrante del delito de robo".

También incide el TSXG en que resulta "incuestionable" que las lesiones sufridas por el párroco son causa de la agresión sufrida por parte de los acusados, Pedro Yago S.P. y Alison Lucas B.R., ambos de nacionalidad brasileña.

El tribunal considera como hechos probados que a las 16.00 horas del 8 de octubre de 2016 los dos chicos entraron en la iglesia de Santa Rita con el pretexto de hacer una confesión al párroco.

No obstante, y tras acceder a la zona de oficina y despacho del sacerdote, uno de ellos lo agarró mientras el otro se hacía con las llaves de la caja de caudales, donde guardaba unos 700 euros en efectivo y joyas, y se apoderó también del reloj de la víctima y de sus gafas.

El sacerdote, al resistirse e intentar impedir el robo, fue tirado al suelo, donde le propinaron varias patadas y golpes en la cabeza, a consecuencia de los cuales sufrió erosiones superficiales en nariz, oreja derecha, mejilla derecha y piernas.

No obstante, los golpes recibidos en la cabeza le provocaron al día siguiente un hematoma subdural que desencadenó en una incapacidad para la deambulación y la realización de las actividades básicas de la vida diaria, necesitando de forma permanente ayudas de terceras personas.