Lunes
La semana pasada se me quedó en el tintero una de mis estampas favoritas de la ciudad, de ahí que aproveche este lunes lluvioso para rescatarla. Se trata de la presentación del próximo Salón do Libro de Pontevedra y del siempre esperado encuentro entre Carmen Fouces y Orbil, la mascota oficial del evento. Ese abrazo entre concelleira y peluche, entre realidad y ficción, dicen más de nuestra ciudad que cualquier eslogan publicitario al uso, tan previsibles en su mayoría que, así como llegan, se van. Solo con ver a Fouces achuchando al lobito como una niña grande, uno se da cuenta de que Pontevedra es un pequeño cuento en el que merece la pena negarse a crecer y quedarse a vivir, el auténtico País de Nunca Jamás.
Martes
Madrid, en cambio, se parece cada día más al Rancho Neverland de Michael Jackson. Su viceacaldesa, Begoña Villacís, acaba de anunciar la construcción de la noria más grande del mundo, una de esas paletadas que tanto gustan a los liberales de la capital y a Macaulay Culkin. Asegura la señora Villacís que lo hacen para luchar contra el populismo, lo que no deja de tener su gracia, pues anunciar grandes atracciones y corridas de toros siempre fue la cara amable en la moneda del franquismo. Con suerte, la futura noria será tan alta que sobrepasará la boina de contaminación que cubre toda la ciudad y así podrán los madrileños subir a respirar aire limpio, organizados por turnos, lo que sin duda mejoraría su calidad de vida y la valoración de Villacís. Los coches de choque en la M-40, y una Gran Casa del Terror en el Santiago Bernabéu, completarían la oferta a poco que los responsables municipales sigan empeñados en solucionar los problemas reales de la gente.
Miércoles
Las redes sociales son el medio perfecto para que nuestros políticos compartan un poquito de su vida y aficiones con nosotros, los votantes. En otro tiempo, uno tenía que tirar del Hola, o del Lecturas, para enterarse de que a Felipe González le gustaban los bonsáis, a José María Aznar los abdominales y a Xabier Arzalluz leer el Der Spiegel. Ahora, gracias a Instagram, Twitter o Facebook, podemos enterarnos en tiempo real de cuál es el pasatiempo favorito de los Feijóo, Pontón, Caballero Jr. o Gómez-Reino que, curiosamente, parece ser el mismo: actuar como políticos sin apenas parecerlo.
Jueves
"No quiero sumarme a esa legión triste de los desarraigados y, aunque sienta como una afrenta el hecho de ser español, me esfuerzo en mantener una ciudadanía española puramente espiritual, de la que ni blancos ni rojos puedan apropiarse". Manuel Chaves Nogales en el prólogo de su imperecedera A sangre y fuego: héroes, bestias y mártires de España.
Viernes
Escuchar a Tino Fernández decir que "al Partido Socialista no se le pueden dar lecciones de feminismo" sonó un poco a mansplaining, ya saben: un hombre explicándole cosas a una o varias mujeres, en este caso a las responsables del colectivo feminista Galegas 8M. Se quejaban ellas por la organización de una carrera popular el 8 de marzo, lo que a su juicio perjudica la afluencia y concentración en los actos preparados por los diferentes colectivos feministas en la ciudad. Paloma Castro, edil de Igualdad y principal interpelada en dichas quejas, prefirió dejar la pelota en el tejado de Fernández y a este no se le ocurrió nada mejor que despejarla al punteirolo, como un central uruguayo. Por supuesto que también al PSOE se le pueden dar lecciones de feminismo, solo faltaría, y ya que estamos con el mansplaining me atreveré yo a sugerir una: que no se repita la imagen de algunas ministras y destacadas dirigentes socialistas entonando el "dónde están, no se ven, las mujeres del PP".
Sábado
Nunca me había fijado en lo guapo que es Luis Bará pero acabo de ver una foto suya en Instagram, junto a Ana Pontón, y ya no puedo pensar en otra cosa. Cosificar políticos locales no era el plan que imaginaba para todo un sábado por la tarde pero, en fin, esto es Pontevedra: el País de Nunca Jamás... O sí, yo qué sé.
