Al ejército USA le pasa un poco como a mí: es gordo y está sobrevalorado. Claro que hemos visto decenas de películas y documentales que desmienten esa afirmación pero los hechos son tozudos. Durante la II Guerra Mundial fueron los rusos los que llevaron el peso de la ofensiva antifascista y se plantaron en Berlín. Hasta que los EEUU entraron en la guerra, tarde, el frente occidental lo habían soportado los ingleses. Y de no haber soltado aquellas bombas atómicas sobre Japón todavía hoy estarían intentando invadirlo. Las desastrosas victorias de Iwo Jima y Okinawa demuestran que sin aquellas bombas el coste económico y en vidas de soldados norteamericanos era simplemente inasumible si querían invadir el archipiélago japonés isla a isla e islote a islote.
Después de aquello perdieron estrepitosamente en Vietnam y tuvieron que ceder media Corea a los comunistas. No fueron buenos ni en operaciones relámpago: en Irán, tras la llegada de Jomeini, fracasaron en una intentona chapucera de liberar a los rehenes de la embajada estadounidense retenidos en Teherán; en Mogadiscio, un puñado de milicianos les metió una paliza antológica que incluyó el derribo de varios helicópteros y el linchamiento de varios rangers, todo ello bien contado en Black Hawk derribado.
Y así siempre. Por victorias se cuentan la invasión de la isla de Granada, un país de 100.000 habitantes, la que narra Clint Eastwood en El sargento de Hierro y en Panamá el asedio a la enbajada del Vaticano para que soltaran a Noriega. Últimamente salieron corriendo de Siria tras comprobar que con el apoyo ruso a Bashar alÁssad no podrían con él.
Si hacemos memoria, invadieron Afganistán para capturar a Bin Laden, que estaba en Pakistán. Y a mí alguien que me explique esto: veinte años estuvieron ocupando Afganistán. Dos décadas en las que se gastaron miles de millones en montar y adiestrar a un ejército afgano totalmente equipado. Pues ya les digo yo que tiraron el tiempo y el dinero. Fue anunciar su retirada y los talibanes ocuparon en pocos días casi todas las capitales y están llamando a las puertas de Kabul. ¿De verdad, América? ¿Veinte años montando un ejército que dura tres semanas? ¿Es eso lo que sabéis hacer?
Invadieron Irak tras mentir sobre las armas de destrucción masiva que todavía no hemos visto y lo dejaron peor de lo que estaba. Yo no diría que eso fuera una victoria. Bombardearon Libia para apoyar a los que rebelaban contra Gadafi y hoy Libia es un estado fallido y vive su peor época desde que existe. Tampoco parece una victoria. El ejército USA es mucho arsenal y mucha propaganda, pero eficaz, lo que se dice eficaz, no lo ha sido nunca.
Fracasaron en su apoyo al ataque de Bahía de Cochinos. Media hora duraron; sí tuvieron éxito en sus apoyos a golpes de estado fascistas en Latinoamérica, pero aquello no eran victorias del ejército USA: se arreglaba con tres espías y cuatro duros. Ni un sólo país de los que han invadido está ahora mejor que antes y la prueba está ahora mismo de vuelta en Afganistán, donde hemos visto columnas de lustrosas tanquetas blindadas del ejército afgano retirarse ante cuatro talibanes que venían a pie armados con tres fusiles y un lanzagranadas. Y ésa es la gran nación a la que tenemos que rendir pleitesía porque garantizan nuestra seguridad. Ja. Son unos perdedores natos que hacen buen cine bélico. Punto. El declive de ese imperio crece a pasos agigantados. China es la potencia que dominará el mundo en adelante. Están ganando todas las carreras, incluyendo la espacial y la armamentística. Tienen un ejército imponente y una capacidad industrial infinita. Tienen los recursos y los están utilizando. La guerra entre el comunismo y el capitalismo la ganará finalmente el capitalismo comunista, pues tiene el control del dinero y la sumisión de un pueblo entregado por las buenas o por las malas, que eso siempre importa también. Pero esto viene de antes: fue China quien ganó en Corea y en Vietnam, por ejemplo, aunque de eso poco se habla, como poco se habla de que fue Rusia quien derrotó a Hitler. Y aquella era la China de Mao, no ésta de ahora que gana terreno en todos los campos cada minuto que pasa.
Bien, puede que tardemos todavía unos años en creérnoslo, pero ya le digo yo ahora mismo que Estados Unidos ha perdido la hegemonía ficticia que mantuvo durante la Guerra Fría. Ya no son nada, ningún enemigo los respeta y eso es letal, claro. Todavía les queda el buen cine, pero un imperio no se sostiene a base de relatos de ficción. Ojalá.
El ridículo de Afganistán, que está generando un debate interno entre los norteamericanos, es antológico y será difícil de olvidar, entre otras cosas porque están enviando nuevamente soldados, en esta ocasión para que sus diplomáticos puedan salir corriendo con el rabo entre las piernas.
La única guerra que de verdad ganó Estados Unidos en toda su vida fue la de Secesión. Les pasa como a los hermanos Sánchez Vicario, que sólo tenían oportunidad de ganar cuando competían entre ellos. Pues un poco como el ejército español, que en los dos últimos siglos sólo le ganó una guerra a su propio pueblo.
