Blogue | A Praza da Verdura

Lo importante del verano es disfrutarlo

Hay quien opta por pasar esta época de aquí para allá, mientras otros eligen la tranquilidad para sus vacaciones

A mí que alguien me explique por qué, si el calendario casi ya se ha tragado julio, nuestro querido sol está comportándose como si tuviera vergüenza. Quizá la explicación está en que Pontevedra no se encuentra entre sus lugares favoritos para pasar las vacaciones (cosa que no entiendo) y por eso aparece de forma tan intermitente y tímida.

Otra que tampoco pasará aquí el verano es la piragüista canguesa Teresa Portela, que según me han contado ayer ahuecó las alas y se puso en marcha hacia los Juegos Olímpicos de Tokio.

Nuestra querida ‘Teri’ es la primera mujer española que participa, nada más y nada menos, que por sexta vez en unos Juegos. ¡Menuda crack! Solo nos queda desearle toda la suerte posible para las competiciones y que vuelva con tantas medallas doradas como le quepan en las manos.

Y como hoy la cosa va de abandonar el nido, cabe mencionar la despedida que Natalia Caparrini, Vicerrectora de Captación, Estudiantes y Extensión Universitaria de la Universidade de Vigo, le organizó ayer a sus alumnos y alumnas. Junto a Merce Álvarez, la Coordinadora Académica del Centro de Linguas, hizo entrega de las acreditaciones de nivel de español al alumnado del Campus Spain. Entre emoticonos de docente orgulloso y de tréboles de cuatro hojas, la cuenta de Facebook del Centro le dedicaba «mucha suerte» al alumnado, al que seguro echarán muchísimo de menos.

Como decía, muchos en verano eligen irse y despedirse hasta septiembre del hogar. Para los que pueden, lo más habitual es andar todo el día de aquí para allá. Que si hoy toca playa, mañana concierto, que si el próximo fin de semana nos vamos de camping con los amigos, para el próximo un viaje al sur...

Otros, en cambio, prefieren hacer honor al término ‘vacaciones’ como se merece. Nada de andar con agobio por llegar puntuales a las quedadas. Si es que, al final, lo mejor del verano es poder relajarse, desconectar y disfrutar del (poco) sol, como por ejemplo en la maravillosa Illa das Esculturas de Pontevedra.