Blogue | Crónicas y perfiles

El general Antero Rubín, un pontevedrés en Cuba

Antero Rubín.
photo_camera Antero Rubín. BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA

Una calle de Pontevedra lo recuerda como Avenida General Antero Rubín, que une las calles Avenida Raiña Vitoria Uxía con la Avenida María Victoria Moreno, en una zona céntrica de la ciudad.

Antero Rubín Homet nació en Redondela (Pontevedra) el 15 de febrero de 1851, aunque otras fuentes lo datan el 3 de diciembre de 1853. Inició su carrera militar en la Escuela de Infantería y a los 16 años se fue como voluntario con destino a la isla de Cuba. Regresó a España y sirvió en el Regimiento de Murcia por cuyos servicios fue ascendido a Alférez. Volvió a Cuba por segunda vez donde tomó "parte en varias acciones que le valieron la cruz roja de primera clase del Mérito Militar".

Viajó a la isla caribeña por tercera vez, ya que conocía perfectamente el terreno en 1895 y dos años más tarde la prensa cubana daba cuenta del delicado estado de salud de Antero herido de guerra, «el exceso de trabajo en la presente campaña ha producido á este bravísimo jefe una enfermedad que, sino grave, reclama forzosamente algún reposo». En este país por los servicios prestados recibió la Gran Cruz Roja del Mérito Militar y después fue ascendido al grado de teniente, en 1907 se le concedió la Gran Cruz de San Hermenegildo como general de brigada y en 1908 ascendió a general de división.

Se casó el 31 de agosto de 1916, a las cuatro de la madrugada, con Alejandra Ulloa Sotelo en la iglesia parroquial de Santa Eufemia de Ourense. La celebración se hizo por poderes y representaba a su esposo el padre de la novia, Eduardo Ulloa, coronel retirado de Sanidad en la Armada. Fueron padrinos su padre Eduardo y su madre Edita Sotelo y como únicos invitados al enlace varios testigos amigos de la familia. En noviembre de ese mismo año Antero ascendió de general de División a teniente general, cuando ocupaba el puesto de Gobernador militar de Bilbao en ese momento, nombramiento que se hizo efectivo en diciembre de 1917. El matrimonio tuvo un hijo, Antero Rubín Ulloa, que falleció el 29 de noviembre de 1929.

En Galicia estuvo al mando de la 11ª División, fue subinspector de tropas y Gobernador militar de A Coruña. En esta ciudad, su mujer Alejandra se implicó en tareas de ayuda en Cruz Roja, de la que fue presidenta de la Junta de Damas, la escritora gallega Sofía Casanova realizó una dedicatoria en el libro "En La Corte de los Zares", "A mis paisanos, los gallegos y en representación de ellos, a las señoras doña Alejandra Ulloa de Rubín y doña Dolores Morillo; a las cigarreras coruñesas y los Sres. D. Manuel Casás y D. Francisco Catoyra". En 1922 se le concedió la Cruz de la Beneficencia por sus servicios de ayuda social durante la guerra con Marruecos a una mujer "silenciosa, modesta y eficaz". Fue senador en las Cortes por la provincia de Zamora durante un año de 1921 a 1922. El 21 de septiembre de 1923 Rubín, como Capitán General de la 8ª Región E.M., firmaba un manifiesto en el que animaba al pueblo a participar como fuerzas civiles en el Somatén.

Los requisitos eran dirigidos a: "Todos los ciudadanos españoles, mayores de veintitrés años, vecinos y residentes en las provincias de Coruña, Lugo, Orense, Pontevedra, Oviedo y León, con buena conducta pueden formar parte del Somatén". Una organización civil, bajo el mando del ejército, de "ciudadanos honrados", para colaborar con la Guardia Civil en el mantenimiento de la ley y el orden en los años veinte.

En diciembre de 1925 El Compostelano anunciaba, "Se ha dispuesto que el teniente general en situación de primera reserva D. Antero Rubín y Homent pase a la segunda por razón de su edad". En julio de 1927 se celebró en Redondela un banquete multitudinario en su honor en el Círculo Mercantil e Industrial. Y en julio de 1929 su nombre se le puso a una calle en la ciudad que le vio nacer: "El pueblo se hallaba engalanado y la música de Cabeiro recorrió las calles ejecutando pasodobles". En 1932 falleció en Redondela su hermana Ubaldina Rubín y Homent, viuda de Paz Serrano.

Antero falleció en Ourense el 1 de mayo de 1935. En su necrológica se destacaba "era todo un cumplido caballero en todos sus actos y un bravo militar en toda su personalidad". Sus restos mortales fueron trasladados de Ourense a Redondela, "El pueblo en masa, con el Ayuntamiento y autoridades locales, fué a recibir el cadáver del hijo de aquella villa. El féretro fué conducido en medio de una imponente manifestación a la Casa Consistorial, convertida en capilla ardiente", y se le dio sepultura al día siguiente en el panteón familiar de la ciudad. La Diputación de Pontevedra hizo constar en acta "el sentimiento de la Corporación por el fallecimiento del ilustre pontevedrés, teniente general del Ejército don Antero Rubín... ".

Dos meses después de su fallecimiento su viuda, Alejandra Ulloa, "por conducto de don Casto Sampedro había recibido una carta de que se dio lectura de la Excma. Señora Doña Alejandra Ulloa, viuda del general Rubín, capitán general que fue de esta región e hijo ilustre de esta provincia, ofreciendo el sable de honor que la Diputación provincial (de Pontevedra) le dedicara en 1899 por hechos heroicos en la campaña de Cuba, rogando la aceptación de dicho trofeo y que se deposite en el Museo provincial ", que fue en el Potrero de las Varas (Cuba) en 1895. Además, donó al Centro Republicano Recreativo de Redondela un ejemplar de la biblioteca de su esposo, en concreto "La divina Comedia de Dante". Su mujer falleció muchos años después que su marido, en 1966, en Ourense, y sus restos se trasladaron a Redondela para descansar junto a los de su esposo.

Comentarios