Blogue | A mi manera

Lo mejor está por llegar

SIEMPRE LE estaré agradecida. Siempre. Porque, en los momentos más duros, que es en los que se defi nen de verdad las personas, nunca se puso de perfil. A diferencia de otr@s, Nieves Peñuelas desplegó conmigo, en todo momento, su abanico de generosidad, ternura, compañerismo, profesionalidad y cariño.

Esta profesión nuestra, mágica y sorprendente, no nos depara siempre buenos momentos. Es más, casi diría que la balanza de las dificultades tiene más inclinación que la de las alegrías, pero la vocación es lo que nos hace salir a flote, luchar como jabat@s y olvidar pronto aquello que nos hizo sufrir y ¡por qué no decirlo! pensar, incluso, en arrojar la toalla.

No me canso de repetir que este trabajo me ha dejado en herencia a grandes amigos. Unos muy conocidos, otros menos mediáticos, pero todos contabilizan como buenas personas, que es lo importante. Los que, con el tiempo, me he dado cuenta que no sumaban ni respondían en la medida que recibían, los he ido desplazando o, incluso, se han alejado ellos de "motu propio", lo que me resta la sensación de egoísmo.

A Nieves Peñuelas la conocí en Fox. Ya he perdido la cuenta del tiempo que hace, unos 25 años más o menos. Era la responsable de prensa y con ella debía gestionar las peticiones profesionales. Sin acordarme ni cómo ni cuándo, nos fuimos haciendo amigas y se convirtió en una de las personas con las que, desde el primer momento, compartí más confidencias.

Yo que soy muy retraída para verbalizar algunas de mis cosas, encontré en ella a esa confidente que, tras escucharme, no siempre me decía lo que quería oír. Y esa era una de las cosas que siempre más me ha gustado. Fue mi gran bálsamo en momentos complicados de cambios de trabajo y siempre se las ingenió para darle una vuelta creativa a sus ideas, procurando que yo pudiese implicarme de alguna manera en ellas. Hizo que nunca me sintiera sola, cuando se cerraban puertas que siempre habían estado abiertas.

Sus éxitos los he celebrado más que si fueran propios y el cariño que toda la prensa le profesa es algo que se ha ganado por propios merecimientos. En estos tiempos de cambio, hasta cierto punto inesperado, Nieves lo está percibiendo porque, como debería ocurrir con todos los homenajes, el cariño y agradecimiento hay que demostrarlo cuando el destinatario puede disfrutarlos.

En unos días inicia una nueva etapa profesional. Fox ha sido absorbida por otra multinacional del gremio e, inexplicablemente, no han considerado que su experiencia fuera aval suficiente para continuar en la nueva aventura. Lo que ahora le puede parecer asomarse al abismo, en nada se convertirá en la mejor travesía de su vida. En eso, como en desengaños con gente inimaginable, tengo un máster y, tras los primeros tiempos de tomar tierra en la recién estrenada situación, acabará dándose cuenta que lo mejor siempre está por llegar. Y si la vida es justa con ella, en este momento estará empezando la esperanzadora etapa de esa segunda vida.