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El 'General Martitegui'

Un hombre entregado a su trabajo como militar que fue herido de guerra y prisionero hasta llegar a un ministro de guerra y al que Pontevedra recuerda con una calle
Martitegui fotografiado por Emilio Napoleón. LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA
photo_camera Martitegui fotografiado por Emilio Napoleón. LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA

Una céntrica calle de Pontevedra, Rúa Xeneral Martitegui, lleva su nombre y une las calles Alameda, Maestranza y Prudencio Landín Tobío con la plaza de Concepción Arenal. Allí está en la actualidad la facultad de Bellas Artes, la Escuela Superior de Conservación y Restauración de bienes Culturales de Galicia, el colegio Froebel y el Archivo Municipal.

Vicente Martitegui y Pérez de Santa María nació en Burdeos el 14 de febrero de 1843. Estudió en el Colegio de Infantería y empezó su carrera militar como cadete en 1857. Fue destinado a Cuba en dos ocasiones: una en 1864 y fue herido de guerra en una acción militar, volvió a España en 1871; y la segunda en 1872 en la que fue hecho prisionero y regresó definitivamente en 1875. Durante estos años había escalado puestos en la organización militar hasta llegar a brigadier.

En 1902 fue ascendido a teniente general a instancias del general Valeriano Weyler: "El candidato del Ministro de la Guerra, y nos importan poco las rectificaciones, era el general González Parrado. El nombrado es el Sr. Martitegui. Pues allá el marqués de Tenerife con sus satisfacciones", relataba El Áncora.

Ministro de la Guerra en 1903, coincidió con el Ministro de Hacienda Augusto González Besada, Ministro de Marina Eduardo Cobián Roffignac, de Instrucción Pública Gabino Bugallal Araujo y con el de Agricultura Rafael Gasset y Chinchilla, y fue reelegido para ese mismo cargo en 1905. Fue jefe del Cuerpo de Alabarderos, del Estado Mayor Central, director de la Guardia Civil en dos ocasiones (1906-1908) y Senador vitalicio entre 1903 y 1911.

Durante su mandato en 1903 Martitegui, "muéstrase partidario del establecimiento de la Academia general militar y de la implantación del servicio obligatorio", proyecto que se tramitó en las Cortes y se hizo efectivo poco tiempo después. Muy próximo al rey de España lo acompañó en varios viajes entre ellos el del monarca a Zaragoza, ambos alojados en el palacio arzobispal. Ese mismo año se solicitó una rebaja del cupo llamado a filas que se tradujo en 48.000 de los 60.000 en relación con la Ley de 1901, para dos años después armonizar el cupo general. El presupuesto de su Ministerio ascendía a 145 millones de pesetas, además de 1.200.000 pesetas para maniobras.

Precisamente, en 1907, Martitegui dirigió las maniobras del Ejército en Galicia, en concreto en Monforte de Lemos (Lugo), en las que participaron más de 10.000 personas: "Estas interesantes maniobras, en Ias que han tomado parte unos diez mil hombres de todos las armas y cuerpos auxiliares, han sido presenciadas por S. M. el Rey y dirigidas por el ilustre teniente general D. Vicente de Martitegui y Pérez de Santa María, Jefe del Estado Mayor Central del Ejercito, inteligentemente secundado por el general de división D. Julián Suárez Inclán, que ejerció también las importantes funciones de Juez de campo", según se hacía eco un extenso reportaje en La Ilustración Española y Americana. En dichas maniobras se simuló el desembarco y toma de posiciones de un ejército extranjero; una invasión en toda regla: "Las tropas de las guarniciones de Galicia, rechazadas en las cosas pro un enemigo superior en número, se han concentrado en Monforte, estableciéndose en un campamento en expectativa de los movimientos del contrario y organizando la defensa en unión de fuerzas procedentes de la séptima región (Valladolid), que llegan sucesiva y apresuradamente. Los reconocimientos practicados por la Caballería y por la Compañía de aerostación dan á conocer la presencia del enemigo, y, en su consecuencia, las fuerzas, que han llegado á unirse, avanzan y despliegan para tratar de desalojarlo de sus posiciones". Martitegui, Suárez Inclán (general e historiador) y los jefes y oficiales del Estado Mayor llegaron a Bóveda y Monforte desde Pontevedra en un tren militar y presidía este gran acontecimiento el rey Alfonso XIII, que tenía veintiún años. Acompañaban al joven rey otras autoridades extranjeras para presenciar las maniobras.

En 1909 Martitegui estaba destinado en Tenerife como Capitán General de Canarias cuando vivió la erupción del volcán Chinyero del 18 de noviembre. Una erupción que duró diez días, fue muy violenta y generó lenguas de lava de hasta cuatro kilómetros. Por su actuación en esta catástrofe agradecieron a Martitegui su acertada actuación: "Atendieron con sus acertadas disposiciones á disminuir los efectos de la calamidad, personándose en el sitio de la catástrofe, visitando los pueblos amenazados, llevando á sus moradores el consuelo y tranquilidad necesarios en tales momentos de peligro y contribuyendo, pecuniariamente, al alivio de los damnificados pobres,... ", según el relato de El Progreso de Santa Cruz. Su traslado de las islas a la Península causó un movimiento ciudadano espontáneo, no conformes con su traslado. El día que dejó estas tierras, miles de canarios acudieron al muelle a despedirlo y en señal de protesta cerraron los comercios. Lo acompañaron alcaldes y políticos, que agradecían su buen hacer en la isla el breve tiempo que pasó destinado en ella.

Un año más tarde, en 1910, fue nombrado Capitán General de Valencia, juez protector de la Real Maestranza de Caballería. En 1911, pocos meses antes de su fallecimiento, fue destinado como Gobernador civil de Cáceres.

Vicente Martitegui falleció en Madrid a las once de la mañana del 25 de enero de 1912 y está enterrado en el cementerio de San Lorenzo.

GENERAL MARTITEGUI La Ilust

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