Blogue | Comanchería

Boa Vila da una llave a quien pasa

El alcalde, Fernández Lores, abriendo la puerta dle convento de Santa Clara esta semana. GONZALO GARCÍA
photo_camera El alcalde, Fernández Lores, abriendo la puerta dle convento de Santa Clara esta semana. GONZALO GARCÍA

Lunes


Hablemos de las pensiones antes de entrar en éxtasis por la compra de Santa Clara y el bautizo del anteriormente conocido como Sexto Edificio, nuestro pequeño Prince. Ustedes dirán lo que quieran pero me siento muy capacitado para hablar de un tema tan controvertido y a la vez tan técnico, incluso específico, como la sostenibilidad de nuestro sistema público de pensiones. ¿Por qué? Pues porque tengo abuelos y padre jubilados, además de una madre a punto de alcanzar la meta, y yo pertenezco a esa generación que, en algún momento de nuestras vidas, soñamos con vivir plácidamente a costa del retiro dorado de nuestros seres queridos. (Spoiler: no pudo ser).

Martes


Naturaleza después de un buen desayuno: optimista compulsivo. Enciendo la tele, o la radio, o abro la web de mi periódico y leo que el Gobierno, mi Gobierno, tiene un plan para garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema público de pensiones: ole tú, mi Gobierno. Luego van pasando las horas. Me encabrono, como mal, la perra de mis padres me despierta de la siesta… Y por no tirarla por la ventana y buscarme más problemas, me pongo a peinarla -con sus chichitos y sus gomitas, casi una Britney Spears de los perros- mientras pienso en la propuesta deslizada por el ministro Escrivá: cinco euros por cabeza, como cuando hacemos botellón pero ya tenemos de casi todo en casa. ¿En serio, ministro, que con cinco pavos al mes lo arreglamos? La patronal lo ve mal porque, claro, para ellos, poner cuatro euros de los cinco pactados es como si le dices a mi amigo David (empresario de éxito, casi millonario) que pare a coger hielo de camino. "¿Y el dinero?, te preguntará. "Hacedme un Bizum o algo".

Miércoles


Sin saber gran cosa de economía pese a mis recientes tratos con Cofidis, apostaría todo lo que ya les debo, aquí y ahora, a que con una aportación de cinco euros más por trabajador al mes no vamos a arreglar un carajo. Seguramente sea una tontería lo que voy a decir pero, para solucionar el problema de las pensiones habría que pensar más en los jóvenes y menos en los propios pensionistas, ya saben: oportunidades, trabajo de calidad, buenos sueldos, mejores cotizaciones… Todas esas cosas que nos suenan a Matrix mientras nuestro Gobierno, mi Gobierno, parece más preocupado en quedar bien con nuestros mayores que en sentar las bases del futuro pensando en los que, de verdad, deben dar músculo al sistema.

Jueves


Y vemos ya con la euforia y las buenas nuevas: Santa Clara ya es nuestro. A esta hora debe de estar el alcalde Lores en alguna ferretería de la ciudad haciendo copias de las llaves del convento para todos, como debe ser. No creo que nadie ponga una sola pega a que el patrimonio de la ciudad se enriquezca con una adquisición que, más allá de las bondades arquitectónicas e históricas del conjunto, aportará un nuevo pulmón verde a Pontevedra, con una huerta y un bosquecillo ideales para pasear, respirar o enamorarse. Yo era bastante escéptico con el valor del conjunto como monumento pero entre Ramón Rozas y Rodrigo Cota me han ido convenciendo de que no hay otro convento igual en España y que, en pocos meses, vendrán visitantes de todas las esquinas del mundo a conocer la leyenda de los huevos, el órgano y hasta el campanario.

Viernes


Y en esas estaba, como digo, convencido de que habíamos comprado una mezcla de San Pedro del Vaticano y El Escorial hasta que el bueno de Cota se plantó en Onda Cero a conversar con Susana Pedreira y lo primero que dijo fue, textualmente, "hay mucho que tirar". Pues muy bien: que diga el qué y cómo porque a lo mejor no hace falta que nuestro alcalde se gaste tanto dinero en llaves, que está la oposición muy puntillosa con los gastos y a la mínima le montan otra manifestación apoyada por la Asociación de llaveros reunidos, la Peña Los Serenos y Santa Clara Fóra da Ría: qué ciudad, amigos, qué ciudad… como decían Montse y Luis Queimada: "cada día máis linda, máis linda, cada día mellor e mellor". Gora Castelao.

Comentarios