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El movimiento se demuestra...

photo_camera Ignacio Aguado y Ángel Garrido, el pasado martes. DAVID FERNÁNDEZ / EFE

Lunes

Los plenos municipales se están convirtiendo en un espectáculo demasiado previsible, algo que suele beneficiar al equipo con mayor pegada sobre el terreno de juego: en este caso concreto, el BNG de Lores & Cía. Con aciertos y errores, su proyecto de ciudad es sólido y tangible. También discutible, como todo en esta vida, pero por la sencilla razón de que existe y está a la vista de todo el mundo. Cabe suponer que el PSOE lo comparte, al menos en su mayoría, y que Goyodanos -tarjeta amarilla por la ocurrencia, lo sé- no lo discute. «¿Y qué pasa con el PP?», nos preguntamos algunos. Pues de momento pasa que el PP está a otra cosa, o al menos esa es la sensación que transmite. Poco o nada sabemos sobre la Pontevedra que les ronda por la cabeza a Domínguez y su equipo, más cómodos en el terreno de las protestas que en el de las propuestas, sin un proyecto definido y algún que otro exceso de gesticulación que no termina de dar una medida precisa de la alternativa que intentan construir. Si, como tantas veces han denunciado, el mayor error de Lores en este primer año de legislatura está siendo el inmovilismo, ¿a qué esperan para echar a andar y demostrar que son los demás quienes se están quedando atrás? Cuatro años pasan enseguida y no hay nada más efímero que las cosquillas..

Martes

La imagen de la semana nos llega desde Madrid, donde Ignacio Aguado y Ángel Garrido se han dejado fotografiar inaugurando un dispensador de gel en una estación de metro. Parece que, felizmente, la España de los aeropuertos fantasma, las estaciones de AVE perdidas, los auditorios, los planetarios y las rotondas megalíticas ha quedado atrás, conformándose ahora nuestros políticos con estrenar un cachivache cualquiera y revestirlo de hermosas palabras. Hace unos meses, mis padres instalaron seis dispensadores similares en su pequeño bar de Campelo sin tanta pompa ni boato, lo que demuestra, básicamente, dos cosas: que van varios pasos por delante de los responsables madrileños en materia de lucha contra la covid y, sin embargo, se están quedando atrás en materia de comunicación.

Miércoles

Sin que nadie se lo preguntase, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha desvelado hoy, desde la tribuna del Congreso, que el Gobierno comenzará a tramitar las peticiones de indulto que afectan a los políticos y líderes civiles encarcelados tras el Procés. Más allá de tacticismos prácticos (aprobación de los presupuestos) y teóricos (horizonte electoral en Catalunya), el movimiento ha servido para demostrar, una vez más, que algunas fuerzas políticas tienen una idea de la justicia que se parece en exceso a la venganza. «No lo vamos a permitir», vienen a decir Casado y Abascal, tristemente de acuerdo en demasiadas cuestiones. En un país donde se ha indultado a personajes tan siniestros como el General Armada o Rafael Vera, será interesante conocer la naturaleza de sus argumentaciones en contra de la medida de gracia. En el caso concreto de Casado, cabría esperar algo más trabajado que subirse a la tribuna y gritar «¡a por ellos!». Para eso ya están Abascal y una parte importante del viejo PSOE, empeñada en dar de comer la rosa de su escudo a la cabra de la Legión como única solución al conflicto catalán.

Jueves

Del corte de Reina Victoria me ha llamado poderosamente la atención el instrumental utilizado: no se ha conformado el Concello con el uso de vallas móviles, lo que siempre deja intuir una cierta sensación de temporalidad en la medida, sino que se han instalado unos bolardos metálicos fijos -no se si se llaman así, disculpen la ignorancia- que dan a entender que la cosa va para largo, quién sabe si para siempre, Permaneceremos atentos porque, si algo podemos dar por seguro, es que no hay nadie más convencido que Mosquera de que el movimiento se demuestra andando.

Viernes

Que no se me escape la semana sin recordar la reciente visita de Albert Rivera a El Hormiguero: comenzó su carrera política reflejándose en el espejo de Adolfo Suárez y ha regresado a la vida pública huyendo de la prensa pero -acabáramos- dispuesto a responder las preguntas de dos muñecos de peluche. "Mi error fue abrir la puerta a Pedro Sánchez", le dijo a Trancas... O quizás fuese a Barrancas, yo es que ya no sé.

Sábado

Esta mañana he compartido escenario con Lucía Taboada en las jornadas de Filosofía que organiza el Consello da Cultura Galega. Se trataba de sacarle los colores al fútbol y la cosa terminó con un chaval vestido con una camiseta del Bayern de Munich sacándome los colores a mí. «Ha sido todo un éxito», me dijo una de las organizadoras al terminar: tremenda demostración de inquina en movimiento, bro.

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