Abogado, filósofo, diputado, ministro y escritor, su vida estuvo muy ligada a Galicia y a Pontevedra, ciudad que visitó con frecuencia. El aspecto de su vida en el que me voy a centrar es el personal, relacionado con el progreso y la cultura de Galicia, y menos en el político, que también fue muy relevante porque llegó a ser ministro. Una calle muy céntrica de la ciudad de Pontevedra, que une la plaza de Galicia con la calle Peregrina, lleva su nombre.
Andrés Mellado Fernández nació en Málaga el 23 de diciembre de 1846. Hijo de Andrés Mellado Contreras y de Rita Fernández que tuvieron oficialmente tres hijos: Andrés, Enrique y Rita. Andrés se casó con la lucense Jesusa de La Portilla Cobián en la iglesia de San Ildefonso de Madrid, pero no tuvieron hijos, Andrés era un "Enamorado de Galicia, donde eligió su esposa". Su mujer, Jesusa, era hermana del general gobernador militar de Lugo Leoncio de La Portilla.
Andrés se licenció en la Universidad de Madrid en Derecho (1866) y Filosofía y Letras (1878) con un brillante expediente académico. Empezó desde muy joven en el mundo del periodismo con la fundación del periódico El Amigo del Pueblo, fue redactor y director de La Igualdad, escribió en el Correo de Lugo, en El Progreso y se unió como periodista a la redacción de El Imparcial (del pontevedrés Gasset y Artime del que ya hablé en esta sección) en 1875 (aunque otras fuentes se refieren a 1879) con Andrés Hernández y Enrique Figueroa y del que fue más tarde director, redactor del rotativo madrileño Diario Liberal, también fue colaborador literario de "La Ilustración Española y Americana" y miembro de la Real Academia Española .
Adoraba Galicia y remó a su favor, en El Imparcial publicó en 1883: "Galicia, bajo el punto de vista agrícola, industrial y comercial, cuenta con elementos sobrados para su futura prosperidad", y afirmaba cuestiones tan atinadas y vigentes como, "para exportar es necesario competir, y para competir es necesario abandonar la rutina y la preocupación, aceptando los modernos procedimientos agrícolas e industriales. Para atraer al forastero, es preciso construir hoteles y establecer casas de baños, alquilar casas de campo y ofrecer todo género de comodidades", y terminaba con una verdad, "Piensen las gentes de capital y trabajo, lo que van a hacer. En sus manos está hoy el porvenir de Galicia".
La prensa era una de las mejores maneras de destacar y en aquellos momentos tenía mucha influencia en la política, como medio casi único de comunicación. Aunque existían infinidad de partidos políticos se polarizaban entre los de derechas e izquierdas, monárquicos y republicanos, como ocurre en la actualidad. En el terreno político Andrés pertenecía a la formación Liberal-Conservadora. Fue alcalde de Madrid poco más de un año, de 1889 a 1890 porque presentó su dimisión, pero dejó muy buen recuerdo por su gestión en un ayuntamiento con graves problemas económicos, fue Gobernador del Banco de España, renunció al ofrecimiento del cargo de embajador en Lisboa, diputado en varias legislaturas y fue Senador vitalicio desde 1901 a 1911.
Como Comisario del regio Canal de Isabel II comentar como anécdota que se reunió con el Ministro de Fomento, Rafael Gasset Chinchilla, hijo del pontevedrés Eduardo Gasset y Artime , para informarle que si su ministerio no pagaba el canon del agua, la factura, le cortaría el suministro. Fue Ministro de Instrucción pública, del que en 1905 decía Emilio Tapia: "El Ministerio de instrucción Pública se ha confiado al inimitable escritor del país de las Rías, país pintado y revelado ante el mundo todo por la pluma mágica de Mellado, que aquí encarnó, y de esas rías hizo en la Prensa los cuadros inimitables que tanto contribuyen á la resurrección de esta tierra".
Mellado ofrecía confianza y cuando se produjo la inundación catastrófica del 24 de septiembre de 1907 en Málaga a la una de la madrugada, que provocó una riada que arrasó con todo, el periódico El Diario Español de Buenos Aires recaudó 25.000 pesetas que le hizo llegar a él personalmente. Mellado se desplazó a la zona para hacer entrega de la ayuda económica y Alfonso XII, que también visitó la zona afectada, aportó por parte del Gobierno 10.000 pesetas y dijo apesadumbrado: "Creía grande el desastre, pero no tanto. Esto es horrible".
Mellado visitó Pontevedra en numerosas ocasiones; entre ellas, en agosto de 1898 y en verano de 1903, en el que pasó una temporada en el famoso Balneario de Mondariz.
Andrés enfermó, unas fuentes refieren que por complicaciones de una operación de apendicitis y otras a una afección respiratoria, pero en julio de 1913 su estado se agravó de manera preocupante. Andrés Mellado falleció en Biarritz el 30 de agosto de 1913 años a la una y media de la madrugada con sólo 67. El cuerpo llegó a España el día 2 de septiembre en tren a la Estación del Norte y desde allí fue conducido al cementerio de San Isidro de Madrid. El conde de Romanones se mostró muy afectado por su fallecimiento y "elogió al difunto".
Días después el Ayuntamiento de Pontevedra dejaba testimonio el pésame en un acta por el fallecimiento de Andrés Mellado, "Consideramos muy legítimo este tributo a la memoria del que fue admirador entusiasta de Pontevedra y de Galicia en general, cuyas bellezas propagó en aquellas famosas crónicas de El Imparcial tituladas Desde el país de las Rías".
