Blogue | Crónicas y perfiles

La medicina avanzada de Ángel Cobián Areal

Un pontevedrés adelantado a su tiempo que destacó en medicina a nivel internacional en una época en la que las enfermedades infecciosas campaban a sus anchas y a Pontevedra llegaban enfermos de toda España
El reputado médico Ángel Cobián Areal. CULTURA GALEGA
photo_camera El reputado médico Ángel Cobián Areal. CULTURA GALEGA

La epidemia del coronavirus estos días asusta al mundo. Pues bien, hace más de cien años Pontevedra era un lugar de referencia nacional en epidemias y enfermedades infecciosas gracias a las investigaciones y tratamientos de un médico. Se trata de Ángel Cobián, un galeno comprometido con el avance científico que procuró estar puntualmente informado sobre enfermedades infecciosas y en otros campos de la medicina, de la mano de los médicos más destacados en Europa. La apuesta por la vacunación preventiva, la idea de la producción propia de los fármacos antipestosos, y su extraordinaria habilidad para operar casos difíciles le valieron el reconocimiento y respeto tanto de colegas como de pacientes de manera que su fama traspasó fronteras.

Ángel Cobián Areal nació en Romai en Portas (Pontevedra) en 1854. Era hijo de Concepción Areal Gago de Mendoza descendiente de la familia de corsarios. Se casó con Sofía Fernández Villar, natural de San Martín de Salcedo, matrimonio que no tuvo descendencia. Terminó sus estudios en 1880 y ejerció como médico en Salcedo (Pontevedra) hasta que solicitó la baja en 1882. Su especialidad fueron las enfermedades infecciosas, que provocaban en aquel momento muchas muertes, como la rabia, la tuberculosis o la difteria, pero también logró grandes éxitos como cirujano e investigador. Fue Procurador médico del Ayuntamiento de Pontevedra (1890), director médico del Hospital Provincial (1894), presidente del Colegio de Médicos de Pontevedra (1895) o Inspector de Sanidad.

En el aspecto político, destacar que fue miembro fundador del Partido Reformista y llegó a ser alcalde de Pontevedra del 27 de junio de 1891 a 1893 y entre su gestión destacó el paso del Hospital San Juan de Dios a lo que es hoy día el Hospital Provincial. También fue fundador de la Cocina Económica de Pontevedra que a veces daba de comer a trescientas personas al día.

En 1894 estableció su consulta médica en la calle Puente, como así constaba en la guía de servicios de Pontevedra. En 1897 abre su Instituto Antirrábico en el nº1 de la calle San Telmo, uno de los primeros de España. Este Instituto fue pionero en la vacunación preventiva y el tratamiento de los casos de rabia y difteria e incluyó también el tratamiento de la tuberculosis. En su consulta de Pontevedra instaló el primer equipo de Rayos X, que compró en Alemania, y publicó el primer trabajo sobre esta nueva tecnología. Ese mismo año exhibía en el escaparate de El Siglo dos radiografías, a las que llamaban fotografías, del interior de unas manos hechas por Cobián.

El Instituto Antirrábico daba los partes trimestrales en la prensa sobre cuántas personas habían sido tratadas en él. Por ejemplo, en 1900 ingresaron 36 personas, de las cuales 24 eran de Pontevedra, 8 de A Coruña, 3 de Ourense y 2 de Lugo. La causa más común, por mordedura de perro, pero también por gatos o por la mordedura de un buey. También acudían por mordeduras causadas por lobos, como cuatro enfermos de rabia que llegaron al Instituto gravísimos procedentes de Ponferrada. 

En 1897 fue comisionado por el Ministerio de Fomento y viajó a los Laboratorios Pasteur de París, de Koch en Berlín (Alemania) y Ferrán en Barcelona. En 1898 solicita tres meses de licencia al alcalde para ausentarse de su puesto y viajar a Alemania y Francia para hacer unos cursos de especialización sobre los tratamientos de la peste.

En 1899 compró en París cien frascos de suero contra la peste Yersin que trajo a Pontevedra. Alexandre Emile John Yersin preparó el primer suero antipeste en 1895 en el Instituto Pasteur en París y, aunque no dio los resultados esperados, en los siguientes años fue efectivo en los casos de peste bubónica. Viajó comisionado por el Gobierno Civil de Pontevedra a Oporto para estudiar más de cerca un brote de peste bubónica, que no creía que llegase a España, pero debía adoptar las medidas preventivas necesarias.

Coincidiendo con la guerra con Cuba, Puerto Rico o Filipinas aumentó en España la posibilidad real de brotes epidémicos de consideración, Cobián "Cuando la repatriación de Cuba y Filipinas, después de las últimas guerras, ha recibido en su sanatorio á muchos soldados minados por la fiebre...". Como cirujano también fue un pionero, y para muestra la dificilísima operación que llevó a cabo, por primera vez en España, en el Hospital de la Princesa de Madrid a una niña de seis años: "verificando el enderezamiento de la columna vertebral en una niña enferma con el mal de Pott, —operación hasta entonces desconocida en España—", y volvió en varias ocasiones para realizar la misma operación. Estas excepcionales habilidades las había adquirido como discípulo del eminente cirujano francés Jean-François Calot.

En Pontevedra operó con éxito a un paciente de una elefantiasis de escroto que padecía desde hacía tiempo, y en Vigo una delicada operación de cáncer. Su último gran proyecto, en 1901, fue el de crear un gran Sanatorio de tuberculosos en la isla de A Toxa para lo que presentó un mes antes de su fallecimiento en el Gobierno civil la solicitud con la memoria, los planos y presupuesto. Enfermó de manera muy grave y pocos días antes de su fallecimiento, acudió a valorarlo el médico de Santiago Jacobo Caldelas.

Nada se pudo hacer y su muerte fue fulminante el 14 de mayo de 1901. Fue trasladado en una carroza fúnebre entre innumerables muestras de dolor y acompañado por personal del Hospital, colegas médicos y pacientes. Ese mismo año se acordó colgar en el salón de sesiones del Hospital Provincial un retrato suyo. Los herederos hacían pública una nota en prensa en la que comunicaban que el Instituto Antirrábico seguiría abierto bajo la dirección del cuadro médico que lo sustituía en sus ausencias, en concreto de José Filgueira Martínez, y su viuda. A propuesta del concejal Prudencio Canitrot, se acordó poner el nombre de la calle Cobián Areal, a la que va desde la carretera de Ourense conducía a la Eiriña por la parte Oeste del Hospital, en su recuerdo.

El 12 de julio de 1916 falleció su mujer, Sofía, y el 2 de marzo de 1912 falleció su madre Concepción. El Instituto Antirrábico de Cobián siguió funcionando por lo menos hasta el año 1926.

Comentarios