Blogue | Comanchería

Libertad

Aquí, en Galicia, la victoria de Ayuso se vivió con un exceso de euforia
Imagen del renovado puente de O Burgo, con su actual estado peatonal. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Imagen del renovado puente de O Burgo, con su actual estado peatonal. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Lunes


Ganó la libertad, signifique eso lo que signifique, que yo ya no lo sé. Isabel Díaz Ayuso le ha pegado tal meneo a la izquierda madrileña que Iván Redondo debería plantearse la posibilidad de volver con Albiol o Monago como último servicio al Partido Socialista. Aquí, en Galicia, la victoria de Ayuso se vivió con un exceso de euforia que no se corresponde con la deslealtad demostrada por la lideresa madrileña hacia su homólogo gallego. Esa asociación de las restricciones y la falta de libertad, utilizada hasta el exceso por el PP madrileño durante la campaña, era un coscorrón casi diario hacia la estrategia conservadora y más responsable de la Xunta de Galicia, pero la política de partido funciona así. Yo, como gallego, prefiero un gobierno que priorice salvar vidas a otro tipo de consideraciones, incluida la de recordarle a Ayuso que aquí pronto diremos adiós a la pandemia con la conciencia mucho más tranquila que ella.

Martes


El día que Mariano Rajoy anunció que dejaba la política, Pablo Iglesias le dedicó el siguiente mensaje: "Rajoy no se ha ido, le ha echado la gente que no perdió la esperanza y que no dejó de pedir una moción contra la corrupción. Con todo, se retira un político elegante e inteligente que sabía escuchar. Fue un honor ser su rival y combatirle políticamente. Se ganó mi respeto". El día que Pablo Iglesias anunció que dejaba la política, Rocío Monasterio y nuestro Rafa Domínguez le dedicaron la misma despedida: "Cierra la puerta al salir". Todos tenemos nuestros patinazos en las redes sociales, tampoco vamos ahora a rasgarnos las vestiduras, pero alguien debería decirle a Rafa que mejor equivocarse con las ocurrencias propias que con las de la pimpín paladín de la extrema derecha.

Miércoles


Se detecta una cierta euforia en algunas esferas de la ciudad por la compra del convento de Santa Clara, especialmente entre las culturales. "Es una joya del siglo XII", me dice mi hermano Rodrigo Cota, que de estas cosas sabe mucho más que yo. Sin pensarlo demasiado, no parece una mala compra, aunque todo dependerá del uso que se le quiera dar y del coste que ello suponga, no sé si me explico: si yo me compro un Mercedes SLK a nadie debería parecerle un disparato, pero si lo uso para cargar capachos de patatas o pasear a mi abuela, que casi no se dobla por la artrosis, la cosa cambia. En otra época, cuando buscaba rincones con encanto y un poco escondidos para morrear con mi novia del instituto, estaría aplaudiendo la decisión del Concello con las orejas. Pero ahora, menos activo sexualmente y más perezoso en el elogio, prefiero esperar un poco antes de lanzar las campanas al vuelo y llevarle una docena de huevos a Lores para que no me llueva el día de una hipotética boda.

Jueves


El Chelsea eliminó este sábado al Real Madrid de la Liga de Campeones: menos mal. A este año solo le faltaba una nueva exhibición de erotismo blanco y a nuestro Manuel Jabois cantando el himno en algún karaoke de la ciudad, preferiblemente en el de Michelena. Casi nunca le deseo el mal a nadie pero, en cuestiones futbolísticas, no queda otro remedio: cualquier derrota del máximo rival es una victoria y si por ellos debemos purgar las penas algún día pues, mira, otro uso alternativo para el recién adquirido convento de Santa Clara.

Viernes


Se ha pasado mi amigo Juan Tallón por Pontevedra y me envió una foto del nuevo puente de O Burgo, encantado con la reforma. A veces -o casi siempre- no hay nada mejor que las miradas ajenas para valorar lo bueno que tenemos o hacemos, que ni son tantas cosas como suelen alabar unos, ni tan insignificantes y tenebrosas como suelen criticar otros. "¿Y usted qué, caballerete? ¿Se pone de perfil, se hace el equidistante, como si le rozasen los defectos de unos y otros?", podría preguntarse usted. Y la respuesta es que sí. Solo faltaría que desaprovechase una oportunidad como esta para mostrarme ventajista: me criaron así. ¿Entre comunismo o libertad? Libertad. ¿Entre libertad y el nueve puente de O Burgo? El puente. Así somos en Campelo: inescrutables pero sencillos… A la par que atractivos.

Comentarios